Negreira, bonito pueblo

El Generalísimo aún no pero Plaza y Guruceta ya han saltado a la palestra, cuestión ésta que es de agradecer para un sesentón como yo porque supone cierto rejuvenecimiento. Ahora sólo falta que saquen a colación los Madelman, Bonanza y los chicles Cheiw y la fiesta será completa.

Porque a todo esto, y tal y como estaba inicialmente previsto que sucediera, el que sí ha acabado saliendo en el escándalo de los pagos por parte del Barcelona al número dos de los árbitros durante casi veinte años ha sido el Real Madrid, que algo tendría que ocultar según sus odiadores cuando no dijo nada al principio y algo querrá esconder según sus odiadores cuando ha decidido personarse en la causa. Los hilos de la conspiración los mueve, cómo no, Florentino, del que hace diez años comentó Iturralde en la tele, y yo estaba en el plató aquel día, que una vez le pidió que le arbitrara como al Barça: el café de los muy cafeteros.

Unos pocavergonyes, eso es lo que son. Liga, Federación, clubes, Consejo Superior de Deportes, Hacienda, UEFA, medios de comunicación en general, aficiones, fiscalías varias… Nadie esperaba que Xavi fuera capaz de reflotar al equipo y, como ahora le saca 9 puntos de ventaja al Real, Madrit vuelve a robar. Esto lo han sacado a la luz para ocultar el verdadero escándalo que no es otro que lo dicho por Clattenburg hace un par de años cuando reconoció haberse equivocado al no anular el gol de Ramos en la final de Champions de Milán y que, para compensar, pitó penalti sobre Torres.

Que tiren de ese hilo si se atreven. Cobardes. Y que hablen de la actualidad, por ejemplo del penalti de Rifé sobre Velázquez en la final de Copa del 73 del siglo XX D.C. ¿Negreira dices? Me suena. ¿Eso no queda por Santiago de Compostela? Bonito pueblo.