El segundo palo

Viudas de Luis Enrique

«Bullía Canaletas y exigía el regreso del 'streamer', ciclista y monologuista a tiempo parcial que nos guio hasta el hito histórico de ser eliminados por Marruecos»

Los pecados de una España en obras

Luis Enrique, participando en Sudáfrica en una prueba de montain bike EFE

La prueba más palpable de que a los culés que jalearon a la selección nacional durante el pasado Mundial de Qatar les importaba España lo mismo que a mí la reproducción del mejillón cebra es que aún andan a estas horas las viudas de Luis Enrique ... desvalijando la casa del pobre De la Fuente, arramplando con todo, de un modo muy similar a como las viejas urracas asaltaban la habitación de madame Hortense en 'Zorba el griego', con la única diferencia de que el primero vive mientras que la segunda yacía cadáver.

No había marcado Mc Tominay el segundo y ya bullía Canaletas y el Twitter azulgrana, el mismo que sostiene que pagarle siete millones de euros durante 17 años al número dos de los árbitros es lo más normal del mundo, exigía el regreso del 'streamer', ciclista y monologuista de la chocita del loro a tiempo parcial que nos guio hasta el hito histórico de ser eliminados ni más ni menos que por Marruecos.

A la vista está que lo único que pretendían estos patriotas de salón era tener razón, buscaban que el hombre que le hizo un corte de mangas hace tantos años al Real llegara lo más lejos posible porque, desde su visión mediocre de las cosas, pensaban que eso fastidiaría al madridismo, perseguían que Eric García fuera elegido mejor jugador del torneo y que Fati se convirtiera en el pichichi para así poder restregarnos a todos por la cara el éxito del modelo culé como llevan haciendo desde Sudáfrica 2010, aquel campeonato en el que no jugaron Casillas, Ramos, Alonso, Villa, Albiol o Torres. No querían que ganara España por España, querían que ganara la minúscula porción del Barça que convocó Luis Padrique. Ahora, sin tantos barcelonistas en el equipo, vuelven a relajar el esfínter.

¿Cuándo dejaremos de arrojarnos la selección a la cabeza? Yo creo que ya nunca. Como en 'La riña' de Goya y enterrados hasta las rodillas nos molemos a garrotazos escupiéndonos el último error de Carvajal o aquel fallo garrafal de Ferrán. Es la maldición de La Roja, ese pernicioso invento creado por algunos para no tener que decir España, con eñe de ñaque, que es como se conocía por cierto en el siglo XVII a las compañías de cómicos ambulantes de dos actores. Parece difícil que sin nación pueda volver a haber selección. Es el caldo de cultivo ideal para las viudas de Luis Enrique, plañideras por el tres 'per cent'.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 20€
110€ 20€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios