Entrevista ABC
Mono Burgos: «Los amigos se ven en las malas; en las buenas están todos»
El que fuera mano derecha del Cholo en el Atlético de Madrid, hoy ignorado en cada uno de sus actos, quiere volver a entrenar
Cuando Simeone agradecía a Mono Burgos
![Mono Burgos manda un selfie para la entrevista](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/09/monito-Rkc57oIciL0xmcMVhLKeKZO-1200x840@abc.jpg)
Hace seis meses de su última experiencia en los banquillos, pero Germán 'Mono' Burgos (53 años) dice que no tiene tiempo ni para fotos. Atiende a ABC desde su casa de Madrid de forma telemática y cuenta cómo no para de ver y analizar partidos: ... Japón, China, Turquía, Grecia, Sudamérica... No hay liga que desconozca. Lamenta la inmediatez que consume, ya que piensa que el fútbol «tiene sus propios tiempos» y te coloca en tu lugar. Un lugar que le llevó a compartir con Simeone 479 de los 613 partidos por los que ahora recibe homenajes. Unos reconocimientos en los que el Mono de nuevo no está presente. La separación y la falta de relación actual entre quienes eran tan uña y carne son asuntos que dan que hablar.
—Para un hombre inquieto como usted, no tiene que ser fácil estar sin entrenar.
—No es fácil, seguro. Uno busca ser feliz y ser entrenador te hace feliz el resto de tu vida, porque son 24 horas. En el Aris de Salónica sacamos el 70% de los puntos, agarramos al equipo octavo y lo dejamos empatado con el segundo, entramos en Conference League, que no es menor. Pero las directivas miran que entre dinero. Como hicimos en el Atlético, hay que vivir en Champions. Así se produce el bienestar económico, poder cambiar de estadio. Eso ya lo aprendí.
—En Newell's y el Aris no encontró la estabilidad del Atlético.
—Estoy acostumbrado. Como decía Luis Aragonés, 'yo tengo el culo pelao'. Antes del Atlético mi historia como entrenador arranca en el Carabanchel, Alcorcón... Conozco los campos de tierra, mi primer partido fue contra el Atlético Aviación y me fui a contar los pasos que tenía el campo. Me llevé la ruedita, fui con mi señora, y ella contaba: 78, 79 metros. Eso es el fútbol para mí, vivirlo las 24 horas.
—A un hombre le define más lo que tuvo que rechazar. ¿Ha rechazado muchas ofertas para entrenar?
Sí. Cuando haces entrevistas con directivos, si soy capaz de poner mis ideas en tu cabeza, quizá mejore tu forma de ver las situaciones que pasan en los partidos. La televisión nos acostumbra a seguir la pelotita, pero los entrenadores siempre miramos más allá.
—¿Pero qué ofertas rechazó?
—He tenido varias. Más allá de los equipos, recibí muchas estando dentro del Atlético y las rechacé porque no podía irme, en mi convicción de tipo de andamiaje de equipo. No podía dejar a la institución y esperé llegar al final.
—En el fútbol falta paciencia.
—Requiere inmediatez. Y requiere ideas solidas, que no fluctúen. Y si fluctúan, a veces hay que dar un paso al costado.
«El olor del Calderón no es el mismo que el olor del Metropolitano»
—¿Qué recuerdos le evoca la camiseta del Atlético?
—Trabajo, sacrificio, sentimientos. Son sentimientos que uno no los olvida. Los olores... el olor del Calderón no es el mismo que el olor del Metropolitano. Te van impregnando y pasas a ser parte de esa familia.
—¿Su mejor recuerdo en el Atlético?
—Como jugador, el ascenso a Primera. Hay gente que no lo entiende, pero las camisetas tienen su peso específico. Y no era fácil jugar en ese Calderón en Segunda. Mira que fuimos primeros de punta a punta, pero no todos tienen la posibilidad de llevar esa carga. Y como entrenador, romper toda esa maldición ganándole al Madrid la Copa del Rey. Ahí se empieza a quebrar el no ganarle nunca. Hubo que salir campeón, es la única forma de quebrar esos maleficios.
—En las tres finales que ganó al Madrid (esa de Copa y dos Supercopas) dijo que sabía que iba a ganar, lo sentía. ¿Qué sintió en las dos finales de Champions?
—Hubo muchas situaciones que ocurrieron, lo de Diego Costa en Lisboa... en la segunda final yo noté que el Madrid quería ir a los penaltis, porque se caían, vi a Bale caído, a Marcelo, no daban más y ellos se iban a sentir mejor en la tanda de penaltis.
—¿Cómo era su relación con los jugadores? ¿Simeone hacía de poli malo y usted de poli bueno?
—Con los jugadores tienes que averiguar rápidamente cómo son como persona: qué le gusta, qué no, si es triste, si está enfadado todo el día, si salta rápido, si es humilde, si es ostentoso... Y manejar todas esas personalidades para unirles dentro de un equipo y crear pequeñas sociedades. No indica nada si eres más gracioso o más serio, lo que vos tienes que ser es profesional, porque cuanto más profesional más cerca estarás del éxito.
—¿Una de las razones de que el Atlético no jugara bien los últimos años es que ya no estaba Burgos?
—Respeto totalmente esa opinión y agradezco sus palabras.
—Usted preparaba las jugadas de estrategia. Y el Atlético ya no marca de estrategia. ¿Se nota que falta su mano?
—Siempre es un equipo el que hace las cosas, no hay cosas individuales. Siempre es un conjunto de cosas, no se puede diseccionar todo. En mi caso como entrenador lo que busco es que gane el equipo, potenciar la individualidad hacia el equipo, y si gana el equipo todos ganamos. Argentina salió campeón, ¿qué fallo le encuentras? Ninguno, salió campeón.
—¿Cómo fue la primera llamada de Simeone para que le acompañara a entrenar al Catania?
—Fue anterior, me llamó para ir a Estudiantes [cinco años antes], pero yo no fui. Le dije: cuando vengas a Europa, llámame.
—El miércoles el Atlético homenajeó a Simeone por esos 613 partidos, pero otra vez no se le vio ni en el homenaje ni tampoco grabó un vídeo como hicieron otros ex jugadores. ¿Qué pasó?
No, nada. Yo felicito a todos los que hicieron ese homenaje porque ese homenaje también me lo hicieron a mí.
«Los amigos se ven en las malas; en las buenas están todos»
—¿Pero le invitaron?
—Es que no hacía falta, yo estuve dentro de esa familia, ya no estoy ahí, no hace falta. Yo creo que siempre la intención es buscar si yo estoy peleado con alguien, si me invitaron, no me invitaron... No hay nada, muchacho. Yo estuve con el Cholo ocho años en la selección argentina, casi cuatro en el Atlético, y diez como entrenador. Desayuné, almorcé y cené más con él que con mi familia, y somos amigos, no hay nada. Siempre es una búsqueda de si te invitaron, no te invitaron. No pasa por ahí, no hay nada.
—Con todo lo que compartieron cuesta creer que no se haya roto nada...
—Es tu opinión y tu manera de pensar. Los amigos se ven en las malas, en las buenas están todos.
—¿Siguen manteniendo relación?
—Por supuesto, los amigos no hace falta hablar, yo le hago esto así [hace un gesto señalándose el ojo] y él ya sabe lo que le estoy diciendo.
—Hace dos años dijo que no tenía su nuevo teléfono. ¿Ya lo tiene?
Otra vez con lo mismo, no hay nada, muchacho, no hay nada. Yo entiendo que lo tengas que preguntar.
—Es que chirría no verle en ese homenaje.
—Y tampoco estuve en el documental, yo estaba dirigiendo a Newell's. ¿Pero qué pasó con ese documental? Al no estar yo vendieron menos, jaja.
—¿Dónde le gustaría entrenar?
——Mis sueños son Atlético, River Plate y la selección Argentina. Nunca hay que impedirse buscar. Y yo daré los pasos para acercarme a esas ilusiones.
—Fernando Torres también sueña con entrenar al Atlético. ¿Qué le parece su carrera como entrenador?
—Siempre lo dije antes de iniciarse como entrenador, Fernando puede ser lo que quiera dentro del Atlético, directivo, presidente, entrenador, lo que quiera, porque tiene ganado el terreno, es uno de los ídolos del club. Y me parece que su preparación la está haciendo perfecta.
«De Luis Aragonés aprendí a hablar directamente, sin esconder nada, sin mentir, con honestidad»
—Uno de los referentes que comparten es Luis Aragonés. ¿Algo que utilice del Sabio?
—Esto, hablar directamente, sin esconder nada, sin mentir, honestidad. Decirle al otro no lo que quiere escuchar, sino tu verdad. Cuando Luis llega al Mallorca yo venía de una sanción de once fechas, y Luis me dijo: «usted algo tiene porque juega en la selección Argentina de titular, pero aquí no está jugando. Si va a seguir por el lado de la selección conmigo va a estar, pero si va por el lado de la sanción, vaya a entrenar en el filial». Te pone en la carretera para ir. Y casi un año antes de ir al Atlético me dijo: «prepárese, que vamos a ir al Atlético y le vamos a ascender». Y así fue.
-Usted entrenó a los dos ¿Oblak o Courtois?
Oblak, está clarísimo, porque el otro es del Madrid. Pero es honesto el pibe, siempre fue del Madrid, fíjate la foto de niño que tiene con una bandera del Madrid. Los dos son grandes porteros, pero sin ninguna duda Oblak..
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