El fútbol escoge a Rafael Louzán pese a la sentencia por prevaricación que debe resolver aún el Supremo

Louzán es un presidente pendiente del Tribunal Supremo, que el próximo febrero debe pronunciarse sobre el recurso de casación que presentó el político gallego contra la condena por prevaricación de siete años para ejercer cargo público que se le impuso cuando era presidente de la Diputación de Galicia.

A la cita con las urnas solo faltaron dos futbolistas y un entrenador. El capitán del Cartagena, Pedro Alcalá, el defensa del Mallorca Toni Lato y el entrenador del Oviedo Javi Calleja. Tanto Alcalá como Calleja tienen partido este martes de la jornada 20 de Segunda división, aunque ambos podrían haber acudido a votar y salir luego hacia sus destinos. Lato tenía un compromiso con su club, según dijo David Aganzo, presidente de la AFE. Participaron en la votación 138 asambleístas.

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Antes de empezar la votación retiró su candidatura, como estaba previsto, el extremeño Sergio Merchán. Un aspirante inexistente en este proceso, toda vez que ni se ha prodigado públicamente, ni se ha escuchado su voz ni ha presentado un programa de gobierno. Recibió los avales que le prestó Louzán por si el Consejo Superior de Deportes (CSD) actuaba contra el dirigente gallego.

La formación de la Asamblea tuvo que retrasarse por la demora en llegar de Dani Carvajal, el jugador del Real Madrid que apareció pasadas las doce del mediodía y se incorporó a la votación en la segunda convocatoria, a las 12:30.

Nacido en Ribadumia, Pontevedra, el 21 de noviembre de 1967, Louzán es funcionario de la Administración Local, y antes de llegar al fútbol tuvo una importante presencia política en su comunidad. Fue teniente de alcalde en Pontevedra, diputado y presidente provincial, además de presidente del Partido Popular en esa provincia durante quince años.

Louzán ha elegido la vía del diálogo y la negociación en contraste con el enfrentamiento que deparó el anterior mandato de Luis Rubiales o más atrás el de Ángel Villar. En la sede de la Federación lo saludó con afecto el presidente de la Liga, Javier Tebas. «Era el mejor candidato y se abre un tiempo nuevo en la Federación, en la que podemos esperar diálogo y entendimiento. Seguro que será otro tipo de Federación».

Louzán espera un mandato extenso hasta 2028, que no sea vea interrumpido por la condena por prevaricación para ejercer cargo público que pesa sobre él por una subvención concedida durante su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra. El Tribunal Supremo estudiará su recurso a principios de febrero. «No me preocupa la imputación de Louzán, la Ley del Deporte es la que le ha hecho presidente», lo defendió Tebas.

El presidente de los futbolistas, David Aganzo, se posicionó en favor de Rafael Louzán. «Se abre un tiempo nuevo y estamos a disposición de Rafael. La imagen que tenía España en el extranjero era terrible. Todo el mundo nos preguntaba qué pasaba. Sabemos la tesitura en el Supremo que tiene Louzán, pero el fútbol ha decidido que sea él el presidente».

Rafael Louzán se emocionó en el mensaje a la asamblea al recordar a su familia, «los grandes perjudicados esta elección». «Esta será la casa de todos, vuestra casa, se trata de recuperar el prestigio de la Federación con unidad y cohesión, como en el terreno de juego».

El nuevo presidente tendió manos, tal como había hecho en las semanas previas a su elección. «Quiero hacer y no solo estar. Visualizo una Federación diferente, con transparencia y buenas prácticas. Estabilidad, paz, consenso y pensar en el bien de todos».