Un robo que se torció y salió mal, principal hipótesis del triple crimen de Chiloeches
Dos de los tres detenidos, todos del pueblo vecino de Pioz, son pareja y próximos al exnovio de la joven muerta
Un incendio que encubría un triple crimen en una casa de Guadalajara
Tres jóvenes -dos hombres y una mujer que no llegan a la treintena, muy conocidos en la zona, entre los que está el autor material- son los detenidos por la Guardia Civil por su relación el triple crimen de la familia Villar Fernández en Chiloeches (Guadalajara). Los hechos fueron descubiertos en la madrugada del sábado al domingo por el otro hijo de la pareja cuando llegó a su casa, un chalé de la urbanización Medina Azahara de la citada población, muy próxima a Madrid.
Los tres arrestados, entre los que hay una joven y su pareja, pertenecen al entorno cercano del exnovio de Laura Villar, la hija asesinada y, por tanto, también serían conocidos de la chica. Viven en Pioz, una población próxima y son conocidos en la zona. Uno de ellos es nieto de un exalcalde de esa localidad, y entre los detenidos también hay un individuo que, según los vecinos, trapicheaba con droga. El autor material, con antecedentes por robos, estafa, conducir sin carné, un delito contra la intimidad, desobediencia y resistencia a la autoridad, tendría 25 años. Laura tenía 22 y sus padres, Eugenio Ángel y Elvira, 52. Todo apunta a que el móvil fue económico, posiblemente un robo, aunque pudo haber alguna otra motivación previa.
Turno de noche
Los investigadores no descartan que los asaltantes creyeran que la casa estaba vacía o que solo se encontrarían con la hija, dado que sus padres trabajaban en el turno de noche. Eugenio, muy conocido en la urbanización por su bonhomía y su físico impresionante -1,90 metros de altura, y más de 120 kilos de peso-, trabajaba en una fábrica de vidrio próxima, mientras que su mujer, de carácter algo más introvertido, lo hacía en una de logística, también en Guadalajara.
Las detenciones se produjeron solo unas horas después de descubrirse los cuerpos. Una cámara situada en una gasolinera, en la rotonda de El Pozo de Guadalajara, el pueblo antes de llegar a Pioz, pudo grabar a los sospechosos tras huir.
Nada indica que los criminales llegaran al chalé por la entrada principal de la urbanización, en la que hay una garita en la que siempre presta servicio un vigilante y que tiene una cámara de seguridad. Las imágenes que graba quedan alojadas directamente en un servidor del ayuntamiento de la localidad.
Fue Yeray, el otro hijo del matrimonio, el que alertó de lo sucedido a Emergencias tras regresar de fiesta a las 3.32 de la madrugada y encontrarse un incendio en su casa. Los primeros en llegar fueron los vigilantes de seguridad de la urbanización (en el turno de noche hay dos). Nada más acceder a la calle vieron que salía humo blanco de la vivienda, situada en la calle Fuente Valdoma. Uno de ellos, muy corpulento, intentó sofocar las llamas con un extintor en el exterior y a continuación derribar la puerta, pero no lo logró. Justo en ese momento estallaron los cristales de la planta baja debido a la alta temperatura alcanzada dentro. Se calcula que el fuego podía haberse iniciado cerca de una hora antes y que dentro se alcanzaron los 800 grados de temperatura.
Una veintena de puñaladas
Un amigo y vecino de Yerai, que fue alertado por éste, también ayudó en esos primeros momentos de máxima tensión, a la espera de la llegada de los equipos de emergencia y uno de los vigilantes grabó esos momentos. Las imágenes han sido analizadas.
Cuando los bomberos de Azuqueca de Henares lograron sofocar las llamas, pasadas las cinco de la madrugada, hallaron los tres cuerpos en dos zonas distintas de la vivienda. Habían sido apuñalados. El cadáver de Laura, la hija, fue hallado en las escaleras de acceso a la planta superior. Se cree que trató de escapar de los asesinos. El matrimonio estaba en el salón. El cabeza de familia había recibido una veintena de puñaladas y tenía heridas de defensa.
El 112 recibió esa misma madrugada una llamada de la madre en la que alertó de que había escuchado ruidos en la casa y sospechaba que alguien había entrado a robar. Según explicaron varios vecinos a ABC, en la zona se suelen producir un par de robos al año, pero hasta ahora sin moradores en su interior y los autores suelen ser gente de la zona.
Los vigilantes de seguridad sostienen que los supuestos autores no entraron a la urbanización por la zona principal. Hay otras dos posibilidades: que llegaran en autobús hasta la parada que está a unos 800 metros de la casa o que lo hicieran en coche y rompieran una verja del perímetro (algo frecuente al parecer) y accedieran a través de ella.
Este lunes por la mañana el hijo de 21 años estuvo en la vivienda acompañando a los especialistas de la Policía Judicial y del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil que investigan el triple crimen.
Se piensa que los criminales tenían información de primera mano por su cercanía al exnovio de Laura, de quien tenía una orden de alejamiento. Este sujeto, que no está entre los arrestados, cuenta de hecho con al menos un antecedente por robo con fuerza.
La información sobre el caso se conoce a cuentagotas, ya que la juez del caso ha decretado el secreto de sumario. Los detenidos pasan hoy a disposición judicial
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