Es una población que cuenta con estaciones bien definidas, pero recuerden que su invierno va de mayo a septiembre, con fuertes vientos y lluvias, y el verano discurre de noviembre a marzo, con aire seco y cálido aunque soportable. Las playas, dependiendo de en qué lado de la península estén, pertenecen a los océanos Índico o Atlántico. Table Bay para los deportes acuáticos además de Sea Point y Camps Bay, todas en el lado atlántico, son maravillosas playas de arenas blancas llenas de gente guapa y surfistas que disfrutan de mayor número de horas de sol (aunque el agua esté muy fría todo el año, unos cuatro grados menos que en el Índico.
Hay una gran oferta de bares con deliciosos cocktails y restaurantes de sushi y pescado fresco. Desde la arena se divisan la cabeza del león y los doce apóstoles, formaciones rocosas que son dos de las estrellas del cercano y cien por cien recomendable Parque Nacional de Table Mountain (la Montaña de la Mesa, nombrada no hace mucho Nueva Maravilla del mundo). Las playas de este lado son asimismo muy famosas por sus increíbles puestas de sol. Créanme, de las más bonitas que he visto en mi vida de viajera.
Las de la zona del Océano Índico, al otro lado de la 'falsa bahía', son más tranquilas y familiares y suelen ser frecuentadas por locales. Están más expuestas al viento, pero son igualmente maravillosas. Desde el impactante enclave del Cabo de Buena Esperanza, uno de los puntos más al sur del mundo (sólo superado por Cabo Agulhas) pueden divisarse ambos océanos. No se lo pierdan, pero estén preparados para rachas de viento que casi lo levantan a uno del suelo y también para un paisaje que te corta la respiración.
Pero si quieren una playa para vivir una experiencia diferente deben acudir a Boulders Beach, a 45 minutos de Ciudad del Cabo. Se trata de una reserva para cientos de pingüinos africanos que pueden ser contemplados en su hábitat natural en plena playa, y les aseguro que es una vivencia única para niños y mayores. Otro maravilloso enclave natural es la Seal Island, una pequeña isla que sirve de refugio a cientos de focas africanas. Desde el puerto de Hout Bay salen diariamente barcos de avistamiento. Si hay suerte, también pueden verse delfines y tiburones blancos. Se encuentra a seis kilómetros de las playas más al norte de la citada 'falsa bahía'.
Sin embargo, no todas las islas tienen una historia agradable que contar. Desde la costa en pleno Ciudad del Cabo se puede divisar 'Robben Island', la isla que desde el siglo XVII hacía las veces de una colonia de leprosos, para luego evolucionar en una especie de Guantánamo. Su prisionero más famoso fue Nelson Mandela, que estuvo 18 años aquí encerrado, en seis metros cuadrados de celda y en unas durísimas condiciones. 46.664 es hoy algo más que un número: es un símbolo, ya que era el número de celda de Mandela. Actualmente ya no funciona como prisión y hasta ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Se trata de un viaje sumamente interesante para conocer mejor la historia de Sudáfrica. Distintos ferrys salen desde el famoso Centro Comercial Waterfront en Ciudad del Cabo.
