El sínodo publicará las cuestiones sobre las que no hay consenso y solicita «escuchar a todos, especialmente a víctimas de abusos»
Este sábado, laicos y laicas votarán por primera vez las conclusiones de la asamblea
Las mujeres del Sínodo: «Por primera vez hablamos al mismo nivel que los obispos»
La asamblea del sínodo de obispos, en el que por primera vez votarán mujeres y hombres laicos, está abordando en estas horas la última cuestión relevante. Las discusiones sobre temas como el papel de la mujer en la Iglesia, la pastoral con personas LGBT ... o la autoridad del Papa ya han concluido. También está casi listo el documento final, con la lista de temas sobre los que hay acuerdo y las «cuestiones que siguen abiertas».
Entre hoy y mañana se presentarán propuestas de correcciones al texto, que será votado punto por punto el sábado por la tarde. El viernes fijarán el mecanismo de trabajo hasta el próximo sínodo en octubre de 2024, en el que sí que intentarán cerrar esas «cuestiones abiertas» y tomar decisiones sobre los puntos más controvertidos.
Para dar una idea del tono sereno de los debates, este miércoles los participantes en el sínodo han publicado una carta conjunta a todos los católicos en la que describen que han llevado a la asamblea «vuestras expectativas, vuestras preguntas y también vuestras preocupaciones». En la misiva adelantan que «el informe de síntesis de la primera sesión» que será votado este sábado y que se publicará inmediatamente después, «aclarará los puntos de acuerdo alcanzados, destacará las cuestiones abiertas e indicará cómo proseguir los trabajos».
En cualquier caso, el sínodo ha marcado un modo de trabajo y su propuesta es que «la Iglesia escuche a todos, empezando por los más pobres». «Se trata de escuchar a quienes no tienen derecho a hablar en la sociedad o se sienten excluidos, incluso excluidos de la Iglesia», dice sin precisar a quién se refiere.
La carta solicita especialmente «escuchar con espíritu de conversión, a quienes han sido víctimas de abusos cometidos por miembros del cuerpo eclesiástico, y comprometerse de manera concreta y estructural para que esto no vuelva a suceder». También menciona a «las personas que son víctimas del racismo en todas sus formas, especialmente, en algunas regiones, a los pueblos indígenas cuyas culturas han sido objeto de burla».
Entre los sujetos a los que la Iglesia debe escuchar con especial atención, la carta menciona también a las familias, en concreto, «sus preocupaciones educativas y el testimonio cristiano que ofrecen en el mundo de hoy». Para que nadie se sienta excluido ni siquiera dentro de la Iglesia, pide no dejar de lado en este proceso a los sacerdotes, «cuyo ministerio sacramental es indispensable»; los diáconos y los religiosos.
«También la Iglesia debe estar atenta a quienes no comparten su fe, pero buscan la verdad», concluye la carta. La idea del sínodo que se ha consolidado es que «nadie quede excluido de este largo proceso de escucha y discernimiento».
MÁS INFORMACIÓN
El sábado por la tarde tendrá lugar el momento culminante de la Asamblea del Sínodo de obispos. Será la hora de la verdad. A primera hora de la tarde, porprimera vez, laicos -hombres y mujeres- votarán al mismo nivel que los obispos para aprobar o rechazar el documento conclusivo con propuestas al Papa.
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