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MODA

Todo lo que debes saber de la moda drop o el auge de las colecciones cápsula

Adiós a las temporadas y las tendencias, ahora las prendas piden ser exclusivas y que invitan al consumo responsable

La moda más selecta cobra adeptos © Instagram @iamgalla
María Aguirre

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Cuando uno se para a reflexionar en cómo era el mundo en los noventa y cómo es en el año 2020, se da cuenta de la verdadera revolución que se ha producido en los hábitos de consumo de la población. La tecnología mucho tiene que ver en ello, especialmente en el valor añadido que ha tomado eso que llamamos inmediatez. La necesidad de tener algo ya, unido al de exclusividad, que eso que yo poseo lo tenga el menos número de personas posible , son los dos grandes deseos del consumidor, muy por encima del propio lujo, concepto que no es que haya perdido valor pero sí que se está en plena redefinición ante el empuje de otras prioridades en el cliente potencial.

Nueva definición de la moda

Sin embargo, mientras la mayoría de industrias de consumo se han ido adaptando a las nuevas circunstancias, da la sensación de que la moda sigue un poco anquilosada en esa dicotomía tan marcada entre el low cost y las temporadas que implica el circuito de desfiles. La primera ha volado, rauda y veloz, para posicionarse con fuerza en la vanguardia de los sectores que mejor han entendido el cambio de mentalidad y necesidades de su target; en cambio, la moda de pasarela camina a paso lento hacia una nueva definición de sí misma. Prueba de ello es que todavía se mantiene el modelo bitemporal en el que las colecciones ven la luz cada seis meses. Este modelo tiene cada vez más más de pasado y menos de futuro, y parece que por fin, poco a poco, son muchas las firmas que lo están entendiendo, de igual forma que han comprendido que el lujo y lo urbano y deportivo no tienen por qué darse la espalda constantemente.

En este contexto, hay diversas fórmulas que la moda, en este caso tratada como concepto global, ya ha intentado explotar para adaptarse al modelo de consumo actual más extendido. Uno de ello es propio de marcas accesibles como Zara o firmas de lujo como Supreme: consiste en acabar con las colecciones a largo plazo y dividirlas, como si de una serie se tratara, en pequeños capítulos semanales, de modo que siempre tengan algo nuevo que ofrecer a sus clientes cada siete días.

Otro modelo es el concepto pop up store , esas tiendas limitadas en el tiempo que generan necesidad en el comprador, ya que si quiere comprar en ella tiene que hacerlo a corto plazo. Y la tercera, la más extendida en el universo low cost y que poco aparece en el del luxury, son las colecciones cápsula: pocos diseños; exclusivos; creados por la fusión de dos firmas, ya sean un producto de ficción, un diseñador, un artista o simplemente dos marcas de ropa; y con un deadline en las disponibilidad de las prendas muy comprimido al lanzarse un stock muy limitado de la misma.

Firmas como la española Maour, por ejemplo, funcionan con este sistema "incorporando de manera gradual productos acordes al momento del año, la estación y el tiempo. Es decir, nos adaptamos al consumidor. No sólo ofreciéndole que se necesita en cada momento, sino que abogamos por un consumo responsable", explica su creador, Manuel Ordovás .

Un consumo responsable y una moda más selecta © Instagram @maourstudio

A este sistema de ventas al que se puede llegar, como te acabamos de demostrar, por varios caminos, se le conoce como drops, y en líneas generales son el camino que más frutos está dando a la industria textil para reinventarse. No dista mucho, por ejemplo, de lo que ocurre en la música, donde también está funcionando de maravilla las colaboraciones puntuales entre artistas -"colabs", que dirían los anglosajones-.

En definitiva, se trata de poder etiquetar la colección como limitada, porque es una palabra que en el consumidor tiene un impacto comercial sobresaliente, como la de artesanal en el mundo de la panadería, por mencionar otro ejemplo cotidiano.

La prenda perfecta, en el momento perfecto

Los drops llevan tiempo siendo explotados con maestría por muchísimas firmas low cost -las presentan por todo lo alto, se asocian a nombres relacionados con el lujo, como es el caso de las alianzas de con firmas de pasarela, y las asociaciones a los rostros de moda de la televisión, la música o las redes sociales, en el target al que van dirigidas-, pero es en las firmas de lujo donde está costando más asimilarlo. Entre otras cosas, por ese anquilosamiento al pasado, la nostalgia de lo que un día fue y ya no es. Pero no solo funcionan a dúo, el concepto es también singular.

"La principal ventaja del drop by drop en moda es ofrecer el producto perfecto en el momento perfecto . Fecha, época, momento, ¿Qué necesita el consumidor justo ahora?", cuenta Ordovás. "A su vez al estar espaciados en el tiempo evitamos la compra impulsiva y permitiendo al consumidor valorar más los beneficios de esa prenda, de manera que su satisfación con la compra sean aún mayor", prosigue.

El concepto de lujo ha cambiado, y las colecciones cápsula son una vía ideal para interpretarlo en pleno siglo XXI, ya que el hecho de que las prendas que forman parte de ella sean escasas, casi efímeras, las convierten en piezas mucho más deseables. El “ahora o nunca” de manual con el que se identifican de maravilla los drops, el presente y futuro de la industria de la moda.

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