The Interlude, una antigua prisión convertida en un alojamiento de lujo
Situado en Melbourne, este centro penitenciario dispone ahora de 19 exclusivas suites
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En el mundo existen alojamientos para todo tipo de gustos. Desde casas en los árboles para los amantes de la naturaleza, pasando por burbujas transparentes para quienes quieren disfrutar de las estrellas, hasta pomposos complejos perfectos para los amantes del lujo. Entre las opciones más curiosas que se pueden encontrar están aquellos edificios que tiempo atrás cumplieron otra función, véase castillos que pertenecieron a notables monarcas o centros penitenciarios reconvertidos en hoteles de puro lujo. Es en esta última categoría donde se sitúa The Interlude, un retiro urbano basado en exclusivas experiencias.
Ubicada a solo 20 minutos del distrito central de negocios y el aeropuerto de Melbourne está la antigua cárcel de Pentridge, un atractivo turístico más del lugar que ofrece tours por algunos de sus módulos y que ahora, también, dispone de un hotel de primera categoría que conecta a los huéspedes con el norte ecléctico y creativo de la ciudad.
Levantado en gran parte entre 1858 y 1864, Pentridge es el complejo penitenciario más grande construido en Victoria en el siglo XIX. Hasta su cierre en 1996 fue la prisión más conocida y utilizada en la historia del estado y los criminales más notorios fueron encarcelados allí entre 1900 y la década de 1990. Ahora uno de sus módulos, el cual ha sido completamente renovado a partir de sus orígenes victorianos, acoge este alojamiento que ofrece 19 exclusivas suites que ocupan lo que antes eran las celdas y cuyos precios van desde los 674 euros por noche. Este precio incluye un itinerario personalizado, dos experiencias exclusivas, desayuno a la carta, bebida de bienvenida, selección de té premium Impala & Peacock, artículos del minibar de cortesía y regalo de despedida.
Las instalaciones también incluyen el restaurante North & Common, que instalado en el antiguo comedor tiene capacidad para acoger hasta 180 comensales. Este espacio gastronómico de primer nivel eleva a su máxima potencia la cocina de temporada regada por una amplia carta de vinos que incluye 150 referencias tanto australianas como internacionales. Los comensales podrán admirar las paredes originales de piedra azul y los techos de 10 metros de altura, así como un área al aire libre.
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Además, está el Olivine Wine Bar, ubicado en un antiguo espacio similar a una ciudadela construido con piedra azul tallada a mano hace 170 años y grandes puertas de madera, una piscina de relajación, un jardín con zona de fogata y múltiples espacios interiores para eventos que incluyen cuatro salas de reuniones de diferentes tamaños, todas con abundante luz natural e instalaciones audiovisuales de última generación y una capilla para aquellos que deseen organizar una boda en un sitio cuanto menos peculiar.
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