Desalojo forzoso de un hotel en Ibiza con 15 huéspedes: «Al fin echamos a los chorizos»

«Cerrado hasta nuevo aviso». El cartel en la puerta principal del Hotel Casa Victoria Suites de Ibiza avisaba a primera hora de este martes de que el establecimiento quedaba inoperativo. Pasadas las 10 de la mañana empezó el desalojo forzoso por orden judicial tras cinco años de litigios por impagos por parte del actual inquilino a su propietario.

Una masajista y un empleado de mantenimiento no ocultaron su sorpresa ante las indicaciones de la comisión judicial. Aunque, sin duda, los más contrariados fueron los 15 turistas que se alojaban en el edificio y que se vieron obligados a salir con sus maletas escoltados por la Guardia Civil.

El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Ibiza había ordenado este martes, mediante decreto judicial, el lanzamiento forzoso de todos los ocupantes del hotel para devolver la propiedad del inmueble a su legítimo propietario tras una dura batalla judicial. El fallo dio de plazo hasta el pasado 16 de febrero para abandonar el establecimiento de forma voluntaria, una situación que no se produjo.

El enfrentamiento arrancó en 2019 cuando el dueño se percató de que su arrendador había subarrendado a terceros y les cobraba cinco veces más, sin haberlo informado a la propiedad, según denunció el abogado del propietario.

El dueño del hotel inició un procedimiento judicial de resolución y extinción del contrato de arrendamiento ante esta situación, y desde entonces los arrendatarios dejaron de abonar las cantidades pactadas por el alquiler del hotel hasta hoy. En total, más de cinco años de impagos.

«Al fin hemos echado a unos chorizos», celebró en declaraciones a ABC el letrado del legítimo dueño, Jesús Crespo, del bufete Las Ciencias Abogados, después de una larga batalla judicial en la que se hicieron «todo tipo de recursos» -de apelación y casación ante el Tribunal Supremo- y hubo varios intentos de concurso de acreedores por parte de la mercantil arrendataria para paralizar el desahucio y retrasar al máximo su salida de la explotación hotelera.

«Mientras tanto, no pagaban y seguían haciendo caja», lamentó el abogado, que explicó que la mercantil explotadora del complejo hotelero, cuyos socios son empresarios conocidos de Ibiza, se «enriquecieron injustamente mientras colgaban el cartel de completo en las mayoristas de venta por internet, sin pagar el alquiler a la propiedad durante todo este tiempo». Unas pérdidas que el abogado cifra en 600.000 euros y que ahora se reclamarán a los arrendatarios.