Fútbol
Raúl García: «En el Atlético hubo años que ni salía de casa, no tenía ganas de nada»
Liga santander
El centrocampista, que este domingo vuelve a enfrentarse al equipo madrileño, se sincera sobre su estancia en el club rojiblanco y los malos momentos que vivió antes de que llegaran los éxitos
![Raúl García se enfrenta este domingo al Atlético, su anterior equipo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/02/18/raul2-RB6Bt1akC4u52KYZEXLGcSM-1200x840@abc.jpg)
Se define como un futbolista «de los de antes» y no entiende muchas cosas del fútbol actual. Reconoce que son unos privilegiados, pero reivindica lo que sufren por la sobreexposición pública y la crítica social. Era «la perla de Tajonar», fue vital en el primer ... Atlético campeón de Simeone y lleva ocho temporadas disfrutando de su madurez en Bilbao. A sus 36 años, Raúl García es el tercer jugador con más partidos en toda la historia de la Liga, 574, sólo detrás de Joaquín y Zubizarreta. 19 temporadas en Primera División, más de 100 goles. Atiende a ABC antes del entrenamiento matinal, porque cada año que pasa llega antes y se cuida más.
–Dice que nunca fue de dar valor a los datos... pero vaya números tiene.
Es cierto que nunca he sido de fijarme en ellos, pero quizá con esto de ir cumpliendo años, de ir haciéndome mayor, sí le voy dando más valor. Pero mi intención es que esos números sigan aumentando y seguir disfrutando de mi profesión.
–Para un clásico como usted, haber jugado en Athletic, Atlético y Osasuna le habrá hecho más fácil sentirse identificado.
Totalmente. Yo me guío por unos valores que me enseñaron en casa, he vivido desde pequeño lo que significa el trabajo y el esfuerzo para sacar una familia adelante. Y vengo de tres clubes que se identifican mucho con la forma de pensar del aficionado. Creo que los tres tienen similitudes, pero sobre todo saber que hay que trabajar y esforzarse y a partir de ahí las cosas llegan.
–El Atlético le ficha con sólo 21 añitos ¿Cómo fue dar el salto de Osasuna?
Lo recuerdo como con la ilusión que tiene un niño pequeño cuando va a hacer algo que le llama mucho. Era un cambio grande, pasaba de estar protegido en casa, con mi familia y mi club de toda la vida y una situación cómoda, a de repente ir a un club grande, con una exigencia máxima, con apenas 21 años. Tenía esa motivación de saber que podía hacerlo bien en un club así, pero a la vez con ese miedo de algo que no había vivido.
–Ahora el veterano es usted. ¿Cómo aconseja a los jóvenes? ¿Y quién le ayudó a usted cuando empezaba?
Intento ayudar desde mi experiencia, pero dejando claro que no quiere decir que sea eso lo que hay que hacer. Yo me identifico con los valores que había antes de gente como Patxi Puñal, César Cruchaga, Antonio López... Tengo una anécdota muy especial con Antonio. Yo empiezo a entrenar con el primer equipo de Osasuna apenas siendo juvenil y Antonio, que tenía 20 ó 21 años, me llama y me dice: «Oye juvenil, ven conmigo, tú de pareja conmigo en el entrenamiento». Y cosas de la vida al poco tiempo nos encontramos en el Atlético. Y tenemos una relación a día de hoy como si fuera un hermano y es una de las personas que más me ha ayudado en Madrid.
–Le he escuchado que un vestuario profesional ha cambiado mucho desde que usted empezó. ¿En qué?
Como he dicho yo soy de los de antes. Me identifico con el jugador que iba a entrenar, que observaba, intentaba pasar desapercibido, que mirabas al compañero con admiración. Pensabas, tengo que aprender de él, y mejor estar callado que hablar de más. Los chicos jóvenes hoy llegan con más descaro, pero es un tema general de la sociedad actual. No puedes pretender que las cosas se hagan como se hacían antes o como tú crees que se tienen que hacer, porque si no te adaptas posiblemente estarías todos los días discutiendo.
–¿Qué echa de menos del fútbol de hace 20 ó 30 años que ahora se ha perdido?
Te diría la cercanía. Ahora mismo estamos haciendo esta entrevista telemática y antes cuando acababa un partido la prensa prácticamente salía al campo a hacer la entrevista en directo. Antes la cercanía con el aficionado en el día a día era mucho más normalizada que ahora y eso lo disfrutabas. Ahora en los entrenamientos los equipos se protegen mucho para que no se vea lo que trabajas. Y al final el que pierde es el aficionado y también la prensa que trabaja en esto. Son cosas que se supone que son para mejor, pero se echa de menos esa cercanía.
–Fue muy comentada su frase de que está «encantado» de que le suban los impuestos «si van a lo que deben». Usted ayuda a nivel social. ¿Qué hace?
En ciertos momentos hay que aprovechar la imagen y la repercusión que tiene ser futbolista, pero yo siempre intento ayudar y que que no se entere nadie. Cuando haces algo para ayudar porque lo sientes, en el momento que tiene el foco ya pierde. Por ejemplo cuando vamos a los hospitales no me gusta que vaya la prensa. Entiendo que es una forma de darle publicidad, pero cuando quieres ayudar yo quiero que quede por detrás.
![Raúl Garcia cumple su octava temporada en Bilbao](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/02/18/raul1-U58117246488MLU-624x350@abc.jpg)
–Le he leído que no piensa en la retirada, pero este verano cumple 37 años.
Yo puedo decir que trabajo para continuar en el Athletic, para seguir aportando. Mi objetivo es que tengamos una reunión con el club para intentar renovar, pero no le doy mayor importancia, simplemente trabajo el día a día y si no se da esa situación el día de mañana ya veremos. También le debo mucho a mi familia y me gustaría devolverles ese tiempo que ellos han invertido en mí durante mi carrera.
– Y llega la visita al Atlético de Madrid. Supongo que es especial para usted.
Obviamente. Como pasa en Pamplona también cada vez que vuelvo, ahora cuando vuelvo a Madrid, aunque no sea el Calderón, la gente me muestra un cariño que me llega desde muchas partes y es de agradecer. Pero también me hago a la idea de que no sé cuándo va a ser el último partido que voy a poder jugar allí, pisar el campo... y se va haciendo más especial. Aunque ya me toca también ganar allí.
–Usted cuando llegó, meterse cuarto en Champions era algo que se celebraba... y se fue ganando seis títulos. ¿Cuál fue la clave de ese crecimiento?
Obviamente la primera respuesta que te diría la mayoría es el míster, ha sido una pieza clave, hay que darle ese valor que tiene, pero también hay que valorar otros condicionantes. El míster cuando llega se encuentra con un vestuario que tiene mucho hambre de hacerlo bien, una necesidad de agarrarse a una idea clara para tirar para delante. Y siempre lo he dicho, uno de los vestuarios más increíbles donde he estado es el de esa época. Quizá no había grandes nombres, pero la sensación de unión, de grupo, de querer sacar las cosas adelante es difícil de conseguir en un vestuario y fue una de las claves.
Los pagos del Barcelona
«Si eso es cierto tendrán que pagarlo de la manera que sea. Intentamos competir en una Liga en la que todo sea justo y neutro»
–En aquel vestuario había gente con cabeza: Gabi, Godín, Filipe, Juanfran, usted... ¿Eso ayuda a ganar?
Yo no me considero una persona inteligente, sí que intenta tener las cosas claras y no vivir en una burbuja. Es importante ser cabal y entender que estás en un trabajo que es de grupo, independientemente de que quieras hacer lo mejor para ti hay que pensar a nivel grupal. Y en ese vestuario había mucha gente que pensaba así, que iba en la misma dirección, que el que no jugaba estaba positivo con el que jugaba en su puesto e intentaba ayudar. Estás hablando de gente que a día de hoy tenemos una relación excepcional, seguimos hablando de continuo porque lo que se vivió en aquella época era algo especial. Y sí reconozco que cuando tienes grupos de gente que es así, que puedes tener una conversación e incluso cuando tienes que decir cosas que no gustan se aceptan y se hablan desde la normalidad, es un punto a favor para cuando vienen situaciones complicadas.
–¿Cuántos amigos conserva en la plantilla actual?
Con Koke tengo mucha relación de hablar normalmente. Y luego tengo muy buena relación con muchos, con Saúl suelo hablar, con Jan (Oblak), con Savic, con el pelao (Giménez), con Ángel Correa. Seguimos teniendo un chat con gente de esa época y esa relación sigue viva porque se vivieron cosas muy bonitas que se han quedado grabadas.
–Hay atléticos que todavía echan de menos la garra de Raúl García. ¿Este Atlético tiene menos carácter?
Yo soy consciente de que tengo cosas que hay otros jugadores que no tienen, pero hay muchas cosas que tienen compañeros que yo no tengo y son necesarias. Hablar de que hay cosas que faltan de nuestra época es algo que siempre va a pasar. No hay que mirar tanto al pasado, te va a hacer sentirte nostálgico. Pero el Atlético tiene un gran vestuario, un gran equipo y debe buscar el rendimiento al 100% sin mirar lo que había antes.
–Ahora quedar cuarto como va el Atlético parece un fracaso.
La palabra es fútbol, es así. Parece que el pasado no sirve, no existe. Nos acostumbramos a lo bueno muy fácil y no le damos el valor que tiene, se pierde la perspectiva de lo complicada que es la élite.
–¿Qué le parecen las críticas que está recibiendo Simeone? ¿Su mensaje ya no llega?
Desde fuera es muy fácil hablar, eso lo tiene que testar la gente que vive el día a día. Lo que ha conseguido el míster todos estos años es muy, muy difícil. Hoy hablar de proyecto, de futuro en el fútbol es prácticamente imposible, no se ve. Y en ese sentido hay que tener cuanto menos un respeto por el trabajo que ha hecho muchísimos años. Los que tienen que tomar decisiones el día de mañana que las tomen, pero criticarlo me parece desagradecido.
El caso Vinicius
«Los que estamos dentro sabemos lo que significa ir perdiendo, que no salgan las cosas, y hay gestos que obviamente pueden molestar»
–Con Simeone vivió la mejor temporada de su carrera. Siendo centrocampista, el año de la Liga 2014 marca 17 goles... sólo detrás de Diego Costa... dos más que Villa... Y ninguno de penalti...
Muchas veces me da la sensación de que a cosas que he conseguido no se les da el valor que le dan a otros jugadores. Pero yo soy una persona de intentar trabajar, de sentirse orgulloso cuando veo que ayudo al equipo y ese año coincidió que fue haciendo goles. Fue un año muy bonito, que las sensaciones fueron muy buenas y por la ayuda que me dio el míster y lo que demostró que confiaba en mí. Tengo muy buen recuerdo de ese año, e incluso de los años que no fueron bien, aprendí mucho, me hicieron sentir mucho más lo que significa ser jugador del Atlético de Madrid.
–¿Cuál es el momento donde más ha sufrido?
Desgraciadamente la imagen del futbolista de que tenemos todo, que se cobra bien, que haces lo que te gusta... tiene su parte de verdad porque somos unos privilegiados, pero las cosas malas son muy duras. A nivel social estás muy señalado, habla todo el mundo de ti sin conocerte. Ahora estamos más preparados por el trato de psicólogos, que nos ayudan a vivir ciertas situaciones, pero yo en Madrid hubo muchas temporadas que iba a entrenar, acababa de entrenar, me iba directo a casa y no salía hasta el día siguiente a entrenar. No tenía ganas de nada, de vivir situaciones por la calle que no son cómodas, no tenía ánimo. Trabajas, metes horas para cambiar las cosas, pero en el fútbol eso no se entiende, parece que tenemos que ser máquinas, dar rendimiento, y da igual lo que vivas en tu día a día.
–Usted que habla mucho con los árbitros, que tiene amigos en el comité arbitral. ¿Qué le parece el escándalo del Barça con los supuestos pagos a Enrique Negreira?
Es algo que me incumbe porque es la Liga, pero cuando es otro club prefiero que den ellos las explicaciones. Que salga esta información crea un revuelo que no gusta a nadie. Pero da igual quien lo haga, si eso es cierto tendrán que pagarlo de la manera que sea. Intentamos competir en una Liga en la que todo sea justo y neutro.
–Otra polémica, Vinicius. Le he escuchado que hay que poner cordura en este asunto. Pero hay jugadores rivales que dicen que provoca.
No me gustan las polémicas. Yo creo que hay que darle cordura a la situación, todo el mundo lo puede hacer mejor: el jugador, aficiones, compañeros y la prensa. Quiero que no se hable tanto de ello y que si Vinicius hace cosas mal, las haga bien, y si cree que las hace bien, que siga así. Y los equipos que juegan contra él saben lo que no hay que hacer. También se mete el racismo de por medio, que es algo que tengo muy claro que no tiene que existir porque es muy grave, pero no quiero entrar más que luego se sacan declaraciones de contexto y me cabreo.
–Usted tuvo un episodio con Cristiano Ronaldo, una espaldinha en un derbi con 2-0, y le dijo: «Eso no lo haces con 0-0». ¿Hay regates o gestitos que duelen?
No quiero centralizar en jugadores en concreto, esto no va ni de equipos, ni de jugadores en concreto, pero los que estamos dentro sabemos lo que significa ir perdiendo, que no salgan las cosas, y hay gestos que obviamente pueden molestar. Jugando estamos calientes, con las pulsaciones a mil, y hay situaciones que se pueden evitar, pero entiendo que cada uno es como es.
–A Raúl García como rival también hay que sufrirle...
Yo no me escondo, hay muchas cosas de cómo actúo que cuando veo mis partidos no me gustan. Pero estoy compitiendo, no estoy en el salón de mi casa tomándome un café, estoy con las revoluciones a mil, sabes lo que supone perder a nivel de prensa toda la semana, de crítica. Pero no me gusta nada que la gente hable de mí como si me conociera. Entiendo que se valore mi forma de jugar, pero ahí está el límite. Esto no lo llevo bien, porque lo que ves en el campo no es lo que yo intento ser como persona.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete