El turismo glaciar en Austria se vuelve «muy peligroso»
El cambio climático se impone a la tradición de este país y el Club Alpino desaconseja esta práctica extendida
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![Gepatschferner Kaunertal, 2023](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/07/07/guntner-RwAKA15cohO3NimukFG6dzH-1200x840@diario_abc.jpg)
Hace dos años, el 3 de julio de 2022, poco antes de las dos de la tarde se produjo el colapso de un glaciar a lo largo de la popular ruta de la Marmolada, en los macizos Dolomitas. Una excursión escolar, que cumplía con la tradicional visita de fin de curso a los glaciares, vio cómo el suelo helado se abría bajo sus pies y murieron once alumnos. Lejos de tratarse de un incidente puntual, el Club Alpino austriaco constata ahora que fue sólo un adelanto de la situación que puede considerarse ya generalizada y por la que desaconseja practicar lo que en este país es una tradición y un elemento de identidad. Los alpinistas advierten que ya no es seguro y recomiendan evitar el senderismo de glaciar.
El jefe del servicio científico de medición de glaciares del Club Alpino, Andreas Kellerer-Pirklbauer, constata que los glaciares de Austria siguen perdiendo masa y longitud. «El retroceso de veinte metros de promedio este año, a pesar del invierno frío y la primavera lluviosa, está lamentablemente dentro de la norma, pero ahora es especialmente peligroso para los caminantes porque la superficie se agrieta, los huecos se agrandan y las lenguas se desprenden», explica. Kellerer-Pirklbauer, que también es responsable de la zona de los glaciares alrededor del Pasterze, en Carintia, insiste en que caminar sobre ellos, la actividad preferida de los austriacos en esta época del año, se ha vuelto «muy peligroso».
La escalada sobre hielo solo es posible en unos pocos barrancos de gran altitud y sombreados, a los que la mayoría de los caminantes no pueden llegar. En los flancos de las cumbres de las montañas, el material rocoso suelto queda expuesto por la desaparición del hielo y aumenta el riesgo de caída de rocas. Las subidas desde el refugio, el teleférico o desde el valle hasta los glaciares se han hecho más largas y e inseguras.
Recomendaciones
Dejarse guiar por expertos
El rápido retroceso de los glaciares impide que los alpinistas expertos establezcan nuevas rutas a tiempo, para que puedan ser seguidas por los aficionados, de manera que lo más aconsejable es contratar un guía experto y atender a las advertencias del Club Alpino.
Atentos al suelo
Atentos al suelo antes incluso de llegar al glaciar, porque en la zona de los bordes la superficie es resbaladiza y la nieve puede cubrir las grietas. Una vez alcanzado el glaciar, no adentrarse en él a menos que haya consciente de que otros grupos lo han hecho anteriormente y con enorme precaución.
Cuidado con las avalanchas de roca
En los flancos de las cumbres de las montañas, el material rocoso suelto queda expuesto por la desaparición del hielo y aumenta el riesgo de caída de rocas, de manera que es necesario estar muy atento durante las subidas desde el refugio, más largas e inseguras.
Evitar el hielo en zonas bajas
La escalada sobre hielo solo es posible en unos pocos barrancos de gran altitud y sombreados, a los que la mayoría de los caminantes no puede llegar. Lo mejor es evitar el hielo en las zonas bajas.
Las nuevas recomendaciones incluyen estar muy atentos al suelo antes incluso de llegar al glaciar. «En la zona de los bordes de los glaciares, la dificultad de caminar depende de las condiciones del hielo, que dependen a su vez del clima. El clima cálido y húmedo puede hacer que la superficie de un glaciar sea muy resbaladiza y la nieve puede cubrir las grietas», añade el experto.
El rápido retroceso de los glaciares, además, impide que los alpinistas especialistas establezcan nuevas rutas a tiempo, para que puedan ser seguidas por los aficionados. El glaciar más grande de Austria, el Pasterze, ofrece dificultades incluso para los miembros del Club alpino que se han acercado a medirlo. «La corriente del glaciar, que solía ser una masa de hielo, ahora se ha convertido en un río embravecido, lo que hace imposible cruzarlo», lamenta Kellerer-Pirklbauer.
Guía glaciar
El Club Alpino elabora cada verano un informe sobre los 90 mayores glaciares de Austria, y lo lleva haciendo desde hace 133 años. Esta guía sirve para garantizar la seguridad de los excursionistas y también como radiografía del estado de los glaciares. El pasado fin de semana, estos 23 alpinistas de glaciares y expertos voluntarios se reunieron en una especie de conferencia de urgencia para advertir de la situación de peligro y presentar nuevos métodos de medición, que no pueden ya limitarse a las dimensiones, sino que deben aportar datos sobre la profundidad del hielo. «En Austria ya no hay ningún glaciar que tenga una zona de cría que pueda siquiera acercarse a la conservación de la masa de hielo existente –se extiende Kellerer-Pirklbauer–. Los glaciares austriacos sólo existen gracias a las reservas de hielo acumuladas en el pasado, el frío y las precipitaciones a principios de año no pueden cambiar nada si a un verano con periodos críticos de calor le sigue un otoño cálido y seco, como ocurrió el año pasado».
En los pueblos de montaña, los ayuntamientos colocan lonas blancas sobre el hielo del glaciar, para intentar protegerlo. Pero a pesar de estas rudimentarias medidas de protección se espera que los glaciares austriacos desaparezcan por completo a más tardar en 2070. El Pasterze, en Carintia, tiene la mayor pérdida de longitud, con un nuevo récord negativo de 203,5 metros, seguido del Rettenbachferner, en el Tirol, con 127 metros. Además de las evidentes consecuencias en el ecosistema alpino, este retroceso amenaza con sepultar el sector turístico de la región.
La huella del turismo
Gerhard Lieb, del Instituto de Geografía e Investigación Espacial de la Universidad de Graz, insiste en que el turismo de glaciar no sólo se ha vuelto peligroso, sino que acelera el proceso. «El desarrollo de zonas glaciares hasta ahora vírgenes es una sobreexplotación de la naturaleza que ya no nos podemos permitir», critica Nicole Slupetzky, vicepresidenta de la Asociación Alpina de Austria, que desde niña ha escalado glaciarer con su padre, el geógrafo y glaciólogo Heinz Slupetzky. Se refiere a los planes de ampliación para la zona de esquí 'Glaciar Pitztal', tres glaciares que aún no han sido aprovechados para esquiar. Esos planes permitirían incluso abrir una de las zonas de glaciares vírgenes más grandes que quedan en los Alpes orientales, el Gepatschferner.
MÁS INFORMACIÓN
En su opinión, no sólo hay que renunciar a estos proyectos, sino que es necesaria la exigencia de una protección absoluta de los glaciares, que incluya no sólo las zonas glaciares, sino también las zonas anteriores, que han estado libres de hielo durante 170 años, y las morrenas.
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