fórmula 1

Historia de una vendetta: el desquite de Sainz por el fichaje de Hamilton

gran premio de australia

El disgusto del piloto madrileño por la elección de Ferrari fue enorme, mucho más que pasar por el quirófano

Fuerte sanción a Alonso en Australia

Sainz, del hospital a la victoria

Carlos Sainz, en rueda de prensa Reuters

Unos días antes del 1 de febrero, el club Sainz era un grupo hundido de entusiastas del automovilismo que se movilizan por el mundo en apoyo de Carlos Sainz Vázquez de Castro. Conocieron pocas fechas antes de ese jueves que Ferrari había fichado a Lewis Hamilton para 2025 y entre ambos habían desalojado al piloto madrileño del asiento que ha ocupado en las últimas tres temporadas.

En un intento comprensible de aparentar solidez tribal y fuerza mental en este mundo de tiburones que es la F1, el club Sainz comunicó que conocían la noticia con bastante anticipación, que eran conscientes de la pérdida del puesto tras la renovación de Leclerc y la ausencia de noticias de Carlos, y que el piloto no haría declaraciones públicas porque estaba centrado en encontrar un sitio en la F1 para 2025.

Sin embargo, el piloto se vio obligado a hablar una semana después por la promoción de unos karts de su propiedad en un acto publicitario en Italia. Y el 13 de febrero, Carlos Sainz se presentó ante la prensa mundial con cara de funeral en la puesta de largo del Ferrari 2024.

Pese a la profesional insistencia de la directora de comunicación de la escudería por evitar preguntas sobre el fichaje de Hamilton, la rueda de prensa estuvo monopolizado casi al completo por este tema, como es natural. El madrileño era en ese momento un deportista desmoralizado, con los esquemas rotos y necesitado de una reacción anímica.

En las dos semanas que transcurrieron hasta el comienzo del curso en Baréin, el club Sainz propagó el abanico de escuderías interesadas en contratarlo, que básicamente eran todas porque con todas quieren hablar Carlos Sainz padre y Carlos Oñoro Sainz, el primo del piloto que ejerce como mánager y mano derecha. En la negociaciones siempre está el campeón del mundo de rallys y cuatro veces ganador del Dakar.

Sainz empezó el año con un podio en Baréin detrás de dos Red Bull y se quedó sin competir en Arabia por el repentino ataque de apendicitis, del que fue operado el 8 de marzo en un hospital de Yeda.

Dos semanas después, ha ganado en Australia en una demostración de autoridad con un Ferrari muy potente, y otra actitud más combativa. La primeras palabras de Sainz padre al descifrar la victoria de su hijo, ayer en Melbourne, hacían referencia al «disgusto por las noticias de Ferrari y la no renovación». Se extendió luego en más argumentos: «La vida te da unas veces y te quita otras. Ha luchado por estar aquí y luego por ganar. Esperemos que pueda estar en el futuro en un equipo que le permita pelear por las victorias».

El mejor antídoto para cualquier dolencia es el éxito. Sainz jr lo recordó ayer después de su tercera victoria en la F1, ahora que el coche rojo tiene potencial para luchar por los triunfos. «Sigo sin trabajo para el año que viene».

Lo comentó antes de participar en una fiesta de la escudería italiana y de recibir los parabienes de Fred Vasseur, el jefe de Ferrari, al que Hamilton señaló determinante para sellar su fichaje. «Las estrellas se alinearon, realmente no habría sucedido sin Fred».

En estas circunstancias, Sainz se obliga a pensar en Ferrari como trampolín para su próximo contrato. «Seguro que esta victoria ayuda –declaró el madrileño en la rueda de prensa oficial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA)–. Todos saben de lo que soy capaz. Corro para demostrarme a mí mismo que puedo ganar con un coche competitivo, cuando se da la oportunidad».

En el plan en marcha para agenciarse un buen volante la próxima campaña, Sainz padre y Carlos Oñoro se dejaron fotografiar en la segunda carrera (Arabia Saudí) saliendo del campamento de Mercedes, y despidiéndose del jefe, Toto Wolff. Ayer, después de la carrera, habló Chris Horner, el patrón de Red Bull, sobre Sainz: «Basándonos en una actuación como esa, no se puede descartar ninguna posibilidad. La carrera de hoy la ha ganado un piloto desempleado, por lo que el mercado es razonablemente fluido». Una forma como otra de presionar a 'Checo' Pérez.

Sainz analizó su victoria: «Ha sido una muy buena carrera, en lo físico estoy bien aunque me he sentido algo rígido, tendiendo en cuenta que he estado siete días en la cama».

En tono de broma con sus compañeros, en especial Lando Norris (McLaren), el madrileño recomendó «operarse de apendicitis porque se ve que ayuda». «Estoy contento por el doblete del equipo, la vida es genial y ahora es una montaña rusa. Esto siempre demuestra que el trabajo duro recompensa», comentó en Dazn.

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