Fin al protagonista de las peleas de perros callejeras: Reino Unido comienza a sacrificar los American Bully XL

Javier Palomo

Madrid

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

02/02/2024
Actualizado a las 12:45h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

Tras la sucesión de varios incidentes relacionados con ataques de perros American Bully XL, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, tuvo que tomar a finales de 2023 la decisión de incluir en la 'lista negra' de canes a esta raza, ilegalizando su tenencia. «Este perro es un peligro para nuestra comunidad, especialmente para los niños», explicó Sunak tras la muerte de un hombre en septiembre, argumentando que no se trata sólo de «un puñado de perros mal entrenados» y que era necesario tomar medidas de forma «urgente».

Ahora, una vez aprobada la nueva ley sobre perros peligrosos, desde el 1 de febrero tener un American Bully XL será delito penal. Los nuevos propietarios pueden enfrentarse a multas y los canes podrán ser confiscados por las autoridades y ser sacrificados. Cabe recordar que este tipo de animales puede llegar a pesar más de 60 kilos, con un cuerpo musculoso y con gran fuerza y potencia a pesar de su tamaño. Debido a su genética, ha proliferado mucho en Reino Unido por su potencial para ser usado en peleas de perros callejeras.

Entre los últimos casos que alarmaron a la población británica, y que llevaron al Gobierno a vetarlos, se encuentra un ataque perpetrado en septiembre por dos canes en la localidad inglesa de Walsall, que provocó la muerte de un hombre. Además, ese mismo mes, un hombre de 60 años fue detenido después de que su perro atacase a una niña de once años en Birmingham, en un incidente que se saldó también con heridas para dos hombres que acudieron en auxilio de la menor.

Con esta medida, los American Bully XL se han convertido en la quinta raza de perros prohibida en territorio británico, además del Pit Bull terrier, el tosa japonés, el dogo argentino y el fila brasileño, en virtud de una ley de perros potencialmente peligrosos (PPP) aprobada en 1991.

De hecho, la raza de estos canes no está reconocida por el Kennel Club en el Reino Unido, la organización dedicada a la promoción y regulación de los perros de razas puras. Esto se debe a que son una variante —la más grande— de la raza American Bully, desarrollada mediante el cruce de varios perros, incluidos el American Pit Bull Terrier y el American Bulldog.

Los propietarios actuales de estos canes tienen la posibilidad de conseguir una exención y evitar su sacrificio. Para ello, deberán contratar un seguro de responsabilidad civil con daños a terceros, para cubrir los gastos en caso de que el animal muerda o hiera a otros perros o personas. Además, deberá pagarse una tasa de 92.40 libras (aprox. 105 euros) para cubrir los costos administrativos, llevar microchip y estar castrado. Si el perro tiene menos de un año en 31 de enero de 2024, debe estar castrado antes del 31 de diciembre de 2024. Si por el contrario es más mayor a fecha de 31 de enero de 2024, deberá estar castrado antes del 30 de junio de 2024.

Además, estos perros deberán ir siempre atados y con bozal en la calle, y permanecer en una zona donde no puedan escapar cuando se encuentren en propiedades privadas. Si el dueño no quisiera cumplir con estos requerimientos por propia voluntad, los dueños pueden optar por la eutanasia de su mascota y solicitar una compensación. Se estima que en Reino Unido hay unos 100.000 Bully XL y una semana antes de que entrara en vigor la ley sólo habían solicitado el certificado de exención unos 30.000.

Varios veterinarios consultados por ABC concuerdan en que el problema no reside en la genética de esta raza, que ni siquiera es reconocida como tal en algunos países. Consideran que se está criminalizando a unos animales que son cariñosos y apacibles si reciben la educación adecuada. En palabras del veterinario Carlos Rodríguez, los perros son el reflejo de sus dueños, sin importar la raza: «Si le enseñas a matar, matará, pero no por hacer daño, sino por agradar al ser humano que se lo ha enseñado».