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De vivir en un chalé de lujo a entrar a una secta y acabar deambulando por la calle: la historia de Alex Batty

El niño británico desaparecido hace seis años en Málaga y encontrado en Francia volverá a su país este fin de semana

Un repartidor de medicamentos lo encontró en la calle, de noche, y le dejó su Facebook para que pueda contactar con su abuela. Su madre y su abuelo son buscados por un presunto delito de secuestro

Preocupación por la desaparición de un estudiante español de Erasmus en Francia

El joven Alex Batty, localizado en Francia tras seis años desaparecido, será repatriado «en días» con su abuela británica

El joven Alex Batty. De fondo, la carretera por donde lo encontraron y la comisaría donde se encuentra actualmente ABC

Susan Caruana lleva seis años buscando a su nieto. Ha dado entrevistas, apremiado a las autoridades del Reino Unido y deseado que el pequeño Alex Batty, que tenía 11 años cuando desapareció, pudiera volver a casa sano y salvo. La última pista que tenía del niño estaba en Benahavís (Málaga).

Pero se lo tragó la tierra. Pidió que investigaran posibles sectas y comunas, que hallaran a su nieto, pero fue imposible hasta que el propio niño, convertido en un adolescente de 17 años escapó del lugar donde lo tenían oculto su madre y su abuelo. La historia de Alex Batty ha asombrado al mundo y comienza en un vuelo que aterriza en el aeropuerto de Málaga el 30 de septiembre de 2017. Su abuela, que tiene la custodia del menor, creía que ese viaje era para pasar unas vacaciones de unos días con su madre, Melanie Batty, y con su abuelo, David Batty. La realidad fue un viaje para hacerlo desaparecer y enrolarlo en una «comunidad espiritual», donde ha estado seis años con una vida itinerante entre países.

Aquel 30 de septiembre, desde el Aeropuerto de Málaga se trasladaron a Benahavís. Se trata de un pequeño municipio de la Costa del Sol, cerca de Marbella, con un casco urbano dedicado al sector servicios, sobre todo restaurantes, y rodeado de urbanizaciones de lujo. Una localidad con una de las rentas per cápita más altas de España y donde las mansiones parten en muchos casos de precios superiores a los cinco millones de euros. Un entorno idílico lejos de la habitual cultura «alternativa» de caravanas y furgonetas hippies. «Si ha estado aquí no ha sido en una caravana, porque no hay sitio para ello», afirmó a ABC el concejal de Benahavís Scott Marshall, quien explica que la historia la han conocido por los medios de comunicación y que no tienen constancia de nada en el Consistorio.

«Se dice que vino de vacaciones, pero no vivió aquí. No es alguien que se recuerde», apunta el edil, que sí reconoce que la casa en la que Batty dijo que iba a pasar unos días puede estar en Benahavís, ya que «hay muchas viviendas de ese estilo».

En una cuenta de Facebook con la foto de Alex Batty y con su nombre, el 29 de septiembre de ese año (2017), se publicó una foto de una mansión, donde se decía, a modo de alarde, que iba a pasar unos días. Se llama Terry's Villa y es una mansión imponente con jardín y piscina, como las que hay en las urbanizaciones privadas de este municipio de Málaga. Es de lo poco que se ha sabido del chico, del que hay otro perfil en la red social en la que aparece practicando artes marciales y que está enlazado al supuesto perfil de su abuelo David. Alex Batty fue un fantasma durante años, con un paradero lleno de conjeturas más que de certezas. En Málaga su rastro se esfumó. ABC ha comprobado que no existe denuncia ni diligencias de investigación por la desaparición. Ni en el puesto de la Guardia Civil del pueblo ni en la Comandancia de Málaga se interpusieron por parte de nadie. Según fuentes consultadas por este periódico, ni siquiera la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que suele recibir las alertas internacionales de búsquedas, ha tenido constancia del caso ni peticiones. Tampoco las hay en la Policía Nacional, ya que por cercanía a Marbella la petición de pesquisas podrían haber recaído en este cuerpo. Sin embargo, en la Comisaría Provincial no tienen constancia de nada sobre el asunto. Lo que sí se sabe es que su abuela Susan Caruana denunció en Manchester la desaparición el 8 de octubre de 2017, cuando el pequeño no regresó a casa.

«Guerreros contra el diablo»

La investigación se inició como un secuestro parental internacional. En 2018, Susan dijo que David había estado en una «comunidad espiritual» en Marruecos en 2014, por eso se llegó a investigar este hecho. Hasta se llegó a revisar si el niño estuvo en el Puerto de Málaga para coger el ferry a Melilla por si había cruzado a Marruecos e ir a la antigua comunidad itinerante en la que estuvo el abuelo enrolado.

El foco sobre la desaparición todos estos años se ha puesto en la influencia de David Batty sobre su hija Melanie para que se llevara al niño. El propio perfil de Facebook de David es inquietante. El abuelo aparece con la máscara de Guy Fawkes en 'V de Vendetta' y hay mensajes sobre los guerreros contra el diablo. Además de documentos sellados con la 'V de Vendetta'. Unas ideas en la que estaba inmersa también la madre de Alex, que es quien se lo llevó. Y nada se supo del chico en seis años, hasta que apareció en una carretera francesa y pidió ponerse en contacto con su abuela. Había escapado de la «comunidad espiritual» y quería volver al Reino Unido.

Fabien Accidini es un estudiante que repartía medicamentos cerca de Toulouse, cuando se encontró a ya adolescente Alex, de 17 años, deambulando por una carretera. Lo encontró cuando caminaba bajo la lluvia por una carretera de montaña sin iluminación, alrededor de las tres de la madrugada del miércoles. El conductor lo describió como un chico rubio, bastante alto, que vestía una sudadera blanca y vaqueros negros. En ese momento, portaba una linterna, un monopatín bajo el brazo y una mochila en la espalda. El adolescente le dijo que se llamaba Zach, pero luego le contó su verdadera historia.

Alex llevaba ya cuatro días caminando por las montañas, hasta una carretera situada a los pies de los Pirineos. El joven le narró cómo su madre lo había «secuestrado». Accidini, intrigado con la historia, buscó su nombre en internet y se dio cuenta de quién era realmente. Alex utilizó el móvil de Accidini para contactar a su abuela, y sus primeras palabras después de seis años fueron: «Hola abuela, soy yo, Alex. Estoy en Toulouse, Francia. Realmente espero que recibas este mensaje. Te quiero y quiero volver a casa». Así lo relató el rescatador de Alex a la prensa local.

La historia, que ya era intrigante, se volvió aún más fascinante con la información proporcionada ayer por el fiscal francés Antoine Leroy. La odisea de Alex comenzó cuando hace unos días tomó la decisión audaz de separarse de su madre en las imponentes montañas de los Pirineos. La razón detrás de esta decisión fue revelada por Leroy, quien afirmó que la madre de Alex le había comunicado al adolescente que la familia necesitaba mudarse a Finlandia. Esta declaración, según Leroy, marcó el inicio de un viaje tumultuoso que mantuvo al joven en constante movimiento durante días. El joven, junto con su madre y su abuelo, según el relato de las autoridades, llevó una vida nómada durante los seis años que han pasado desde que se le perdiera el rastro, y no se estableció en ningún lugar durante períodos prolongados. Leroy destacó que en este momento se están tomando medidas entre Francia y el Reino Unido para coordinar el regreso de Alex a territorio británico, donde se reunirá con su abuela este mismo fin de semana.

En relación con las investigaciones sobre el paradero de la madre de Alex, Leroy aclaró que, hasta el momento, no hay investigaciones en curso en Marruecos, donde según la abuela habían podido haber viajado justo tras la desaparición en el 2017, así como tampoco en España o Francia. «La única investigación está en Gran Bretaña», afirmó el fiscal, subrayando que no existe una orden de arresto internacional para la madre de Alex, aunque las autoridades británicas la buscan por un presunto delito de secuestro.

La comunidad en los Pirineos donde Alex habría pasado gran parte de estos años es, según Leroy, de naturaleza «espiritual» y sus miembros se dedican a trabajar en temas de crecimiento personal como «el ego», y además «practican la meditación» y creen en la reencarnación. Viajan de un lado a otro constantemente, llevando consigo paneles solares en sus viajes, según las descripciones hechas por el propio Alex a las autoridades.

Aunque muchos detalles sobre la vida de Alex siguen siendo desconocidos, Leroy descartó la idea que se extendió en la prensa de que la comunidad a la que fue llevado por su madre sea considerada un «culto» o una secta. Con respecto al abuelo del menor, apuntó que podría haber fallecido hace seis meses, aunque el joven no habría participado en el funeral. La historia de Alex sigue siendo un enigma, y las autoridades están trabajando para reconstruir la línea temporal de su viaje desde su desaparición hasta su huida, pero de momento el joven aún no ha dado muchos detalles. La policía francesa ha elogiado el «notable trabajo» realizado por los servicios sociales para cuidar de Alex, que se encuentra bien de salud.

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