ARTE
El punto sobre Yayoi Kusama
Bilbao
Es una de las muestras de la temporada: 'Yayoi Kusama: desde 1945 hasta hoy' reúne en el Museo Guggenheim la revisión más completa de este icono del arte, ocultando su faz más mediática e iluminando sus sombras
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![Un hombre contempla la pieza 'El momento de la regeneración' en el Museo Guggenheim](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/1468342942-R3xZKdjPnaFzWZ4zsVNnP7J-1200x840@abc.jpg)
Es posible que esta nueva comparecencia de Yayoi Kusama en España, ahora en el Museo Guggenheim de Bilbao, pueda decepcionar a algún visitante. Sobre todo a aquellos que la buscan en sus 'habitaciones infinitas' o 'kusamizadas' a topos, como las que mostró en ... su última entrada en el Museo Reina Sofía en 2011 (y con la que comparte algunas piezas) o la que entra en la galería David Zwirner (hasta el 21 de julio), de gigantescos floripondios y campos de calabazas informes con sus característicos puntos negros.
ero no desesperemos tan pronto. De todo hay en esta retrospectiva, posiblemente una de las más ambiciosas hasta la fecha, la «definitiva» para sus comisarios (Doryun Chong y Mika Yoshitake, con la colaboración de Lucía Agirre en su parada española), que durante cuatro años han buceado en siete décadas de producción de este ahora icono pop del arte para reunir más de 200 obras en un intento –y esto es lo más importante– de iluminar ciertas partes de la biografía de la japonesa a las que no siempre ha llegado la luz.
En un sentido literal, porque han sido eclipsadas por su trabajo de colores chillones y sus colaboraciones mediáticas orientadas al mercado (la última con Louis Vuitton este año), también metafóricamente, pues escribe algunos de los pasajes más oscuros, el de una mujer tentada por los deseos de suicidio (y redactado tiene ya su epitafio), aquejada de enfermedades mentales, que quizás con la pandemia hemos aprendido a poner más en valor, pero que ella convirtió, en un espíritu de superación, en motor de buena parte de lo suyo.
Renunciar al ego
Y otro de los aciertos de la muestra, primera itinerante de un jovencísimo museo M+ de Hong Kong, es no presentar a Yayoi de forma cronológica sino temática, de manera que, a lo largo de sus capítulos, entraremos y saldremos en y de sus diversas etapas, algo casi obligatorio en una creadora que siempre ha abogado por la interconectividad (por ella llamada 'auto-bliteración'), la relación entre individuos y todo tipo de seres vivos, en la necesidad de renunciar al ego y en pos de una sociedad más justa.
Arranca con un prólogo (como también tendrá su epílogo en una de esas 'habitaciones infinitas', depósito temporal del museo Guggenheim y que ya vimos en la expo de su aniversario, que ahora recala en la tercera planta). Un prólogo en torno al autorretrato, algo también pertinente para alguien que tanto ha luchado por definirse, explorarse. Allí, si bien el más llamativo es uno de 2015 porque la representa tal y como la conocemos, con su peluca y sus lunares, descansa uno de 1950 (no es la obra más antigua) en el que ya se ofrece como un girasol de fuego con sus círculos concéntricos, frente a otros de los 70, 'collages' que muestran la gran influencia que el Surrealismo europeo tuvo en sus primeras épocas.
![Imagen principal - Sobre estas líneas, la instalación 'Nubes' (2019) en el Atrio del museo. A la derecha, 'Flor roja' (1980). Arriba, montaje en Bilbao de 'auto-obliteración'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/1468339069-U61368082175VRI-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Sobre estas líneas, la instalación 'Nubes' (2019) en el Atrio del museo. A la derecha, 'Flor roja' (1980). Arriba, montaje en Bilbao de 'auto-obliteración'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/1468339205-U67874670811UTy-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Sobre estas líneas, la instalación 'Nubes' (2019) en el Atrio del museo. A la derecha, 'Flor roja' (1980). Arriba, montaje en Bilbao de 'auto-obliteración'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/a0075-U66680382843WrZ-278x329@abc.jpg)
El primer apartado es el dedicado al concepto de 'Infinito', para la japonesa, el negativo de 'la nada'. Ese pensamiento le llega cruzando el Pacífico, tomada la decisión de abandonar, a finales de los 50, un Japón y un entorno familiar que le resultaban opresivos. Desde el avión experimenta la Tierra como «un lunar entre un millón de estrellas». Y así lo plasmará en la pintura de 1959 'El mar'. Es difícil encontrar obra de las primeras décadas de Kusama porque las destruyó antes de huir. Revelador para que ello así fuera fue topar en una librería de Matsumoto de un libro de pintura de Georgia O'Keeffe.
Entonces se atrevió a escribirle, y la pintora, a disuadirla de viajar a EE.UU. (París era realmente el primer destino). Una vez que no la convenciera, será uno de sus mayores apoyos en ese nuevo escenario, donde, sin embargo, los arranques fueron duros (el hambre, los ataques psicóticos). Pero, y volvemos a este primer apartado, ilustra y explica el por qué del nacimiento de sus 'redes infinitas' (y en el centro de la sala un fragmento de diez metros de largo de la pintura 'Infinity Net', que creó para su primera individual en Nueva York –después de la que sí que fue la primera, en Seattle–, en la Stephen Radich Gallery en 1961. Estas redes tuvieron además algo de terapéutico: le permitían un trabajo mecánico en el que evadirse mentalmente durante días, y descubrimos en ellas cómo el color, o la fluorescencia, han ido recalando cuanto más oscuros se volvían sus pasajes biográficos.
Otras formas son posibles
Era de esperar –y entramos en el segundo sector, el de las 'Acumulaciones'– que lo bidimensional se le quedara corto (aunque la muestra reúne las primeras, sobre tela), y pronto saltará a la escultura. Y aquí llega otra de las obsesiones de la japonesa, fruto de su aversión al sexo (una fobia visceral a ser penetrada, algo a lo que ayudó una madre que la obligaba a seguir al padre para delatar sus infidelidades en prostíbulos, y una pareja, Joseph Cornell, declaradamente asexual. Las memorias de Kusama, 'La red infinita', publicadas por Ediciones B en español en 2022 y el documental 'Kusama Infinity' (Filmin), que el museo proyecta en septiembre, son una mina de titulares).
Y cuando no puedes con tu enemigo, únete a él, anúlalo: así comienza a producir cientos de protuberancias de tela con relleno (en realidad, decenas y decenas de falos) con los que cubrir los objetos más variopintos. En 'El momento de la regeneración' (2004), esos tentáculos se liberan del objeto. Otras formas son posibles. Y la introducción del espejo, de las 'habitaciones infinitas', será un recurso multiplicador poderoso que evite la producción en masa.
![Imagen principal - Sobre estas líneas, 'Sala de espejos del infinito'. A la derecha, un hombre observa una de las obras colgadas en el Guggenheim. Arriba, detalle del montaje de la sección 'La fuerza de la vida'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/1468339215-U14004267251How-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Sobre estas líneas, 'Sala de espejos del infinito'. A la derecha, un hombre observa una de las obras colgadas en el Guggenheim. Arriba, detalle del montaje de la sección 'La fuerza de la vida'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/infinita-U10737031813RmC-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Sobre estas líneas, 'Sala de espejos del infinito'. A la derecha, un hombre observa una de las obras colgadas en el Guggenheim. Arriba, detalle del montaje de la sección 'La fuerza de la vida'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/1468339619-U04735833362SBS-278x329@abc.jpg)
Y llegamos a los dos capítulos capitales de la muestra, los dos 'episodios' que quieren poner en valor los comisarios. El primero 'Conectividad radical', el de la Yayoi Kusama vinculada al 'happening' y la 'performance', el que dio pie a una creadora híper comprometida socialmente (se opuso a Vietnam, contó con un club homosexual y ofició la primera boda –falsa– gay en EE.UU. en los 60...) y que alcanzó, aunque fuera por su mala fama (era 'la pintora nudista') gran notoriedad. Aquí se documentan en vídeo y con material de archivo algunas de sus colaboraciones.
Como su paso por Venecia con 'El jardín de Narciso', en 1966, de donde es expulsada por no tener permisos y donde vendía a 2 dólares las esferas de su instalación. Le ayudó a financiar aquello Lucio Fontana. No por casualidad ahora la instalación 'Nubes' descansa en el Atrio cerca de la obra de la colección del Guggenheim de este artista. No siempre la relación con otros creadores fue tan fructífera. Stella la regateaba precios precarios. Warhol le copió lo de los 'wallpapers'. La mujer de Oldenburg le reconoció que se inspiraron demasiado en ella para sus esculturas blandas... También en esta sección queda claro que lo de las colaboraciones de moda le vienen de lejos.
Las famosas calabazas
El segundo apartado relevante (de hecho, Mika Yhositake le comisarió en 2021 una expo solo sobre esta cuestión en el Botánico de Nueva York) es 'Lo biocósmico'. Su familia hizo fortuna con una empresa de semillas, y ella, en sus alucinaciones infantiles confesaba que las plantas le hablaban. Yayoi aprendió a coser durante la IIGM, obligada entonces a hacer paracaídas para el ejército nipón. Y algunas de sus primeras obras tenían como base los sacos de semillas de la empresa familiar. Aquí toparemos con sus afamadas calabazas...
A finales de los 70, Kusama vuelve a Japón. Ellos coincide con la muerte del padre y de su pareja, lo que la sume en una crisis que resuelve ingresando voluntariamente en el psiquiátrico. Y desde entonces. Así avanzamos, ya en la sala 103 (corte brusco en el recorrido) en la sección dedicada a la muerte, un concepto que termina asumiendo como prolongación de la vida. Y por eso aquí coinciden sus primeros dibujos botánicos, de 1945, o sus obras sobre la bomba atómica (un tema tabú en su país), o la instalación 'La muerte de un nervio' (1976), encarnación de sus flirteos con el suicidio. Pero tras la tempestad llega la calma, tras el silencio en el que se la sumió como creadora (también escritora), su renacimiento en las últimas décadas: condecoraciones, colaboraciones, representación de Japón en Venecia...
![Yayoi Kusama](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/28/yk_photo_by_yusuke_miyazaki_1-scaled-U35236076550yIl-366x206@abc.jpg)
Yayoi Kusama
'Desde 1945 hasta hoy'. Museo Guggenheim. Bilbao. Avda. Abandoibarra, 2. Comisarios: Doryun Chong, Mika Yoshitake y Lucía Agirre. Patrocina: Iberdrola. Coproduce: Museo M+. Hasta el 8 de octubre
La vida se impone y el arte adquiere un papel sanador. 'Mi alma eterna' será su serie más amplia, más de 900 pinturas, con algunos ejemplos que dialogan con sus obras más recientes, de antes de que la muestra inaugurara el verano pasado en Asia. La pandemia les redujo el tamaño, ante la imposibilidad de acudir al estudio y tener que trabajar desde el sanatorio. El resultado es una especie de instalación pictórica que no destaca tanto por la calidad de esta colorista obra última como por su optimismo vital. Kusama renaciendo de sus cenizas. Hasta que al sol se le apague la luz.
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