serán '20 minutos de terror'
En directo: Japón se convierte en el quinto país en llegar a la Luna con su 'francotirador' inteligente
La misión SLIM cuenta con una tecnología de aterrizaje de una precisión nunca vista. Su objetivo es comenzar el alunizaje a las 16.00 hora peninsular española
Una vez complete la maniobra soltará dos rovers, del tamaño de pelotas de tenis, para investigar el área alrededor del cráter y recoger muestras
Japón lanza con éxito Moon Sniper, su misión para intentar aterrizar en la Luna con una precisión nunca vista
El francotirador lunar japonés ya tiene la mira puesta en la Luna. De hecho, se encuentra en órbita desde el 25 de diciembre, pero fue el pasado 12 de enero cuando la agencia espacial japonesa (JAXA) avisó de que el módulo 'Moon Sniper' ya se había situado correctamente en su trayectoria previa al intento de alunizaje. Con ello, confirmaban que la maniobra de descenso se iniciaría este viernes 19 de enero a partir de las 16.00 hora peninsular española.
Con su misión Smart Lander for Investigating Moon (SLIM), lanzada en septiembre de 2023, Japón quiere ser la quinta nación en lograr un alunizaje exitoso después de la Unión Soviética, China, India y Estados Unidos, cuyo último intento de la mano de una compañía privada ha terminado en fracaso. Pero la ventaja nipona está en el 'Moon Sniper', un módulo lunar diseñado para hacer el alunizaje con una precisión sin precedentes. De hecho, recibió el apodo de 'francotirador lunar' por la tecnología de aterrizaje que contiene, extraordinariamente precisa.
La tecnología del 'Moon Sniper' está pensada para hacer coincidir las imágenes de sus cámaras a bordo con los datos de otras naves espaciales lunares para determinar su ubicación y luego navegar de forma autónoma hasta su lugar exacto de aterrizaje. Lo planeado es que se coloque en un radio de cien metros respecto al punto de referencia fijado en la superficie del satélite, un margen mucho más reducido de las zonas de aterrizaje habituales de varios kilómetros.
«Se espera que sean 20 minutos de terror sin aliento y entumecedores», dijo Kushiki Kenji, uno de los gerentes de la misión en la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), en un comunicado. Si sobrevive y completa la maniobra con éxito, revertiría la mala racha del sector aeroespacial japonés, que acumula dos misiones lunares fallidas, una pública y una privada. En 2019 la JAXA logró un aterrizaje de precisión sobre un asteroide, pero el reto es mayor en la Luna porque la gravedad es mucho más intensa.
Si esto funciona, sentará las bases para que futuras misiones aterricen exactamente donde deben hacerlo en lugar de a unas pocas decenas de kilómetros cuadrados del lugar preferido, como lo hacen ahora. «Los orbitadores lunares han proporcionado grandes cantidades de datos de observación de alta resolución de la superficie lunar», dijo Kushiki. «Por lo tanto, el interés en la ciencia lunar y la exploración de recursos se ha desplazado de 'en algún lugar de la superficie de la Luna' a 'esa roca junto a este cráter específico'».
Dos pelotas de tenis para investigar la Luna
Una vez que la nave espacial aterrice, liberará un par de rovers, cada uno con un método nuevo y extraño para moverse por la superficie lunar. Por un lado está el Vehículo de Excursión Lunar 1 (LEV-1), diseñado para saltar en lugar de arrastrarse sobre ruedas como los vehículos exploradores tradicionales. Luego está la curiosa LEV-2, una esfera un poco más grande que una pelota de tenis, diseñada por una empresa de juguetes Takara Tomy para rodar por el suelo y tomar fotografías. El módulo de aterrizaje también lleva instrumentos científicos para investigar el área alrededor del cráter al que apunta para su aterrizaje.
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Al igual que lo que logró India el pasado agosto, misión japonesa tiene como objetivo el polo sur de la Luna, una zona muy poco explorada. Por ejemplo, según las observaciones que realizó el año 2007 la también sonda nipona Selene, el lugar elegido para el alunizaje —uno de los bordes de Shioli, un cráter que se halla en el sureste de la cara visible de la Luna— contaría con minerales provenientes del manto lunar expuestos en la superficie. Unos yacimientos que permitirían obtener datos que completasen el conocimiento que se tiene acerca de la formación y la evolución posterior de nuestro satélite.
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