Llenar las piscinas con agua de mar, el nuevo negocio para sortear las restricciones por sequía
Las empresas hosteleras y la federación de campings de Cataluña trabajan en esta opción para salvar la temporada turística pese a las dificultades técnicas
Tras la emergencia por sequía en Cataluña: 15 años sin inversiones despistados por el 'procés'
Una de las medidas incluidas en el plan de Emergencia por sequía que más temores ha despertado por su impacto económico en el sector turístico es la prohibición de llenar piscinas, una disposición de la que solo quedan excluidas las instalaciones inscritas en el ... censo de equipamientos deportivos de la Generalitat -se estima que unas 500- y que dispongan de un sistema de recirculación del agua. La medida afecta de manera directa a las piscinas de particulares y comunidades de vecinos, así como a las de hoteles y 'campings', lo que ha disparado las alarmas en el sector, que teme tanto por la hipotética reducción del número de visitantes que desistan de venir como por el deterioro de la marca exterior de Cataluña y Barcelona.
A modo de resumen, Jordi Clos, propietario de la cadena Derby Hotels y al frente del Gremio de Hoteles de Barcelona, señala a ABC lo que ve como falta de previsión de las administraciones en contraste con el esfuerzo que sí han hecho los establecimientos. «El turismo y la imagen de Barcelona se verán afectados», zanja.
![Rellenado de unas piscina con agua de mar](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/02/02/AquamarinaCostaBrava_Piscines-U51633187114HJL-760x427@abc.jpg)
Ante la imposibilidad de llenar las piscinas con agua dulce, de inmediato se han buscado alternativas, y la más directa ha sido mirar al mar: numerosas empresas ya han levantado la mano ante la perspectiva de negocio que se abre. Se trata de una alternativa factible desde el punto de vista técnico, pero tampoco tan fácil como se ha llegado a plantear de inicio. De hecho, las nuevas disposiciones por la Emergencia autorizan esta posibilidad, tanto de llenado parcial como total, pero con una salvedad: se podrá usar agua de mar siempre y cuando las piscinas «se llenen y se vacíen sin conexión a las redes de abastecimiento ni saneamiento». Se trata de evitar que el agua de mar acabe en la red de alcantarillado y salinice las depuradoras. La solución pasa por disponer de conducciones segregadas y un depósito provisional para almacenar el agua que se retira.
«Es el principal impedimento, y no todas las instalaciones tienen separadas las conducciones», explica a este diario David Tapias, director de Innovación de Fluidra, la multinacional de las piscinas con sede en Sabadell e integrada en el IBEX. El mayor problema es que los aparatos de electrólisis que se usan en las piscinas de agua salada están preparados para trabajar habitualmente con unas concentraciones de entre dos y cinco gramos de sal por litro de agua, mientras que el agua del Mediterráneo tiene hasta 35. En este caso siempre se puede recurrir a los métodos convencionales de depuración -cloro líquido o en pastillas-, algo que también se usaría en el caso de piscinas de agua dulce que se rellenarían con agua de mar para suplir las pérdidas.
Más corrosiva
El problema en estos casos es que el agua de mar es mucho más agresiva para las instalaciones, corrosiva, lo que obliga a modificar el mantenimiento. «Técnicamente es posible», se apunta desde Fluidra, otra cosa es el coste de traer agua de mar en cubas hasta las piscinas. Aunque eso es algo que no parece disuadir a quienes ya ven en esta solución una alternativa para salvar la temporada turística. El el caso de la Federación Catalana de Campings, desde donde explican que ya se trabaja en un plan en este sentido.
La Federación Catalana de Campings trabaja en esta opción, viable siempre y cuando el agua de mar no acabe en las alcantarillas
Si para algunos la sequía es una amenaza económica, para otros supone una oportunidad. Es el caso de Aquamarina Costa Brava, empresa dedicada de manera principal al uso de agua de mar en restauración y salud pero que, viendo el interés en relación a las piscinas, ha abierto una nueva división de negocio para centrarse en ello. Trabajan con camiones cisterna de 24.000 litros que se abastecen de agua marina del golfo de Rosas, señalan a ABC. «Hemos detectado que hay un interés creciente por parte de nuestros clientes y cada vez tenemos más demanda», explica Judit Puig, socia fundadora de la compañía.
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