Es Fútbol y ES FEmenino
A buenas horas: la selección femenina ya no tiene remedio
«Este desastre no deja de ser el cúmulo de circunstancias, ajenas o no a lo deportivo, que giran alrededor de la selección»
Japón lo explica mejor que las amotinadas
Países Bajos - España: horario, canal de televisión y dónde ver online el partido de la Nations League hoy

Con todo lo que acontece alrededor de la selección femenina, tarde o temprano, la cosa podía tener consecuencias. Pero no hasta el punto al que se llegó en el partido ante Japón, con diferencia, el peor partido de España en mucho tiempo. Queda ... patente y cristalino que las situaciones extradeportivas pasan factura en los resultados deportivos. Estamos clasificados para octavos de final, cierto. Pero, claramente, el equipo necesita mejorar su versión. Nuestro rival, Suiza, a priori es menos fuerte que las japonesas, pero mucho mejor equipo que Zambia y Costa Rica. ¿Es el momento de buscar culpables? Si no lo es, busquemos al menos soluciones. Pero a estas alturas de partido, ¿las hay?
¿Tiene solución recuperar a jugadoras como Lola Gallardo, Sandra Paños, Mapi León, Patri Guijarro o Nerea Eizaguirre? No la tiene.
¿Tiene solución el hecho de que el juego de España carezca de amplitud, longitud, actitud y aptitud? Si lo hubiese tenido, hoy el equipo habría demostrado un cambio en la segunda parte, así que parece que tampoco resolveremos por ahí.
¿Tiene solución que desde el banquillo español la lectura de los partidos no sea la correcta y las variantes sean cambiar jugadora por jugadora y no haya ninguna otra mejor táctica? Ayer Japón, entre otras muchas cosas, ganó por un diseño táctico muy superior al de las nuestras. Tenían superioridad numérica en todas las posiciones del campo. Esta situación ya se ha dado en otros campeonatos, por lo que parece que tampoco hay visos de enmienda a corto plazo.
¿Tiene solución que la selección española haya dado 900 pases y haya tirado una sola vez a portería, haya centrado seis veces al área y no haya habido ningún remate posterior?
¿Tiene sentido que el seleccionador en rueda de prensa afirmara que «las jugadoras estarán más unidas que nunca y tirarán para arriba»? Si hasta ahora no lo estaban, ¿por qué lo van a estar a partir de ahora?
¿Hay algún recurso para resolver la fragilidad de la defensa española en los balones a la espalda de nuestras centrales? La central más rápida que tenemos tiene una microrrotura de sóleo y no sabemos el tiempo que estará fuera del campo.
¿Tiene explicación que al primer contratiempo del equipo las vacas sagradas hayan desaparecido y la única que lo haya intentado y pedido el balón una y otra vez haya sido la jugadora más joven del equipo, Salma Paraluello (19 años)?
¿Aparecerán esas jugadoras a las que se les ha quitado el brazalete y de quienes Jorge Vilda dijo que «tenemos tres capitanas y también tenemos jugadoras que ejercen liderazgo y ascendencia sobre el vestuario»? Hoy, de inicio, no estaban en el equipo titular ninguna de las tres capitanas.
¿Tiene razón de ser la acumulación de jugadoras por dentro en posiciones de ataque que provoca que seamos muy fáciles y previsibles de defender?
¿Tienen solución las carencias que está teniendo el equipo desde el punto de vista de la preparación física? Ayer las japonesas fueron mucho más rápidas, el día de Zambia no ganamos las disputas ni los duelos individuales y el día de Costa Rica, el equipo dio un bajón muy grande a partir del minuto 25 de juego.
¿Y los aficionados? ¿Tiene justificación que los aficionados del Real Madrid culpen a las jugadoras del Barça y los aficionados del Barça a las del Real Madrid? ¿No somos conscientes de que juega la Selección Española?
Y, sobre todo, ¿por qué se ha ignorado un problema por parte de los responsables federativos que han motivado que acudamos a un Mundial con problemas de este calibre sin solucionar? Ahora mismo, las esperanzas puestas en esta selección están francamente amenazadas.
Cuando Luis Aragonés fue nombrado seleccionador masculino propuso, como primera medida, 'la gran sentada'. Poner en torno a una mesa a todos las partes del fútbol español para buscar remedio al problema de una selección que por entonces no ganaba ningún campeonato, pese a que las selecciones inferiores acaparaban títulos. Esa gran sentada se tenía que haber producido en la femenina antes de acudir al Mundial, y no ha sido así. Ese debe ser el primer paso para que a futuro no se repitan situaciones como la que se dio ayer en el terreno de juego y durante toda la temporada en el entorno de la selección. El desastre de ayer no deja de ser el cúmulo de muchas circunstancias, ajenas o no a lo meramente deportivo, que giran alrededor de una selección, a la que además, le falta garra.
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