Otra opción es tomar el tren. El trayecto dura sólo media hora y los precios oscilan entre 20 y 38 euros ida y vuelta. Hay suficientes opciones de horario para que alguna cuadre en nuestros planes. Al llegar a Segovia puedes seguir las indicaciones que indican el camino al Acueducto. La estación está muy céntrica, y en cuanto al coche puedes buscar en los aledaños de la Avenida del Padre Claret algún aparcamiento en zona azul, aparcamiento de pago o incluso callejear hasta encontrar sitio... ¡yo lo hice!
Y ahí lo encontrarás... majestuoso, imponente, impasible ante el desgaste del tiempo por mucho que cuenten en los telediarios que su piedra está sufriendo. El acueducto de Segovia es la construcción romana de ingeniería civil más importante de España y probablemente la mejor conservada. De hecho es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1985, junto con la ciudad vieja o casco antiguo. El acueducto fue construido con 25.000 sillares de granito... Vamos a jugar a los acertijos... ¿sabes que no se utilizó ningún tipo de cemento o argamasa para unirlos?, ¿sabes que tiene una longitud de 818 metros?, ¿que consta de 170 arcos? ¿sabes que su parte más alta mide 29 metros? Y la última... ¿sabes para qué son los agujeritos que tienen cada uno de los sillares? Algunos dicen que son disparos de la guerra civil, pero la verdad es que esas perforaciones servían para sujetar el mármol que recubría la piedra... ¿os imagináis qué preciosidad?
Bueno, tras las fotos pertinentes en el acueducto, podréis informaros en el Centro de Atención al Visitante en la misma plaza y echar a caminar, por ejemplo, por la Calle de Juan Bravo. Puedes tomar cualquier dirección, buscando callejear hasta llegar a la Plaza Mayor. Encontrarás la zona comercial del casco histórico pero por supuesto también un gran número de palacios medievales con portadas preciosas, patios llenos de columnas sorprendentes, fachadas con escudos y torreones. Además de la arquitectura civil típica de Segovia, con los esgrafiados en las fachadas de las casas y los techos de teja. Mientras caminas y te dejas envolver por la magia del entramado de calles, todo peatonal, verás la Casa del Sello en calle San Francisco, la Casa-Museo del Torreón de Lozoya en la plaza de San Martín, la Casa del Siglo XV (o de Juan Bravo), la Casa del Conde Alpuente o la Casa de los Picos.
La Plaza Mayor está presidida por la Catedral, un importante edificio del gótico tardío, llamada 'la Dama de las Catedrales'. Para mi gusto está demasiado limpia, tanto que le quita cierto encanto, pero es de reconocer que es un edificio precioso. El precio de la entrada es de tres euros. Asequible.
Si seguimos por la calle de Daoíz llegaremos hasta el Alcázar, una fortaleza militar enclavada entre los ríos Eresma y Clamores. Es preciosa, no sólo la fortificación sino también las vistas y el entorno. Yo fui la última vez este otoño y todo estaba inundado de colores ocres, rojizos y marrones. Una preciosidad... La entrada cuesta tres euros y medio.
Todavía nos quedan fuerzas para bajar por la Ronda de Juan II. Allí podemos ver el Museo de Segovia y seguir caminando hasta el barrio judío, en el que cada rincón, casa, balcón o portón son de admirar, y visitar también la puerta de San Andrés. Veremos una estampa muy bonita de un lateral de la catedral y de las pérgolas que adornan los bajantes. Yo recomiendo seguir perdiéndose por las callejuelas hasta volver al Acueducto, punto de partida de nuestra ruta. Si por un momento se le olvida al visitante la majestuosidad del monumento más emblemático de la para muchos capital de Castilla-León, lo recordará súbitamente al volver a toparse con él.
Sí, sí, ya sé que no he nombrado aún nada acerca del cochinillo... pues es porque sencillamente no me gusta. Pero para los puristas de este plato típico segoviano hay centenares de lugares donde poder degustarlo. Junto al acueducto se encuentra el conocidísimo Mesón de Cándido, pero también podrá degustar el cochinillo bien hecho en lugares como El Duque, el Bernardino o El Abuelo, en esta zona. También en torno a la Plaza Mayor se encuentra el Mesón Mayor, La Concepción o el Mesón Alejandro. Si quieres buscar una alternativa al cochinillo, puedes ir a la calle Infanta Mercedes, la 'calle de los bares' la llaman allí, y es donde paran a tomar algo los segovianos. Te recomendamos El Sitio. En la barra te ponen un pincho con la bebida, además de tapas variadas y abundantes como chistorra, salchichas y croquetas caseras, ensalada de caballa... Nosotros tomamos seis copas de vino y seis tapas y nos gastamos ¡sólo seis euros por cabeza!
El postre y el café también te lo recomiendo en otro lugar muy frecuentado por los segovianos. Junto al Teatro Juan Bravo, bajo los soportales de la Plaza Mayor, se encuentra La Oja Blanca (sí, oja sin hache). El café y los dulces y bizcochos caseros ya merecen la visita a Segovia, visita que de principio a fin os dejará con un muy buen sabor de boca...