el baúl de los deportes
Los extraños Juegos de París 1900: ni cartel, ni inauguración, ni medallas...
Los deportistas que compitieron ni siquiera sabían que eran los primeros olímpicos españoles de la historia
El primer hombre que corrió los 100 metros en 10 segundos

Hubo deportistas españoles compitiendo hace 124 años en París, pero ni ellos mismos se enteraron de que eran los primeros olímpicos de la historia de su país. La considerada oficialmente segunda edición de los Juegos –tras la primera, celebrada en 1896 en Atenas– fue ... extraña y confusa. Tuvo lugar en la capital de Francia coincidiendo con la celebración de la magna Exposición Universal de 1900, y esa es precisamente la razón primordial de la nebulosa que rodeó a todo lo acontecido allí.
Bastaría con señalar que esos Juegos duraron oficialmente la friolera de 167 días, casi medio año: del 14 de mayo al 28 de octubre. No hubo cartel, ceremonia de apertura, entrega de medallas ni nada parecido. Fueron más de cinco meses durante los cuales, coincidiendo con eventos culturales y de toda índole, se organizaron numerosos torneos deportivos en diversos barrios de París y su periferia. En algunos de esos campeonatos sí se respetaron las reglas y el espíritu olímpicos, pero en otros los participantes mejor clasificados eran remunerados de diferentes formas, algo expresamente prohibido en los Juegos.
Ese batiburrillo hizo que durante mucho tiempo se le atribuyese erróneamente la primera medalla de la historia olímpica española a Pedro José Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa: plata en tiro de pichón. Sin embargo, las escasas informaciones al respecto no mencionaban para nada que se tratase de una prueba correspondiente a los Juegos Olímpicos. Como ejemplo, la breve noticia publicada en el diario 'La Correspondencia de España' el 14 de julio de 1900:
«En las tiradas extraordinarias celebradas en el tiro de pichón del Bois de Boulogne de París con motivo de la Exposición, nuestro compatriota el señor marqués de Villaviciosa de Asturias, ha obtenido el segundo puesto en la tirada del Grand Prix du Centenaire. A dicho premio han concurrido 198 tiradores de todas nacionalidades, alcanzando el primer premio Mr. Mac-Intosh; el segundo el marqués de Villaviciosa, y el tercero Mr. Murphy. El ganador Mr. Mac-Intosh tiró y mató 22 pichones; tirando igual número y matando 21 nuestro compatriota, que fue el único español que tomó parte en dicha 'poule'. El señor marqués de Villaviciosa pertenece a la sociedad Tiro de Pichón de Madrid. Alcanzar el segundo puesto en lucha con 198 de las mejores escopetas del mundo, es titulo que puede envanecer al distinguido 'spormant'».
Fernando Arrechea Rivas, Doctor en Ciencias del Deporte y erudito en la historia de los Juegos Olímpicos, ha publicado numerosas y documentadas investigaciones en diversos artículos tesis y libros. Una de sus reseñas, escrita en la web del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), resume el origen y desarrollo de aquella cita de 1900 pretendidamente olímpica:
«El problema era que el Comisario de la Exposición (Alfred Picard) sentía el mayor de los desprecios hacia el deporte aficionado y no consideraba los Juegos Olímpicos como un evento digno de su Exposición... La Exposición Universal anunció unos Concursos Internacionales de Ejercicios Físicos y Deportes. Fueron un gran evento con competiciones de más de 30 deportes y unos 59.000 participantes procedentes de más de 30 naciones, un gran triunfo enmarcado en el éxito global de la Exposición, abierta del 15 de abril al 12 de noviembre de 1900 con más de 50 millones de visitantes...»
Atletismo, remo, pesca, colombofilia...
«Hubo competiciones para deportistas amateurs, para profesionales, para militares y para escolares de: atletismo, remo, automovilismo, globos aerostáticos, colombofilia, críquet, croquet, ciclismo, esgrima, hípica, fútbol, golf, gimnasia, tira y afloja, natación, pesca, rugby, salvamento y socorrismo, tiro, tiro con arco y ballesta, tiro al pichón, vela, waterpolo, bochas o pelota vasca. Muchas de ellas tuvieron estatus de 'Campeonato del Mundo'. Hubo críticas en la prensa por aspectos concretos como las instalaciones de atletismo o la organización de algunas pruebas, pero el balance fue muy positivo…».
«Los Juegos Olímpicos previstos no se habían celebrado, no había habido ceremonias, ni entrega de medallas, ni se pronunció la expresión 'Juegos Olímpicos' una sola vez. Los participantes no eran conscientes de estar participando en unos JJOO porque no estaban participando en unos JJOO...».
La única y primera medalla –por llamarla de alguna manera y aceptando la versión oficial adoptada por el Comité Olímpico Internacional (COI)– española de la historia fue la obtenida en pelota vasca. Pero no es fácil encontrar información de la época clara y concisa al respeto. Lean si no la noticia publicada por el diario 'El Liberal' el 23 de junio de 1900: «Ampliando el telegrama que ayer recibimos, sobre el concurso de pelota celebrado en Neuilly, nos comunican por telégrafo desde dicho punto de Francia que el segundo premio lo alcanzaron los españoles Abadiano y Elicegui y el tercero los franceses Arrué y Petit de Cambó. El campeonato da amateurs lo ha obtenido nuestro compatriota y querido amigo Sr. Villota. Nuestra enhorabuena a todos».
Hay que recurrir de nuevo a Fernando Arrechea, en este caso a la tesis presentada en 2017 en la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) titulada 'España y los Juegos Olímpicos. Análisis de participación de los deportistas españoles en los JJOO de la Era Moderna e historia del movimiento olímpico español'.
En ella se relatan los detalles de la investigación sobre la citada competición de pelota: «viajamos a Lausana y a París para consultar archivos y hemerotecas y localizando a familiares de aquellos pelotaris olvidados logramos identificarlos plenamente entre 2008 y 2009: Francisco Villota Baquiola (de Madrid) y José de Amézola Aspizúa (de Izarra, Álava). También localizamos el lugar en el que se encontraba el frontón en el que se celebró la competición de pelota vasca en 1900, actualmente ocupado por un parque municipal (Square Daniel Rops, Neuilly-sur-Seine)».
En esa tesis, Arrechea da más datos sobre lo sucedido en Paris en 1900: «Elaborar un palmarés y un medallero de unos JJOO que no se habían celebrado era harto difícil, sobre todo cuando en los Concursos que sí se habían celebrado figuraban pruebas para profesionales (con cuotas de inscripción y premios económicos), pruebas con hándicap o torneos para niños o para militares... Hoy en día se suelen considerar las pruebas y competiciones 'no olímpicas' de los Concursos Internacionales de París 1900 como 'deportes de exhibición de los JJOO de 1900', en lo que constituye un ejercicio de reconstrucción histórica evidente».
«Bill Mallon y The OlyMADMen (reputado grupo de investigadores y estadísticos dedicados a recopilar datos sobre los Juegos), en aplicación de los criterios sobre el carácter olímpico o no de las pruebas de 1900, consideran como participantes españoles en los JJOO de París 1900 a: los pelotaris Francisco Villota Baquiola y José Amézola Aspizúa (campeones en cesta punta para amateurs el 14 de junio de 1900 por retirada de sus rivales franceses, reconocidos como primeros medallistas olímpicos españoles en 2004); el duque de Gor en esgrima (primer español en debutar en unos JJOO de la Era Moderna, el 14 de mayo de 1900); los remeros del Real Club de Regatas de Barcelona Vela, Margarit, Camps, Formica-Corsi y Quintana; y el marqués de Guadalmina en hípica (prueba de carruajes)...».
«Coincidimos en los pelotaris amateurs, el tirador de esgrima y los remeros, pues participaron en pruebas abiertas, internacionales, sin hándicap y para amateurs. Discrepamos en el caso del marqués de Guadalmina pues participó (como propietario, no como conductor, casi como en las carreras de cuadrigas en los Juegos Olímpicos de la Antigüedad) de un carruaje (una diligencia como las del antiguo Far West) en una competición en la que los propietarios recibían un objeto de arte valorado en 250 francos y 100 francos como gratificación, y además existían premios de 6.000, 3.000 y 1.000 francos para los carruajes que el jurado considerara más bonitos. Por todo ello consideramos que fue una prueba para profesionales, no debe ser reconocida como olímpica y el marqués de Guadalmina no aparece en nuestra base de datos de olímpicos españoles».
«Las otras competiciones de los Concursos de 1900 con competidores españoles (el Mundial de cesta punta para profesionales, los torneos de polo en los que participó Errazu, las pruebas ciclistas profesionales, el Mundial de atletismo con hándicap para profesionales, las Fiestas Federales de Gimnasia y los dos premios de tiro al pichón) no son consideradas como olímpicas ni por el COI ni por el grupo The OlyMADMen y los españoles que en ellas participaron no aparecen en nuestro trabajo».
«Consideramos importante enfatizar el hecho que el duque de Gor debutó en los JJOO el 14 de mayo de 1900 y Villota y Amézola ganaron su título el 14 de junio del mismo año. Lógicamente el marqués de Villaviciosa de Asturias (segundo clasificado en el Gran Premio del Centenario de tiro al pichón el 20 de junio de 1900) no podría ser considerado ni el primer competidor ni el primer medallista español en JJOO aunque su prueba fuera algún día reconocida como olímpica, algo por otra parte harto improbable al ser una prueba con cuota de inscripción y premios económicos (don Pedro ganó 2.500 francos al quedar segundo)».
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