Suscríbete
Pásate a Premium

Meryl Streep pone a Murakami a meditar (y Oviedo se blinda en los Princesa de Asturias)

La actriz trufó su discurso de referencias españolas (Lorca, Picasso, Penélope Cruz), y defendió que la actuación es el arte de ser otro, de habitar identidades que no son la propia

Meryl Streep: «La empatía es el corazón palpitante del don del actor»

Felipe VI, en los premios Princesa de Asturias: «Las soluciones a los problemas de España llegarán de la unidad, nunca de la división»

Una imagen del Teatro Campoamor durante la ceremonia de los Princesa de Asturias AFP | vídeo: efe
Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A las cinco menos diez de la tarde, en los soportales que miran al Hotel de la Reconquista, en Oviedo, un hombre agarrado a su cerveza (ni la primera ni la última, seguro), dijo: «He recorrido medio mundo, pero mi tierra es Asturias, y tiene ... que ser así, con agua». Se alejó con su visera, lo mismo de verano que de invierno, y de pronto se abrió el cielo como se abren las aguas cuando alguien llama a la puerta. El tiempo también tiene su sentido del humor, y sus caprichos, tantos que las nubes no pararon de jugar con la esperanzas en lo que las estrellas iban saliendo dirección al Teatro Campoamor. Meryl Streep («¡Meeeryl!», gritaba una niña, al borde del colapso) salió sobre seco, igual que Murakami y la Familia Real: afortunados.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación