La gestación subrogada de Ana Obregón, un goteo de 2.350 casos pese a estar prohibida en España
El caso de la actriz, madre por esta técnica reproductiva en Miami, reabre el debate sobre las implicaciones de la gestación por sustitución
Ana Obregón, madre de una niña nacida por gestación subrogada a los 68 años
Irene Montero arremete contra Ana Obregón por el nacimiento de su hija por gestación subrogada y lo califica de «violencia contra las mujeres»
La regulación de la gestación subrogada: así está en España y en el resto del mundo
![Ana Obregón ha sido madre en Miami por gestación subrogada, que está prohibida en España](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/03/30/ana-obregon-kML-R5GkDCwn53Ddk6WfXGnQxVP-1200x840@abc.jpg)
«Lo que ha hecho Ana Obregón en Florida es absolutamente legal. Otra cosa es que nos guste o no nos guste». Así de tajante se muestra Consuelo Álvarez Plaza, doctora en Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid e investigadora y coordinadora ... de la Red Latina de Investigadores en Biotecnologías Reproductivas (Red Libre) tras conocerse que había sido madre por gestación subrogada en Estados Unidos, tal como publicó '¡Hola!'. En España es una práctica ilegal, pero miles de españoles ya son padres por subrogación porque acuden a otros países donde sí está permitido, como ha hecho Obregón.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores a ABC a través del Portal de Transparencia, desde 2010 España ha inscrito a 2.350 menores nacidos por gestación subrogada en el extranjero. La mayoría procedentes de Ucrania, país al que hasta antes de la guerra acudían parejas españolas heterosexuales que no podían tener hijos, donde el proceso cuesta aproximadamente 50.000 euros. También muchos de los bebés inscritos nacieron en Estados Unidos, donde la regulación varía según estado, por lo que algunos permiten que parejas homosexuales o personas solteras accedan a esta técnica. Los costes son bastante más altos, sobre los 100.000 euros de media.
El problema es registrar a los niños nacidos por esta fórmula al llegar a España. Tal como establece el artículo 10 de la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida, el contrato por gestación subrogada -también conocida como vientres de alquiler- es nulo de pleno derecho en España, donde la filiación del niño se determina por el parto. Aunque esto no ha servido como freno porque las autoridades terminan por regularizar estas situaciones anómalas.
Las inscripciones de menores se llevan a cabo en base a una instrucción dictada en 2010 por la Dirección General de los Registros y del Notariado que insta a ese registro y contra la que alertan desde hace años las organizaciones contrarias a esta práctica. «Llevamos años reclamando que se derogue esa instrucción que abrió la puerta falsa a la posibilidad de registrar a las criaturas nacidas por esta práctica», señala Alicia Miyares, portavoz de la plataforma No somos vasijas, contra los vientres de alquiler. «Con la misma facilidad con la que se generó se puede derogar, pero aunque los dos partidos de la coalición del Gobierno son contrarios a la práctica del alquiler de vientres no lo han hecho», sigue.
Sentencias a favor de la inscripción de los menores
Aun así, el asunto es más complejo. Por una parte, el Tribunal Supremo determinó el pasado abril que los contratos por gestación subrogada entrañan un daño al interés superior del menor y una explotación de la mujer que gesta a la criatura, «si bien prevalece la protección del menor», explica Delia Rodríguez, CEO de Vestalia Abogados de Familia. Por otra, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de la inscripción de estos menores. «En definitiva, y en sintonía con la normativa internacional y nacional, prima el interés superior del menor, de forma que, si bien la práctica está expresamente prohibida en España, a efectos prácticos se procederá a la regulación del menor por la vía de la adopción porque lo contrario confrontaría con la protección de la infancia», prosigue esta abogada.
La maternidad de Ana Obregón reabre así un debate que nunca se ha llegado a abordar en profundidad: la regulación de la gestación subrogada. Para Álvarez Plaza este caso engloba dos debates diferentes: el de la edad de la paternidad (la actriz tiene 68 años) y el de la gestación subrogada en sí. «Creo que lo que hay que abordar es el tipo de reproducción que queremos en la sociedad. Si aceptamos esto, hay que regularlo, igual que la donación de gametos, en la que también hay una cuestión ética y moral muy importante».
«Hay un vacío»
«Es un motivo más para su regulación», afirma por su parte Eduardo Chaperón, portavoz de la asociación de familias formadas por gestación subrogada Son Nuestros Hijos, sobre la controversia que genera este caso. «Uno de los argumentos que dan quienes están en contra es que nos saltamos la legalidad española para ir a hacerlo fuera... Pues si se regula se soluciona. Siempre es un buen momento para abrir este debate», dice.
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También la Sociedad Española de Fertilidad cree importante abordar el debate. «Creemos que sería necesario abordarlo desde todos los puntos de vista», asegura el presidente de la sociedad, Juan José Espinós. Aunque reconoce que es un asunto ético «muy controvertido», cree que requiere de un análisis más profundo. «En España, al no estar permitida la subrogación, hay un vacío para ciertos casos en mujeres que no tienen útero, por lo que no tienen la posibilidad de tener criaturas», explica Espinós, que aboga por dar solución a este tipo de casos a través de la gestación subrogada: «En casos específicos pudiera estar permitida porque corresponde a problemas que imposibilita a las personas tener esa gestación».
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