Incendio de Tenerife: ¿Cuál es el motivo de su reactivación dos meses después?
Las llamas que asolaron la isla el pasado agosto han vuelto con la misma intensidad, y según las brigadas forestales no creen que se extingan hasta Navidad
El fuego en Tenerife no quiere morir: «Esto no está ni mucho menos controlado»

Tenerife vuelve a arder. La reactivación de las llamas este miércoles, que se originaron el 15 de agosto, está teniendo impacto de nuevo en la zona alta de los municipios de Santa Úrsula y La Orotava. A pesar de que se había logrado controlar ... después de un mes de arduos esfuerzos y haber consumido aproximadamente 15,000 hectáreas en un área de alrededor de 90 kilómetros, el incendio que afectó a doce municipios, provocando la evacuación de unas 13,000 personas y más de 400 animales, ha vuelto a reavivarse. Aunque inicialmente se había declarado bajo control el 11 de agosto, no ha podido ser completamente extinguido y ya ha alcanzado el nivel 2 de alerta.
Hasta el momento el Cabildo ha obligado a desalojar a 3.200 vecinos y solo ha afectado a 40 hectáreas de superficie. A pesar de que las previsiones no son buenas, en el día de ayer el incendio se pudo contener en una «calma tensa», según declaró Manuel Miranda, consejero de Seguridad del Gobierno de Canarias. El temor surge del pronostico de climatológico, sin apenas lluvias, que provocará que el incendio no se extinga hasta Navidad.
Ahora, en el aire queda una pregunta: ¿Cómo puede volver a activarse un incendio casi dos meses después de su contención?
Altas temperaturas y vientos descendentes
La respuesta a esta cuestión la aporta Pedro Martínez, jefe de extinción de las Brigadas Forestales de Cabildo. «En general, los incendios los damos por extinguidos entre dos y tres meses más tarde, lo que tiene que ver con la llegada de la época de lluvias del otoño», explica. Sin embargo, Canarias sufre actualmente un episodio de altas temperaturas, acompañadas de vientos descendentes que alejan la idea de un otoño lluvioso. Estos factores han multiplicado los focos, lo que, unido a los vientos adversos, ha dado lugar a un caldo de cultivo perfecto para que se propaguen las llamas.
Fuegos del subsuelo
Según añade Martínez, desde finales de agosto, se han originado «muchísimas reproducciones», aproximadamente una cada dos o tres días. Esos focos, que reactivan los incendios, se deben a los denominados fuegos del subsuelo, que se propagan bajo la superficie y que están alimentados por la elevada presencia de materia orgánica seca. Incendios que no tienen llama por no disponer casi de oxígeno y que avanzan lentamente, quemando a un ritmo pausado.
«También son un peligro las llamas que se quedan dentro de grandes árboles, que van quemado su interior y que cuando encuentran un hueco salen, provocan su caída y se extienden alrededor«. Si no se ha dado antes la reactivación, se debe a que septiembre tuvo temperaturas más frías. Pero ahora con cifras de hasta 30ºC y con una humedad por debajo del 10%, las cosas se complican aún más. «Mientras esto siga así, la realidad es que, al estar el terreno o un árbol caliente, basta que entre un poco de oxígeno para que, potenciado por las altas temperaturas que secan el entorno, se propaguen las llamas».
Los próximos nueves días, cuya previsión meteorológica está marcada por el mercurio alto y la humedad baja, serán críticos en caso de que el viento juegue en contra y avive el fuego.
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