Los regantes del Tajo-Segura alertan de la «catástrofe» de recortar el trasvase
Los agricultores que utilizan las transferencias hídricas para trabajar advierten de que la producción se reducirá en un 40% y arrastrará también al empleo

Más que la llamada 'guerra del agua' entre Castilla-La Mancha y el sureste peninsular, como se ve desde fuera, los agricultores que riegan con los trasvases del Tajo al Segura prefieren asumir una batalla por el agua a diario por multiplicar sus ... caudales hasta el infinito. Incluso los expertos con mejor reputación del mundo, de Israel, y otros de Noruega y Marruecos vienen a estudiar sus sofisticados sistemas para tomar nota. Por ejemplo, usan 'embalses-globo' para evitar la evaporación y se merecen el apelativo de 'señores del agua', si no por ser dueños de la misma -como ha quedado patente- sí por la elegancia y mimo con que la tratan.
entre parras de uva de mesa (10.500), limoneros (3.600) y naranjos (2.400).
Pero la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a quien culpan de su incierto futuro, ha programado recortes en las transferencias hídricas que en el horizonte de 2027 mermarán el volumen casi la mitad. «Será una catástrofe, un 40% menos de producción llevará a un 40% menos de empleo, parece que quieren liquidar a los agricultores», advierte Felipe Andreo, presidente de la Comunidad de Regantes de Totana (Murcia), perteneciente al Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats). Desde que se descartó la «interconexión entre cuencas» para recargar los embalses de Entrepeñas y Buendía desde el Duero, a apenas medio centenar de kilómetros, y el Plan Hidrológico Nacional (PHN) como planificación global para toda España, las perspectivas no van a una solución estable para la llamada «huerta de Europa», entre Murcia, Alicante y Almería.

«Nunca ha sido fácil conseguir clientes como Lidl, cuesta años entrar y muy poco tiempo perderlo, pero si no les sirves los pedidos…». Es la tesitura a la que se enfrentan ahora Diego Pérez y su hijo Diego, al frente de Hortalizas La Serrana, compañía que exporta el 90% de su producción a toda Europa, Canadá y países de Oriente Medio, desde brócoli y alcachofa a frutas, si bien la escasez de agua disponible les ha obligado ya a no plantar sandías, de momento.
En algunos momentos de la campaña anual, llegan a contar con dos centenares de trabajadores e incluso podrían haber afrontado proyectos de expansión, tras consolidar una red de grandes distribuidores como el conocido supermercado alemán para el que trabajan desde hace dos décadas. «Cómo vamos a hacer planes a cinco años vista, si no sabemos si tendremos agua para el próximo verano», se lamentan el fundador de la empresa y su relevo generacional.
de plantas al año entre brócoli, alcachofa, coliflor, pimiento de pimentón y sandía, principalmente, un 90% exportado a Europa, Canadá y Oriente Medio.
A unos pocos kilómetros, Juan Bermejo se precia de conseguir «la mayor rentabilidad» que se conoce en el campo, con medio millón de euros de facturación por hectárea, en sus viveros que se extienden en varias plantaciones. Para lograrlo, ha construido una auténtica «autopista», una base de zahorra compactada como la de las carreteras y en pendiente con el fin de que al regar sus macetas de plantas ornamentales y flores, el sobrante caiga de nuevo a las conducciones para su reutilización.

Con 800 variedades diferentes que ocupan seis hectáreas, Viveros Bermejo comercializa como mayorista en España y un 20% para la exportación, ahora también con más compradores jóvenes que se aficionaron a la jardinería durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus y también para huertos urbanos de escolares y jubilados, entre otros destinos, aparte de las floristerías tradicionales.
de plantas ornamentales y para jardinería, con una productividad récord de medio millón de euros por hectárea, en una superficie total de explotación de seis hectáreas
«Nos dicen que reguemos con agua desalada, pero si no hay, no está hecho lo que hace falta para que la tengamos», reitera Bermejo, mientras enseña su compleja central de riegos automatizados por múltiples sectores, con turnos para cortar el paso del agua y esperar a que la tierra esté seca para repetir, incluso varias veces al día, pero por muy corto espacio de tiempo.
Placas de sombra
Otras técnicas que le permiten ahorrar caudales son las placas de sombra en el techo de los invernaderos para así reducir la radiación solar, y otras térmicas que mantienen la temperatura estable.
Hay más técnicas todavía en fase de experimentación, por ejemplo, colocar el riego por goteo más cerca de las raíces, a unos centímetros de profundidad, lo que entraña dificultades añadidas como el uso de repelentes porque la planta tiende a buscar el agua y revienta esos tubos.

Así lo está valorando ahora Felipe Andreo, el presidente de la comunidad, en una nueva explotación pendiente de saber si contará con recursos hídricos. De momento, este productor de uva de mesa y cítricos ya emplea sondas de humedad que detienen el riego cuando la planta no lo necesita. Y una de las fórmulas más eficientes consiste en recubrir los embalses pequeños en esa lona que «cuesta más que el propio embalse», pero que impide la evaporación y además «reinyecta» el agua de lluvia que cae encima del «globo» gigante a su interior por bombeo. Además, para economizar costes, están instalando placas fotovoltaicas con las que suministrar electricidad a esa maquinaria que impulsa los caudales.
La 'huerta de Europa' en números
El 70% de la exportación nacional hortofrutícola
Los productores del sureste peninsular han alertado de que si se quedan sin agua subirán los precios de la cesta de la compra por la dependencia de terceros países para abastecer a los mercados de toda Europa.
Más de cien mil empleos en peligro
Durante las últimas manifestaciones en Murcia, Valencia y Madrid, el sindicato de regantes Scrats ha vaticinado el riesgo para miles de familias por la destrucción de puestos de trabajo directos y en la industria agroalimentaria.
Aportación al PIB de 3.000 millones de euros
Un estudio de la Universidad de Alicante ha evaluado el impacto negativo de una merma drástica a los trasvases del Tajo al Segura, por los vínculos de esta actividad productiva con el resto de la economía en tres regiones.
Emisiones de CO2 sin 44 millones de árboles
Aparte de las hortalizas, hay 44 millones de árboles plantados cuya supervivencia depende de mantener los riegos actuales. Si se secaran o abandonaran, habría una polución inducida en la atmósfera al dejar de generar oxígeno.
Agua en los hogares de 2,5 millones de personas
Los trasvases no abastecen exclusivamente a la agricultura, hay 2,5 millones de habitantes de Murcia y Alicante cuyo suministro depende de estas transferencias, cifra que supera los tres millones con la población flotante en verano.
Más de 132.000 hectáreas de cultivo, 0 para el golf
En contra de las denuncias por uso del agua de trasvases para campos de golf, que es ilegal porque solo puede ser depurada, el aprovechamiento se destina a cítricos, frutales de hueso, huertas al aire libre y en invernaderos.
Pago de 426 millones de euros a la cuenca del Tajo
Los agricultores que explotan con alta rentabilidad estos recursos hídricos abonan cada año una cantidad fija aunque no se realicen trasvases por falta de reservas en los dos embalses de la cabecera, Entrepeñas y Buendía.
Camiones cisterna por falta de infraestructuras
El Scrats ha denunciado en reiteradas ocasiones que el envío de agua en cisternas en periodos de sequía a pueblos ribereños del Tajo se debe a falta de infraestructuras que se debían pagar con el canon sufragado por los regantes.
En contra de lo que piensan en otras zonas de España donde ven una sobreexplotación en las tierras del Segura, en Totana se ven largas extensiones de pinadas y campos sin labor. «Según los cálculos de los ingenieros, algunos cultivos necesitan hasta unos 4.800 metros cúbicos de agua por hectárea, pero en el último año nos han llegado apenas 900, la mitad de lo que había llegado de media en los anteriores ejercicios», señala.
Un 'gigante' de la uva
De la riqueza generada por el trasvase desde que llegó a esta región en 1979 da una idea que una sola empresa (Moyca) se ha convertido en el mayor productor de uva de Europa, con un volumen anual de 70.000 toneladas, que equivale a unas 25 veces las que se comen en de toda España en Nochevieja.
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La economía de Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía pueden encajar un duro varapalo si se reducen a la mitad los trasvases, tal como planea el Ministerio de Transición Ecológica con el plan de cuenca que eleva los caudales ecológicos del Tajo hasta los 8,5 metros cúbicos de agua por segundo en 2027. Para llevarlo adelante, Teresa Ribera cambió con una «torticera artimaña» -según el presidente del Scrats, Lucas Jiménez- el informe aprobado por el Consejo Nacional del Agua en el que se condicionaba esta medida a revisar la situación del Tajo en 2025 después de acometer obras y mejorar la depuración desde la ciudad de Madrid, por si «no era necesario» adoptar esa medida. La ministra lo negó y defendió su postura, pero los agricultores protestaron el pasado 11 de enero en Madrid ante lo que consideran una «sentencia de muerte».
Los sensores detectan cualquier fuga en la red o exceso de riego y se corta en 10 minutos
«Usan un mix de agua del trasvase, desalada, depurada y de pozos»
«Nos saltan alarmas que detectan cualquier fuga o exceso de riego en las 64 redes y en cinco o diez minutos estamos en el sitio para arreglarlo», explica Fernando Costa, director técnico de la Comunidad de Regantes de Totana (Murcia), mientras muestra mapas interactivos de las 64 redes para más de 4.000 comuneros asociados.
Esa «luz roja» también ha dejado ya sin agua para el resto del año hidrológico, hasta septiembre, a algunos agricultores que no han sabido dosificar su dotación y han visto cómo se les cierra el grifo. «Aquí se trata de no vaciar la 'despensa' y saber administrarse los recursos», resume el técnico, acerca de esta filosofía de trabajo tan arraigada en las vegas del Segura.
Los protagonistas
El Scrats agrupa a 80 comunidades de regantes
El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) aglutina a 80 comunidades comarcales y locales de Murcia, Alicante y Almería, con 80.000 agricultores.
Juntos con Castilla-La Mancha en Fenacore
Los regantes levantinos del trasvase y los castellano-manchegos pertenecen a la misma federación nacional Fenacore, junto con los de otras cuencas.
Rechazo de los pueblos ribereños, no del campo
La Plataforma en Defensa del Tajo y contra los trasvases surge de los pueblos ribereños y grupos ecologistas, no de agricultores.
Agua para la agricultura y para los hogares
El abastecimiento urbano tiene prioridad sobre el uso para riego y en los últimos cuatro meses solo ha llegado agua para los hogares.
Con este telecontrol tan riguroso y otras medidas y la modernización de sus equipos han conseguido la tasa del 100% de reutilización de caudales. «Usan un 'mix' mezclando los procedentes de trasvases, la desalinización, la depuración de todas las residuales de este municipio murciano y la de los pozos subterráneos», aunque en este último caso se cerrarán en 2027 por normativas medioambientales y, además, no representan una buena solución porque contienen demasiada «conductividad que estresa el cultivo», según Costa, que precisa que esa salinidad alcanza hasta 7,5 en la escala en que se mide este parámetro, frente a solo 1 o 1,5 de la procedente del Tajo-Segura.
En cualquier caso, la desalación presentada desde el Gobierno como la principal alternativa a seguir trayendo recursos hídricos desde el Tajo proporciona un riego que tiene que estar siempre mezclado con otras para no afectar a las plantas.
Precio triplicado
Además de que las desalinizadoras no pueden suministrar el cien por cien del caudal, su precio por metro cúbico se ha triplicado al expirar a finales del año 2022 la subvención estatal, con lo que pasó desde el 1 de enero a costarles 1,4 euros por metro cúbico, comparados con los 0,18 del trasvasado.
Desde las administraciones autonómicas valenciana y murciana reclamaron que se vuelva a financiar con fondos públicos esa diferencia de precio y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mostró dispuesta a renovar esas ayudas. No obstante, en el mejor de los casos, su precio quedará al doble de lo que cuesta traer agua desde el Tajo.
«Estamos infradotados, de los trasvases se suponía que llegarían 400 hectómetros cúbicos al año y la media de los últimos años ha sido 200, para nosotros unos 900 metros cúbicos por hectárea, cuando los ingenieros calculan que cultivos como la uva necesitan 4.800», detalla Felipe Andreo, presidente de la Comunidad de Regantes de Totana.
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