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Palencia pone rumbo al Renacimiento

Un museo con cinco sedes en la comarca de Tierra de Campos permite descubrir la obra de artistas decisivos como Berruguete, Juan de Juni, Alejo de Vahía o Juan de Valmaseda

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Una joven fotografía una de las pinturas de la serie 'Reyes de Judá', de Pedro Berruguete, en Paredes de Nava ABC
Miriam Antolín

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Entre un 'mar' de campos de cereal que comienzan a observarse dorados y en pleno corazón de la provincia de Palencia el mapa esconde un conjunto de localidades que vieron nacer a distinguidos artistas del Renacimiento convirtiéndose así en cuna de la revolución artística y cultural que vivió hacia el siglo XV la península ibérica. Allí tuvieron sus talleres afamados pintores y escultores como Pedro y Alonso Berruguete, Alejo de Vahía y Francisco Giralte o el literato Jorge Manrique que, sin duda, contribuyeron de forma decisiva a la etapa renacentista española.

Hoy, la comarca de Tierra de Campos conserva una gran concentración de arte de esa época en la que lució en todo su esplendor y a través de un museo singular -con cinco sedes y distribuido en cuatro localidades- propone al visitante un viaje en el tiempo a través de piezas únicas para seguir las huellas de quienes fueron sus ilustres vecinos para comprender la concepción del arte y de la vida que supuso la llegada del Renacimiento, en contraposición a la etapa medieval anterior. Una mirada hacia el humanismo en todas las facetas del arte que surgió en Europa y de la que las joyas que atesora el Museo Campos del Renacimiento es fiel testigo.

Se trata de un peculiar y exitoso proyecto expositivo que entronca arte, cultura y fe. Con cinco sedes y distribuido entre las localidades de Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava es fruto de la unión de esfuerzos de la Diputación y la Diócesis provincial para dar a conocer los tesoros, en muchas ocasiones desconocidos, que se esconden en esta comarca palentina. Óleos, esculturas, documentos, piezas de orfebrería y artesonados únicos protagonizan este recorrido de alrededor de 50 kilómetros con cinco etapas en iglesias que son a la vez museos.

La ruta arranca en el templo de Santa María de Becerril de Campos. Allí el visitante podrá contemplar obras del pintor Pedro Berruguete que dan pistas de sus influencias italianas y también una importante colección de quien fuera vecino de esta localidad, el enigmático Alejo de Vahía. De origen, al parecer, nórdico se estableció en la localidad palentina desde donde creó una prolífica obra entre los siglos XV y XVI. Sin embargo, ninguna de sus piezas lleva su firma y los estudiosos han ido descubriéndolas y agrupándolas por sus características comunes. A este legado se unen tallas también de Juan de Juni, uno de los más afamados escultores de la escuela castellana, y de Francisco Giralte bajo el techo de un edificio con estilo predominantemente gótico con restos románicos e incorporaciones renacentistas y barrocas.

Talla de Juan de Juni ABC

Paredes de Nava es la segunda localización de esta singular muestra. La iglesia de Santa Eulalia acoge un cojunto de pinturas, piezas de orfebrería, documentos de la época y una magnífica colección de vestimentas litúrgicas. Entre ellas, se encuentra uno de los tesoros escondidos de Campos del Renacimiento. Se trata de las pinturas Reyes de Judá, una de las obras más reconocidas de Pedro Berruguete, que se encuentran en el retablo mayor. Desde allí, contemplan el paso del tiempo los óleos del Rey David -una de las piezas más populares del autor-, el Rey Salomón o el Rey Ezequias. Precisamente, en esta localidad nacieron tanto Pedro Berruguete como su hijo Alonso, que con su pincel y esculturas se convirtió en protagonista clave también en el Renacimiento español, como lo fue, en esta ocasión en el ámbito literario, otro de los ilustres descendientes del municipio, Jorge Manrique.

El siguiente punto en este recorrido se encuentra en Cisneros. En concreto, en la iglesia de San Facundo y San Primitivo, donde un centro de interpretación muestra los secretos de las techumbres mudéjares, y la de San Pedro, presidida por el retablo mayor de Francisco Giralte. Clave en este punto, como hilo conductor, es la figura del Cardenal Cisneros, cuyas raíces se hunden en esta villa y llegó a tener un papel fundamental en la Corona de Castilla. Por último, el viaje culmina en el templo de Santa María de Fuentes de Nava, donde reciben al visitante su impresionante artesonado policromado y la Asunción de Alejo de Vahía, entre otras joyas artísticas de esta etapa de esplendor en Tierra de Campos.

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