Grecia blinda sus monumentos contra los incendios forestales y las grandes inundaciones
El ministerio de Cultura ha puesto en marcha un plan de acción con un presupuesto total de 30 millones de euros para luchar contra los desastres naturales, que causaron estragos en el patrimonio del país heleno el pasado verano
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El cambio climático «es una realidad que está provocando que se acelere la erosión de nuestros monumentos», explica a ABC el arqueólogo del Eforato de Antigüedades de las Cícladas, Zemis Vakulis. La temporada de incendios forestales ha comenzado con fuerza en Grecia, dejando ... en las primeras semanas del mes de junio miles de hectáreas forestales calcinadas.
Ante la situación de emergencia y con la trágica experiencia el año, con megaincendios forestales y grandes inundaciones que causaron importantes daños el patrimonio histórico-cultural de Grecia (como el monasterio de Osios Lucás, que quedó calcinado), el ministerio de Cultura ha puesto en marcha un plan de acción con un presupuesto total de 30 millones de euros para blindar los monumentos más amenazados por los efectos de la crisis climática.
Delos, la isla sagrada de Apolo amenazada por el agua
En el Archipiélago de las Cícladas y a escasas millas náuticas de Mikonos se encuentra Delos, pequeña isla inhabitada que en sus 3.43 km² alberga uno de los santuarios más importantes de la Antigüedad y los vestigios de cinco milenios de historia. Sin embargo, desde hace una década, las altas temperaturas, la subida del mar y los temporales consecuencia de la crisis climática, han ocasionado destrucción en su patrimonio.
«Delos está en una posición difícil que provoca que los agentes meteorológicos, como el viento y las inundaciones, aceleren el deterioro de los restos arqueológicos», relata Vakulis. Cada año, según los expertos, el agua produce decenas de derrumbes en los muros de los edificios antiguos. En este sentido, un estudio llevado a cabo por la Universidad Aristotélica de Salónica alertó de los cambios bruscos de temperatura y las olas de calor, en combinación con la humedad de la isla, afectan a la composición química de los materiales de contrucción, lo que provoca daños irreparables en ellos.
Según otra investigación reciente, el nivel del mar en el Egeo habría subido metro y medio desde el siglo II a.C. «Este fenómeno se está acelerando en los últimos años debido al deshielo de los polos y está provocando que Delos esté cada vez más expuesta a fenómenos como tsunamis o inundaciones».
De acuerdo con el arqueólogo, en los últimos 9 años el yacimiento ha experimentado dos inundaciones: la primera debida a un tsunami tras un terremoto. La última, el pasado verano, cuando fuertes ráfagas de viento provocaron que las olas cubriesen parte de las ruinas del tempo de Apolo. Ahora, el parque arqueológico forma parte de un estudio financiado por la Unión Europea que tiene como objetivo medir el impacto de los fenómenos meteorológicos en sus yacimientos.

Junto con este proyecto, el Eforato de Antigüedades de las Cícladas, en colaboración con la Escuela Arqueológica francesa en Grecia, están llevando a cabo una iniciativa para determinar qué tipo de intervenciones serían necesarias para amortiguar los efectos del mar en la isla. En los próximos meses, además, el Observatorio Astronómico iniciará una serie de mediciones de lluvia y viento que ayudarán a los expertos a conocer la implicación del clima en la aceleración de la erosión de los monumentos. «Lo que estamos haciendo es recoger los datos para después, en una segunda fase, trazar un plan de intervención sobre los bienes culturales y el yacimiento en su conjunto», aclara Vakulis.
En el caso de la isla de Apolo, el fenómeno se acentúa por la actividad tectónica de la región, que está provocando su progresivo hundimiento. Otro de los factores que está acelerando el proceso de erosión del sitio arqueológico es, por un lado, el exceso de visitantes que acuden desde la vecina Mikonos y, sobre todo, el calzado inapropiado, especialmente el que incorpora tacón, una amplia maravilla, que causa daños irreparables en el patrimonio.
Santuario de Zeus en Dion

En las faldas del monte Olimpo y a tan solo 5 kilómetros del mar, entre un exuberante paisaje formado por bosques, arroyos y lagos, se conservan los restos de la antigua ciudad sagrada de Dion. Con una extensión de más de mil quinientos km², acoge decenas de edificios monumentales, así como villas y viviendas de lujo de época helenística, periodo en que la ciudad se convirtió en la residencia de verano de los reyes macedónicos Filipo II y Alejandro Magno.
Tras las inundaciones que la región de Tesalia vivió el pasado mes de septiembre, el ministerio de Cultura acaba de presentar un programa que tiene como objetivo salvaguardar este enclave único contra futuras inundaciones. «Amenazan a Dion desde la antigüedad, provocan erosión y, de forma progresiva, condiciones de inestabilidad de los elementos estructurales y pendientes naturales del sitio arqueológico», declaró la ministra del ramo, Lina Mendoni, durante la presentación del plan anti inundaciones para la antigua ciudad sagrada, que cuenta con un presupuesto de 2.250.000 euros.
Entre las medidas aprobadas están el establecimiento de un sistema de control para las irregularidades del caudal del río, la mejora de las acequias existentes, construcción de terraplenes y estructuras que eviten el desplazamiento de tierras. Además, el ministerio ha puesto en marcha, con un presupuesto de 3 millones de euros, la mejora y modernización del Teatro, del Ágora y del museo arqueológico de Dion.
El fuego, principal amenaza
El fuego supone la principal amenaza para el patrimonio arqueológico heleno. Cada verano, los incendios forestales en el Peloponeso (región del país donde más acusado es el proceso de desertización) amenazan con convertir en cenizas la antigua ciudad de Olimpia, sitio arqueológico que sufrió graves daños por las llamas en el verano de 2021.
En enero de 2020, los ministerios de Cultura, Crisis Climática y Protección Civil firmaron un convenio de cooperación para abordar sus efectos en once de los yacimientos arqueológicos más importantes del país: la antigua Olimpia, Epidauro, Delfos, Micenas, Mystrás y el templo de Afaya en Egina, entre otros.
Sin embargo, la tardanza en poner en marcha los planes de limpieza y evacuación de los sitios arqueológicos provocaron que en agosto del pasado año las llamas calcinaran buena parte del monasterio Patrimonio de la Humanidad de Osios Lucas, en la región de Beocia, y provocaron graves daños en la cuidad de Zonis, cerca de Alejandrópolis. En otoño de 2023, Cultura anunció la intervención en los yacimientos afectados y el arranque de las labores para acorazarlos contra las llamas, que incluyen la instalación de cámaras térmicas y dispositivos inteligentes de extinción, entre otras intervenciones.
En este marco, el ministerio acaba de instalar sistemas de extinción y prevención de incendios en el sitio arqueológico y museo del castillo de los Cruzados de Chlemoutsi (Clermont), debido a su frecuencia y a la dificultad de cualquier intervención por la ubicación y geomorfología de la fortaleza.
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