Los glaciólogos, 'forenses' en los Pirineos: «Solo quedan 140 hectáreas de hielo en toda la cordillera»
Son las superficies de hielo más meridionales de Europa pero se están extinguiendo: los expertos del Instituto de Ecología del CSIC dicen que ya no asisten a su preservación, sino a su desaparición
El turismo glaciar en Austria se vuelve «muy peligroso»
![El geógrafo Eñaut Izagirre, en pleno trabajo en los glaciares que aún quedan en el Pirineo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/09/23/enaut-izagirre-R95Cjj1uUNRXGM0AqlG4SEO-1200x840@diario_abc.jpg)
Glaciólogos del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) como Eñaut Izagirre acuden estos días a la campaña de medición del estado de salud de la cordillera. El termómetro de las manchas de hielo, muy sensible a las condiciones climáticas ... , atestigua que –aquí tampoco– no les queda demasiado tiempo.
Año tras año por estas fechas, montañistas y expertos presencian y dan fe de la «desaparición» de la superficie helada más meridional de Europa antes que de su preservación, en palabras de Izagirre. Este geógrafo vasco de cuna y antepasados maños de 33 años ascendió su primer tres mil a sus 6 e invoca que los glaciares no son solo un símbolo natural y también sentimental para los amantes y estudiosos de las cordilleras, sino que esculpen pacientemente el paisaje entero de éstas y son responsables, en su interacción con el mar, de la subida del nivel del agua.
Durante un receso de su expedición glaciar, ABC pregunta a Izagirre si, como el legendario escalador norteamericano David Breashears al llegar al Everest, se siente «asistiendo a la escena de un crimen». El de Elgoibar (Guipúzcoa) acepta que hace poco a él y al resto del equipo multidisciplinar que trabajan en Aragón provenientes de la Universidad del País Vasco, Salamanca, Barcelona, Islas Baleares y de Zaragoza, les han llamado «forenses, en el sentido criminológico de la palabra», porque están ya certificando una defunción.
No será inmediata, pero sí a corto plazo. De hecho, la Unesco pronosticó su final en 2050 y cinco lustros antes, para sensibilizar sobre la importancia de que siga existiendo hielo en la alta montaña, ha declarado el próximo 2025 Año Internacional para la Conservación de los Glaciares. El organismo, tal y como reivindican constantemente entidades ecologistas como Greenpace, estima que a mediados de siglo la presencia de glaciares en el mundo será anecdótica. Ya no cuentan con ellos otras cadenas montañosas como los Picos de Europa y los Apeninos, y solo en unas pocas en el globo, como las asiáticas o los Andes centrales, aún suponen un reporte importante de agua dulce para el suministro de las poblaciones cercanas.
En la barrera pirenaica, el Grupo de Investigación de la Criosfera (CryoPyr) al que pertenece Izagirre estudia la evolución espacial y temporal de todos los elementos que conforman la criosfera como la nieve, los glaciares o el permafrost, su respuesta al cambio climático y la influencia que tienen sobre la hidrología, diversos procesos ambientales y socioeconómicos. Calculan que en estos momentos «apenas quedan unas 140 hectáreas en 15 glaciares, incluido el Aneto, que no alcanza más de 40 hectáreas de hielo. Es una extensión similar a 140 campos de fútbol». En la década de los 80 había 39 glaciares.
![Imagen principal - Arriba, Comparativa fotográfica del glaciar de Aneto entre 1982 y 2022: (izquierda) fotografía de 1982 (F. Biarge, Fototeca DPH) y (derecha) fotografía de 2022 (I. Rico, CryoPyr). Abajo izquierda, una foto reciente del equipo de Eñaut Izagirre en el glaciar de los Infiernos. Drcha, abajo: Ubicación geográfica de los principales macizos donde se encuentran los últimos glaciares del Pirineo.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/09/23/antesydespuesdeglaciares-U35005825803Lpx-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Arriba, Comparativa fotográfica del glaciar de Aneto entre 1982 y 2022: (izquierda) fotografía de 1982 (F. Biarge, Fototeca DPH) y (derecha) fotografía de 2022 (I. Rico, CryoPyr). Abajo izquierda, una foto reciente del equipo de Eñaut Izagirre en el glaciar de los Infiernos. Drcha, abajo: Ubicación geográfica de los principales macizos donde se encuentran los últimos glaciares del Pirineo.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/09/23/izagirrecentroequipoglaciarinfiernos-U50232075353tBt-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Arriba, Comparativa fotográfica del glaciar de Aneto entre 1982 y 2022: (izquierda) fotografía de 1982 (F. Biarge, Fototeca DPH) y (derecha) fotografía de 2022 (I. Rico, CryoPyr). Abajo izquierda, una foto reciente del equipo de Eñaut Izagirre en el glaciar de los Infiernos. Drcha, abajo: Ubicación geográfica de los principales macizos donde se encuentran los últimos glaciares del Pirineo.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/09/23/macizos-U50840856716mhc-278x329@diario_abc.jpg)
El geógrafo contextualiza mejor la pérdida cuando relata cómo hace 200 años, en la época llamada pequeña Edad de Hielo –cuando el clima del planeta se contrajo en promedio un grado por debajo de la temperatura hoy normal, hubo erupciones volcánicas y se redujeron también las manchas solares, por lo que con menor presencia solar, el enfriamiento de la Tierra fue notable–, la superficie helada en el sistema pirenaico abarcaba 2.000 hectáreas o 20 kilómetros cuadrados repartidos en, al menos, 50 glaciares como el de Infiernos, que acaba de visitar el equipo de glaciólogos. En el caso de los pirenaicos, además, dice el CryoPyr que están situados en una frontera climática y altitudinal que acelera aún más su decadencia.
Eñaut Izagirre confirma que cada vez es más difícil y arriesgado caminar por los glaciares, de los que se desprenden rocas. Pide cambiar de hábitos incluso a los veteranos montañeros
En concreto, desde 1850 se ha perdido el 93% de la superficie glaciar en los Pirineos y la mayoría de los glaciares han desaparecido o disminuido hasta convertirse en heleros residuales (hielo de poco espesor que no tiene dinamismo ninguno).
La buena noticia
Como cada otoño –desde finales de agosto hasta mediados de octubre–, el grupo CryoPyr ha desembarcado en la frontera natural entre España y Francia y recorre palmo a palmo cada superficie de hielo. Su trabajo, que pronto verá la luz en una nueva publicación en revista científica, no deja espacio a las dudas acerca del retroceso que están experimentando los glaciares en el Pirineo. El equipo confirma que cada vez está siendo más arriesgado caminar por estas superficies de las que se desprenden rocas. Izagirre insta a los aficionados (y no tanto) a la alta montaña a cambiar de hábitos, como evitar las horas centrales del día en sus marchas, si quieren seguir asistiendo al espectáculo de las nieves perennes.
MÁS INFORMACIÓN
En esta ocasión Izagirre deja una buena noticia. Tras dos años catastróficos, 2022 y 2023, veranos en que comprobaron cómo el impacto del deshielo fue el triple de lo normal (tres metros, incluso más en algunos puntos de la alta montaña) los primeros resultados revelan que la nieve no ha desaparecido con tanta intensidad este año. «La humedad de la primavera ha permitido conservar ciertos puntos helados; lo cierto es que las pérdidas de hielo se han atenuado este 2024», afirma.
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