Fracasa en Polonia el intento de despenalización del aborto promovido por el Gobierno
Era una promesa electoral del primer ministro Tusk, pero no cuenta con mayoría parlamentaria para aprobarla
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Polonia a pagar 16.000 euros por obligar a una mujer abortar en otro país
El pasado mes de julio, el primer ministro polaco desempolvó su compromiso de campaña electoral de despenalizar el aborto, pero sólo unas semanas más tarde se ha visto obligado a reconocer que no será posible, debido a la oposición firme que se ha encontrado dentro ... de su propia coalición. Sin respaldo parlamentario suficiente para cambiar la ley del aborto, una de las más restrictivas de Europa, Tusk tira la toalla: «En este parlamento no habrá una mayoría a favor del aborto legal, en el sentido pleno de la palabra, hasta las próximas elecciones«.
Tusk, centrista, asumió el poder en diciembre, al frente de una amplia coalición de la que forman parte formaciones de izquierdas, que quieren legalizar el aborto, y conservadores que se oponen firmemente a ese proyecto. Modificar la legislación para permitir el aborto hasta la semana 12 de embarazo había sido una de sus promesas electorales y fue valorado uno de los grandes pasos hacia el proceso que daría Polonia tras retirarse el gobierno del partido Ley y Justicia (PiS).
Pero por el momento el asunto queda fuera de la agenda durante toda esta legislatura de cuatro años. Tusk está trabajando en nuevos procedimientos en la Fiscalía y en los hospitales, para aliviar algunas de las restricciones de facto y que permitan la práctica sin que el Gobierno la persiga. «Esto ya está en marcha y se notará mucho», ha prometido a los promotores del aborto libre.
De acuerdo con la legislación vigente, el aborto es posible únicamente en casos de violación, incesto, o cuando la vida o la salud de la mujer corren peligro. El anterior gobierno aplicó una nueva restricción que eliminaba el derecho al interrumpir el embarazo en caso de malformaciones fetales y muchos médicos alegan motivos de conciencia para no practicar abortos incluso en los casos en los que la ley los permite.
En los casos de violación o incesto, la víctima debe denunciar el delito ante la Fiscalía para que un tribunal pueda autorizar la intervención y la mayor parte del os abortos se llevan a cabo tomando píldoras abortivas enviadas desde el extranjero o viajando a otro país.
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«Solo puedo prometer que, en el marco de la ley vigente, haremos todo lo posible para que las mujeres sufran menos, para que el aborto sea lo más seguro y accesible posible cuando una mujer tenga que tomar esa decisión, para que las personas que se impliquen en ayudar a una mujer no sean procesadas», dice ahora Tusk, que había prometido en campaña eliminar la responsabilidad penal de quienes ayuden a las mujeres a acabar con el feto, la posibilidad de abortar hasta la semana doce de gestación y eliminar la prohibición de adquirir píldoras anticonceptivas. Todas sus propuestas han sido rechazadas, ya que han contado con 215 votos a favor y 218 en contra, además de dos abstenciones.
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