Muere Kenzaburo Oe, el Nobel de Literatura japonés crítico y pacifista
El escritor, uno de los más importantes novelistas japoneses contemporáneos, falleció a los 88 años
Kenzaburo Oe, en sus mejores libros
![El novelista japonés y premio Nobel de literatura Kenzaburo Oe.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/03/13/oe-kPfC-U502465656825g6H-1200x840@abc.jpg)
Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura, falleció a los ochenta y ocho años. Oe nació en el año 1935. Su padre murió en la Guerra del Pacífico cuando él tenía solo nueve años. La violencia, la guerra, el pacifismo en el sentido más amplio, llegarán a convertirse en los ejes de su mundo narrativo. Aunque Oe siempre ha defendido las raíces puramente japonesas de su literatura y su profundo enraizamiento en la cultura de su país, lo cierto es que su formación, como la de tantos otros intelectuales japoneses, es una mezcla de oriente y occidente. Oe estudió literatura francesa en la Universidad de Tokyo, escribió una tesis sobre Jean Paul Sartre, cuya influencia es bien perceptible en su obra, y más tarde conoció al escritor y filósofo francés durante un viaje a Europa.
Su primera novela fue ‘Arrancad a las semillas, fusilad a los niños’, donde ya está presente su estilo austero e implacable y su forma de mirar por igual el bien y el mal, lo cruel y lo tierno, el dolor y la esperanza. En 1963 tiene lugar el acontecimiento central de su vida: el nacimiento de su hijo Hiraki, aquejado de hidrocefalia. El niño sufrió, nada más nacer, una intervención a vida o muerte, ya que hubo que extirparle un bulto del tamaño de una segunda cabeza de la parte posterior de su cráneo. El resultado de la operación fue una discapacidad mental irreversible, junto con el diagnóstico de autismo. Kenzaburo Oe viajó entonces a Hiroshima con el propósito de intentar comprender el dolor. Según declaró más tarde, este viaje le ayudó a salir del abismo de desesperación en el que había caído. Vinculó su dolor personal con el que habían sufrido aquellos hombres y mujeres que habían sufrido los efectos del desastre nuclear, cuya actitud vital y esperanzada le convencieron de que es posible vivir a pesar del horror del mundo.
![El escritor japonés Kenzaburo Oe, en 2004](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/03/13/kenzaburo1-U11377645406HMT-624x350@abc.jpg)
A partir de entonces, Hikari se convierte en el centro de la vida de Oe y también en el centro de su obra. Padre e hijo están siempre juntos, el escritor en su estudio, el hijo en su cuarto escuchando música. La relación, desde luego, no es siempre idílica, y también hay dolor, gritos, incluso violencia. En su casa de Tokio la familia Oe disfrutaba de un gran jardín lleno de pájaros, gracias a cuyos cantos, cuenta Oe, Hikari logró aprender a hablar. Luego estudió música, en la que encontró una vía natural de expresión, y ha llegado a convertirse en un compositor de éxito.
![Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura, en una visita a Barcelona en 2004](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/03/13/kenzaburo2-U23411036570HGG-624x350@abc.jpg)
En 1994 Kenzaburo Oe recibió el premio Nobel de literatura sobre todo a causa del mensaje claramente antibelicista y pacifista de su obra. Oe ha declarado que no le gustan los ejércitos, ni los formados por militares ni tampoco esos otros ejércitos de oficinistas trajeados que acaban convertidos en seres sin voluntad y obligados a una obediencia ciega, igual que los soldados. En 1999 publicó ‘Salto mortal’ a raíz de los atentados con gas sarín del metro de Tokio, un tema al que Haruki Murakami (del que Kenzaburo Oe ha escrito que es un novelista pop bastante ligero) ha dedicado también varios libros. La novela no fue bien recibida en América, aunque muchos la consideran una obra maestra, una síntesis de su mensaje humanista, ecologista y pacifista, así como una crítica al fanatismo religioso y una denuncia de los peligros que acechan a la sociedad japonesa y, por extensión, al mundo contemporáneo.
Tras el accidente de Fukushima, Oe pidió públicamente al primer ministro la interrupción del uso de la energía atómica. Pocas carreras literarias y humanas más coherentes que la de Kenzaburo Oe.
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