Descubren un excepcional tesoro en la antigua ciudad griega de Tenea

Entre estas monedas figuran tres estateros de Elis acuñados en Olimpia para conmemorar la celebración de varios Juegos Olímpicos, estateros de Egina, Argos y Opuntia Lokron, así como una moneda de Tebas del siglo V a.C. en la que aparece representado Hércules asfixiando dos serpientes con sus manos.

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El hecho de que el tesoro apareciera junto a un altar cerámico portátil, un jarrón en miniatura y una figurilla de un jinete sobre un caballo, hace pensar a los expertos que el lugar del descubrimiento estuvo dedicado al culto de las divinidades protectoras de la ciudad. Además, según los arqueólogos, el tesoro parece estar vinculado con los objetos para uso ritual que fueron recuperados durante unos trabajos arqueológicos anteriores (idolillos antropomórficos, jarrones en miniatura, entre otros).

No es la primera vez que se encuentran monedas en Tenea. En la campaña de 2022, los arqueólogos consiguieron recuperar otro tesorillo constituido por cuatro monedas de plata de época clásica tardía (una dracma corintia, dos hemidracmas y un cuarto de dracma). Además, en los estratos más antiguos del yacimiento, se ha documentado una gran dispersión de monedas de cobre acuñadas en las polis de Corinto y Argos, y fechadas entre la primera mitad del siglo IV y el siglo I a.C.

Una gran sorpresa durante los últimos trabajos arqueológicos fue el descubrimiento de un tramo del acueducto de Adriano. Su hallazgo ha permitido delimitar el trazado exacto de una de las mayores obras hidráulicas del siglo II, que servía para abastecer a la ciudad de Corinto desde Stimfalía.

Encontrado en las cercanías de los baños romanos de la ciudad, el acueducto cuenta con cubierta abovedada de sección semicircular, unos muros exteriores de 3,20 metros de altura y un canal con espacio útil de 0,60 de ancho por 1,20 metros de alto y revestimiento de mortero.

Los resultados de la última campaña, que acaban de ser publicados por el ministerio de Cultura de Grecia, demuestran que el emplazamiento tuvo ocupación desde tiempos remotos, lo que lo convierte en uno de los enclaves arqueológicos más importantes de la provincia de Corinto.

El yacimiento cuenta con dos áreas claramente diferenciadas; la necrópolis y la zona residencial en la que se han identificado restos de edificios con cronologías que abarcan desde el periodo helenístico temprano hasta la Antigüedad tardía.

Los arqueólogos, que llevan más de una década sacando a la luz interesantísimos vestigios de la ciudad, han conseguido identificar y excavar gran cantidad de objetos pertenecientes al asentamiento prehistórico. Los primeros vestigios de esa primera ocupación de Tenea han sido datados en la Edad de Bronce (2.600 -2.300 a.C.) y fueron encontrados al este del acueducto, donde salieron a la luz en campañas anteriores restos de calzadas con casas alineadas a ambos lados.

Entre los materiales recuperados en esta zona durante la última campaña destacan herramientas de obsidiana, cerámicas realizadas sin torno, idolillos con forma de animales, un peine de hueso, además de cerámica importada de Egina, Ática, Argólida y Corinto, lo que acredita que Tenea mantuvo, desde temprano, contactos con las regiones vecinas. Estos hallazgos acreditan, además, el florecimiento económico y social de Tenea desde el periodo arcaico hasta la época helenística.

Por otra parte, en los estratos arqueológicos más recientes se han encontrado dos edificios de época romana; el primero de ellos, con una superficie de 160 metros cuadrados, es la continuación de un edificio descubierto durante la campaña arqueológica del año 2022, mientras que el segundo se trata de un complejo de edificios que cuenta con tres cisternas subterráneas de gran tamaño y estancias dedicadas a ritos religiosos.

En la necrópolis, han aparecido enterramientos de época arcaica con ricos ajuares compuestos por vasijas cerámicas policromadas, idolillos antropomórficos o fíbulas de cobre. En los estratos superiores del área funeraria se han encontrado, además, sepulcros de época romana con lujosos objetos funerarios entre los que destacan lucernas cerámicas (lamparillas de aceite) y refinadas piezas de joyería de oro.

Los hallazgos realizados durante los últimos años en la antigua ciudad de Tenea, están ayudando a los expertos a reescribir la historia de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la región.