Las inundaciones en Grecia provocan una crisis sanitaria sin precedentes
Cerca de 300 griegos han tenido que ser hospitalizados por síntomas agudos de gastroenteritis, infecciones respiratorias y leptospirosis, debido al agua estancada que ha dejado el temporal Daniel
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La tarde del 7 de septiembre, las lluvias torrenciales empezaron a golpear a la localidad de Zileftí, en Tríkala, en la Grecia central. Ioana Kará y Zanos Zuzulas, un joven matrimonio de ganaderos, acudió al establo donde guardaban sus más de 750 cabras y ovejas, para intentar ponerlas a salvo. En cuestión de minutos, las modernas instalaciones de la granja 'Stalos', empezaron a inundarse, y con tan solo las 50 cabras que habían conseguido subir a un camión, la joven pareja tuvo que abandonar el resto de los animales a su suerte. «El agua llegó hasta los 2 metros de altura, y nuestras 700 ovejas y cabras murieron ahogadas esa misma noche», relata con tristeza Kará a este diario.
Sin embargo, 20 días después del suceso, el agua estancada aún sigue siendo un problema en esta localidad. «Llevamos casi tres semanas pidiendo a las autoridades locales que rompan una de las pequeñas presas de la zona para que el agua se retire», explica Kará. Ante la inacción de los organismos públicos, el pasado 21 de septiembre Zuzulas y un grupo de amigos accedieron a las instalaciones de la granja y sacaron al exterior los cadáveres en descomposición de los animales. «Ese mismo día, un camión de la empresa contratada por el gobierno central, se llevó unos 300 cuerpos y, desde entonces, estamos esperando a que vengan a por los demás», se lamenta el joven ganadero.
El joven matrimonio no es el único que se encuentra en esta situación. Según declaró este martes el viceministro de Protección Civil y Crisis Climática, Evánguelos Turnás, hasta el momento solo se han retirado el 75% de los cuerpos sin vida de los animales que murieron en las inundaciones.
Crisis de salud pública sin precedentes
«El hecho de que los animales muertos lleven 20 días en contacto con el agua, la tierra y el aire, está provocando una crisis sanitaria que nos llevará mucho tiempo superar», explica a ABC Jristos Jadchijristodulu, presidente del Organismo Nacional de Salud Pública y profesor de epidemiología de la Universidad de Tesalia.
Jadchijristodulu cree que esta crisis es más compleja que la del Covid-19 porque hay tres frentes abiertos. En primer lugar, las aguas estancadas en las que aún flotan decenas de cadáveres de animales de granja y roedores, están provocando que enfermedades zoonóticas como la leptospirosis, se estén propagando con rapidez en la zona. En segundo lugar están las filtraciones de agua contaminada en los acuíferos subterráneos que son, según el experto, «lo más preocupante, y que más tiempo tardarán en dar la cara, con consecuencias graves en la salud pública a largo plazo».
Por último, las plagas de mosquitos y el aumento de casos del virus del Nilo Occidental en las zonas más afectadas por las inundaciones es también uno de los ámbitos en los que las autoridades sanitarias helenas están teniendo que tomar medidas extraordinarias. «Se han colocado trampas de mosquitos en varios puntos de la Grecia central y cada dos días los mosquitos son analizados. Si hay positivos en este virus, la región es fumigada para evitar el contagio en humanos», explica el experto. Según comunicó este martes el Ministerio de Sanidad heleno, en la última semana una persona ha fallecido a causa de este virus y se han detectado más de 12 casos en la zona.
Agua contaminada
Aunque lo análisis de aguas se realizan a diario, los contagios de salmonelosis y otras afecciones intestinales no paran de crecer. «Nos han dicho que el agua es potable, pero no nos fiamos», confiesa Vula, una vecina de Karditsa a ABC. «Llevamos semanas bebiendo y cocinando con agua embotellada y así seguiremos hasta que venga aquí algún político y beba agua del grifo», añade visiblemente enfadada. Por su parte, la Dirección del Agua de la región de Tesalia ha prohibido temporalmente a los ciudadanos nadar en las costas de Magnesia y Lárisa tras haberse detectado la presencia de microorganismos peligrosos para la salud.
Desde este lunes, el temporal Elias golpea de nuevo las zonas afectadas por Daniel, y las aguas han vuelto a cubrir muchas de las zonas que empezaban a recuperarse, empeorando la crisis sanitaria que está causando estragos en la Meseta de Tesalia.
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