"Soy cristiano, pero también creo en la fuerza de los brebajes. A mi hijo le sirvió para encontrar trabajo. No debemos despreciar lo que es útil para nuestra descendencia", me cuenta el señor Elías, mi taxista.;
Jane, la guía de la casa-museo Nelson Mandela, me lleva de la mano a la vivienda de una famosa hechicera. Ladrillos buenos, puerta cerrada. Por lo visto, la pillamos usando piedras y huesos para resolver el problema de un cliente. No me puede atender, mala suerte. "A veces también te anuncia que te vas a morir pronto...", suelta impertérrita mi acompañante. Quizás haya sido lo mejor que la bruja esté ocupada.
Soweto es un acróstico. Su nombre original es South-Western Townships. Tiene una larga y complicada historia. Todavía hoy hay zonas en las que más vale no asomar la nariz, aunque es más tranquilo que años atrás. Claro que también tiene su zona reservada a quienes tienen dinero de verdad: se la conoce como Beverly Hills, y con esto está todo dicho, me parece. Fue en Soweto, antiguo gueto para negros explotados, donde en junio de 1976 se produjo la revuelta estudiantil que acabó literalmente en matanza. El Hector Pieterson Museum, próximo a la casa que aún mantiene Winnie Mandela, ex del mito, lo expone con detalle. Por ejemplo, que el origen de todo estuvo en la negativa de los negros a estudiar afrikáans. El legado del Apartheid está por todos lados. Porque fue aquí, en el gueto para negros, donde se inició el fin del régimen racista.
Pienso ya en volver al hotel, pero antes me paso por la parroquia Regina Mundi, donde solía predicar el arzobispo Desmond Mpilo Tutu, premio Nobel de la paz en 1984. Un amplio coro de escolares ensaya para un concierto benéfico el Mesías de Händel.; "Eso es bueno, que estén ocupados y no en la calle", susurra Elías, que a estas alturas es guía ademas de taxista. En una de las vidrieras de la iglesia... increíblemente aparece la efigie de Mandela. Pero soy la única sorprendida. Madiba es un mito en su tierra. No descarto que inicien su proceso de beatificación en cuanto puedan.
