Cómo llevar la bomber, la chaqueta más rejuvenecedora
Esta primavera no hay firma de moda que no la haya coronado como prenda estrella
Cómo llevar la gabardina sin que resulte aburrida
Cuando te hablamos de las seis prendas que iban a ser tendencia en los próximos meses no nos equivocamos al mencionarte la chaqueta bomber como una de las imprescindibles. Es la preferida por los que más saben de moda esta primavera, especialmente después de que las principales firmas de moda la hayan versionado hasta la saciedad en sus colecciones de temporada haciendo así más accesible un diseño tan carismático que otrora se asociaba exclusivamente a los armarios más juveniles.
Resulta evidente, por tanto, que es una solución cómoda y muy apropiada para estos días de clima cambiante pero, ¿sabemos cómo hay que llevarla? ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de construir un look con ella? ¿en qué contextos puede fallar? Tratamos de arrojar un poco de luz sobre el asunto.
La chaqueta con efecto rejuvenecedor
La bomber es de carácter urbano pese a su origen militar –bebe de los mimbres de la cazadora de aviador ya que nació para proteger del frío a los pilotos en las cabinas abiertas de los aviones durante la Primera Guerra Mundial– y tiene multitud de declinaciones: guateadas, con capucha, a todo color, más finas, de piel, cortas, oversize... de entre todas ellas, dos se consideran básicas: la confeccionada en nylon de color verde y la conocida como «varsity» que incorpora letras o números bordados porque recrea la estética universitaria. Ambas cumplen con los mismos requisitos –cuello y hombros redondeados y puños elásticos– solo que en cada una de las versiones estos se adaptan de diversas maneras.
Lo mejor de esta actualización del clásico en 2023 es que vamos a encontrarla como siempre y también aligerada, sofisticada y en formatos deluxe, lo que hace que el abanico de opciones se amplíe más que nunca y, con ello, también su accesibilidad.
Ha pasado por muchas fases este tipo de chaqueta tras haberse asociado durante años a determinadas tribus urbanas, pero el hecho de que se haya decidido apostar por ella con tanta firmeza ha conseguido que se olvide cualquier ideología o connotación previa y se piense en ella simplemente como una sustituta de la biker de cuero, de la sahariana o por qué no, de la blazer. Y precisamente como alternativa informal a estas tres es como hay que tomarla a la hora de lucirla.
No es una chaqueta pensada para ambientes formales sino todo lo contrario. Su función es justamente la de relajar un estilismo. Por ejemplo, con unos pantalones de pinzas, una camisa y unos mocasines a los que de manera orgánica añadirías una americana puedes conseguir un look menos serio si cambias esta última por una bomber.
Su carácter rejuvenecedor es lo que la convierte en una gran aliada para ocasiones en las que se necesita una capa extra informal cómoda y manejable. Con unos vaqueros y una sudadera o unos chinos y un polo se logra un combo perfecto para los planes de fin de semana. ¿Y qué nos dices de probar con unos pantalones cargo y una camiseta? Un estilismo a la última facilísimo.
El mejor consejo para exprimir la chaqueta bomber es hacer una buena elección de la misma. Decantarse por una de colores estridentes repleta de dibujos no parece la mejor idea si no va en absoluto con tu forma de vestir, del mismo modo que no lo será si recurres a una que emule a Tom Cruise en 'Top Gun' si al ponértela sientes que aparece el efecto disfraz.
Ante la duda, piensa que los diseños lisos de algodón con menos volumen son garantía de acierto y ofrecen una mayor versatilidad a la hora de conjuntarla.
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Al fin y al cabo, su gran virtud es que consigue aportar confort por no contar con una estructura rígida como sí la tiene la americana. Si a esto le unimos el factor de que, al tener una silueta tan identificable, es capaz de centrar toda la atención, verás que sacarla partido durante el entretiempo es más fácil de lo que parece.
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