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Parecía imposible, pero hay heladas matinales, y agua, en el ecuador de Marte

El hallazgo tiene gran importancia para determinar la habitabilidad del planeta rojo y encontrar los mejores lugares para los futuros exploradores humanos

Hallan en Marte una zona volcánica activa del tamaño de Europa

La imagen de la cámara HRSC de la nave Mars Express muestra hielo en el fondo de la caldera del Monte Olimpo, el más alto de todo el Sistema Solar Adomas Valantinas
José Manuel Nieves

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No cabe duda de que Marte nos guarda aún muchas sorpresas. Y la última ha sido la de encontrar, por primera vez, hielo de agua cerca de su ecuador, concretamente en los volcanes de Tharsis, una región marciana en la que se creía que era imposible su existencia.

Pero ahí estaba, desafiando a los científicos desde la cima de aquellos altos y antiguos volcanes extraterrestres, haciéndose presente en forma de escarcha durante las gélidas mañanas del planeta. El hallazgo, llevado a cabo gracias a los datos de las misiones ExoMars y Marx Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA), se acaban de publicar en 'Nature Geoscience' y respaldan el papel de la circulación atmosférica recientemente localizada sobre estos gigantescos volcanes (entre ellos el Monte Olimpo, que con sus 22 km es la montaña más alta de todo el Sistema Solar), fruto del activo intercambio de agua entre la superficie y la atmósfera marcianas.

La región de Tharsis es una meseta situada en la zona tropical de Marte y en ella se encuentran algunos de los volcanes más grandes y altos de nuestro sistema planetario. Desde hace tiempo, las naves espaciales que orbitan Marte han observado sobre esta meseta nubes de hielo de agua y han medido ocasionalmente picos en la cantidad de agua atmosférica justo sobre los volcanes de la meseta de Tharsis. Lo que dio pistas sobre la existencia de un ciclo de agua activo operando en la región. Sin embargo, las condiciones promedio de la superficie en los trópicos no son propicias para la formación de escarcha de agua, y hasta ahora nadie había conseguido observar directamente que, en esas latitudes tan bajas, la condensación del agua en hielo sucede realmente.

Primeras imágenes

Bajo la dirección de Adomas Valantinas, de la Brown University en Rhode Island, los investigadores analizaron imágenes recopiladas por el Trace Gas Orbiter de la ESA (parte del programa ExoMars) e identificaron depósitos de hielo tanto en las cumbres de los volcanes como en el suelo de la caldera del Monte Olimpo. Según los datos, estos depósitos sólo aparecen a primera hora de la mañana marciana y durante las estaciones más frías.

Modelo de vista 3D de Olympus Mons observado por la cámara HRSC a bordo de la Mars Express de la ESA. En el fondo del cráter se aprecia la presencia de hielo Adomas Valantinas

Utilizando simulaciones de modelos climáticos, Valantinas y sus colegas encontraron que las temperaturas de la superficie eran consistentes con una escarcha compuesta de agua y no de dióxido de carbono, una interpretación respaldada también por el análisis de los datos de otras naves espaciales disponibles. Además, las simulaciones sugieren que los patrones de la circulación atmosférica sobre los altos volcanes de Tharsis (algo similar a los microclimas inducidos por las altas montañas de la Tierra) pueden llevar a condiciones que permitan la condensación de heladas en las cumbres y las laderas más altas.

Los autores del estudio estiman que la masa total de escarcha que se puede formar en los volcanes Tharsis es de unas 150.000 toneladas de hielo de agua, que probablemente se intercambia cada día entre la atmósfera y la superficie marcianas durante las estaciones frías del planeta. Aunque se trata de una pequeña fracción de la cantidad total del vapor de agua presente en la atmósfera de Marte, podría ser importante para los entornos locales de la superficie.

Detalla en 3D de los depósitos de escarcha descubiertos en la caldera del Monte Olimpo Adomas Valantinas

Según explica Jesús Martínez Frías, geólogo planetario y astrobiólogo del IGEO (CSIC-UCM), «se trata de un estudio novedoso en su conjunto y muy relevante desde el punto de vista científico, ya que conecta aspectos ligados al ciclo del agua en Marte y a las interacciones atmósfera-regolito/rocas, lo que conlleva aspectos no solo ambientales, sino también ligados a la habitabilidad del planeta».

Se trata, según el investigador, de «una pieza más en el complejo puzle que pretende desentrañar los procesos actualmente activos en el planeta rojo».

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