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Arranca la misteriosa cumbre de los obispos españoles en el Vaticano, con la incógnita de la presencia del Papa hasta el último momento

Fueron convocados para fusionar seminarios en España, pero si asiste el Pontífice podrían ser abordadas otras cuestiones como los abusos o la futura renovación de la cúpula del Episcopado

La Conferencia Episcopal da por supuesta la participación de Francisco, aunque el portavoz vaticano no lo confirma

Los obispos opinan sobre la amnistía sin citarla: «Que se respete la autonomía del Poder Judicial y la libertad de los jueces»

El Papa con el presidente de Paraguay, Santiago Pena, este lunes, en su primer acto tras suspender la agenda por «inflamación pulmonar»

Todo está listo en el Vaticano para que arranque este martes la inédita cumbre de obispos españoles con los representantes del Dicasterio para el Clero, el departamento responsable de la preparación de sacerdotes y seminaristas. Todo, excepto dos cosas: la presencia de su principal organizador, el Papa Francisco, aquejado desde el sábado de una «inflamación pulmonar»; y la lista final de temas que se afrontarán.

El Pontífice, que ha descartado tener una pulmonía, está limitando su agenda desde el sábado para poder recuperarse y mantener el viaje del próximo viernes a Dubái, donde tiene previsto participar en la inauguración de la Cumbre del clima, la COP28 y reunirse con jefes de Estado y líderes mundiales.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó este lunes que con este objetivo «se han aplazado algunas citas del Papa importantes previstas para estos días y se han mantenido las de carácter institucional que son fáciles de sostener con las actuales condiciones de salud», insinuando, sin confirmar, que en principio no participará en el encuentro con los obispos españoles. Mientras, desde la Conferencia Episcopal, se da por supuesta su participación al convocar a los medios para después «de la reunión prevista con el Santo Padre».

En cualquier caso, los obispos españoles están ya en Roma y se les espera a las 8:30 de la mañana en el Aula Nueva del Sínodo, a pocos metros de la Casa Santa Marta residencia del Papa. Un cambio de ubicación de última hora realizado para facilitar la participación de Francisco. Oficialmente, el motivo del encuentro es una contundente redistribución de los seminarios en España, que incluiría el doloroso cierre de numerosas sedes y el reagrupamiento de los aspirantes al sacerdocio. Sin embargo, lo insólito de una reunión de este tipo -que los casi ochenta obispos españoles sean convocados en el Vaticano justo cuatro días después de estar reunidos en Madrid-, hace pensar a buena parte de los prelados que el orden del día podría incluir otros temas, como la cuestión de los abusos, la situación social y política de España o la futura renovación de la cúpula de la Conferencia Episcopal, prevista para el próximo marzo.

Este viernes, el secretario general del Episcopado, César García Magán, explicaba que entre los obispos «no hay temor con la visita al Papa», aunque sí reconocía que la convocatoria es «un hecho singular». Esa excepcionalidad es la que está generando una cierta «inquietud y preocupación» en un sector de los obispos. Algunos temen, incluso, que la visita sirva para comunicar relevos en el episcopado.

Chile, el único precedente de un encuentro episcopal sobre abusos

Lo más probable es que el Papa decida personalmente si participará o no en la reunión, y que lo hará en el último momento, en función de cómo se encuentre. Lo cierto es que la medicación está haciendo efecto y este lunes ya no necesitaba recibir antibiótico por vía intravenosa. Su presencia será más sencilla, tras el cambio de última hora, que reunirá a los obispos a escasos metros de su residencia.

Aparentemente, sólo Francisco y los líderes del dicasterio saben si en la agenda del encuentro figuran otros temas aparte del cierre y la unificación de seminarios. Fuentes vaticanas aventuran que, si en el encuentro se comentan otras cuestiones, como la crisis de abusos o la actualidad política española, sería con la idea de intercambiar impresiones y no para tomar nuevas decisiones.

Lo cierto es que sería extraño que en la reunión con el Dicasterio para el Clero se tratara el informe del Defensor del Pueblo sobre abusos a menores en la Iglesia, pues es un tema que sigue el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Una cuestión diferente es que fuera el propio Papa Francisco el que introdujera el debate. Por otro lado, el Pontífice tampoco se reunió con otros episcopados cuando se publicaron informes parecidos sobre la extensión de la crisis de abusos, como ocurrió al francés, portugués, alemán o suizo, aunque sí convocó en el Vaticano a la Conferencia Episcopal Chilena para analizar la mala gestión que estaban haciendo sobre esta cuestión. Tras aquella reunión, todos los obispos chilenos presentaron su renuncia al Papa, aunque éste sólo aceptó algunas.

La cuestión de los seminarios

En noviembre del año pasado, el Papa Francisco encargó a los obispos uruguayos Arturo Eduardo Fajardo y Milton Luis Tróccoli, que hicieran una «visita apostólica» a todos los seminarios españoles con la idea de «animar el desarrollo de la formación de los candidatos al sacerdocio». Las visitas comenzaron el pasado 13 de enero y se prolongaron durante dos meses.

En su entrevista a ABC, en diciembre del año pasado, Francisco explicó que se trataba de «una visita normal para ver cómo hacen las cosas, con ánimo de ayudar siempre, y no de inspeccionar para jorobar». Apuntó que «probablemente se hace por el pedido de algunos obispos».

Los obispos uruguayos llegaron a España en el año en que, por primera vez desde que se tienen datos, el número de seminaristas bajaba de mil, para situarse en 974 -cuando hace veinte años era casi el doble, 1699-. Los candidatos al sacerdocio se agrupan en los 45 seminarios diocesanos, más los Redemptoris Mater vinculados al Camino Neocatecumenal y el Internacional de Bidasoa, del Opus Dei, todos ellos incluidos en esta visita.

El bajo número, lleva a que cerca de la mitad de los seminarios tengan cinco o menos aspirantes al sacerdocio, muy lejos de los 25 o 30 que el Papa Francisco ha considerado como mínimo para que puedan «hacer comunidad». Por otro lado, también son muchas las voces que ponen en duda la formación que reciben los seminaristas, criticada por algunos como conservadora y por otros como laxa, pero que en la práctica se aleja de la 'Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis', el plan de formación que Francisco aprobó en 2016. Una realidad, conocida por los obispos, que les hace pensar que las conclusiones irán en la línea de cerrar los seminarios más pequeños y agrupar a los seminaristas en torno a aquellos centros de formación con una propuesta doctrinal más afín a los planteamientos del Papa Francisco.

Encuentro con la prensa

Fuentes de la Conferencia Episcopal Española prevén que el encuentro en el Vaticano se prolongará al menos hasta las 12:30. El orden del día oficial recoge darles a conocer un informe y, a continuación, un tiempo para preguntas y comentarios.

Se da por segura la presencia de los responsables de este dicasterio vaticano, el cardenal coreano Lazzaro You Heung sik, el arzobispo chileno Andrés Gabriel Ferrada Moreira, número dos del dicasterio, y el sacerdote Simone Renna, subsecretario.

A última hora de la mañana darán cuenta de la reunión en una rueda de prensa tanto el secretario general y portavoz de los obispos, César García Magán, como Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y presidente de la subcomisión episcopal de seminarios.

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