1. Recopilarás información de guías, leerás blogs, preguntarás a amigos... y al final dará igual. Deberás estar preparado par lo inesperado.
2. Desaprenderás para aprender: asumirás que el tiempo, la vida, la muerte, las relaciones personales y comerciales no tienen nada que ver con lo que para ti es lo normal.
3. Intentarás no obsesionarte por la limpieza y la higiene, o más bien la falta de ella. Si lo piensas mucho no comerás ni dormirás ni viajarás sin angustia. Estuvimos dos días cargando con botellas de agua vacía hasta que entendimos que no había papeleras, no es que no las viéramos. Y comimos en sitios donde lavaban los platos en lugares donde yo no me habría lavado ni los pies si lo pienso dos veces...
4. Comerás de todo, pero intenta evitar la carne y los alimentos crudos. Si te preguntan "¿spicy?", responde siempre "very little" o no serás capaz de comerte el plato o incluso peor... tardarás cinco minutos en evacuarlo.
5. Llevarás saco sábana (la limpieza de las sábanas en los hostales deja mucho que desear, pero dentro de un saco sábana la vida puede ser maravillosa) y un pareo que te servirá para mil cosas en las que ahora ni caes.
6. Llevarás toallitas húmedas y toallitas íntimas. Dios las bendiga.
7. Te armarás de paciencia y de espíritu zen. Te será mucho más útil que cabrearte e intentar cambiar la idiosincrasia entera de un país porque tú tienes prisa.
8. No planearás tu viaje según los kilómetros que veas en tu guía desde España. Multiplica cada uno de esos kilómetros por tres y te acercarás más al tiempo real que vas a invertir en tus trayectos.
9. Participarás en las ceremonias de los templos. Te dejarás llevar por los cánticos y el ambiente participativo e integrador, comerás dulces y hablarás con los feligreses. Si estabas mosqueado porque has descubierto que te han estafado en el bazar, estos actos te reconciliará con el país.
10. Irás de compras. Los colores más maravillosos, la artesanía más increíble, los objetos más curiosos... todo está en los mercados de la India. Mi consejo: mira y pregunta muchísimo antes de comprar. Los precios pueden variar en unos cuantos ceros dependiendo de la honradez del vendedor. Y exceptuando cosas muy puntuales, casi todo lo volverás a encontrar más adelante.
11. Te harás fotos con ellas y ellos y además posarán para ti. No alucinéis cuando os pidan posar para ellos, te den al niño y te coloquen a la suegra al lado. Para ellos tú eres exotismo puro y lo más maravilloso de un viaje es interactuar con los autóctonos. Si no, me enchufo un documental desde el salón de mi casa y me ahorro el dinero, ¿no?
12. Te maravillarás con los colores. Para mí, lo más bonito de la India han resultado los colores de las telas, de los saris, los turbantes... todo es una foto de portada del National Geographic, pero recuerda la importancia de hacer fotos mentales.
13. Llevarás tapones para los oídos, abanico y sobrecitos de suero. Tres elementos que junto a las toallitas húmedas harán tu vida allí mucho más feliz.
14. Relativizarás la importancia de pisar mojones de vacas y cabras. No hay escapatoria.
15. Alucinarás con la fuerza de una lluvia monzónica y no te importará que las riadas de agua de la calle, color negruzco, te llegue por las rodillas y que se vaya la electricidad.
16. Y sobre todo, recuerda siempre que tú estás en su país por tres o cuatro semanas, y que si alguien debe adaptarse y amoldarse, somos nosotros a ellos y no al revés.
Y como dice la campaña de promoción gubernamental de turismo del país... Enjoy incredible India! (diviértete en la increíble India)
