Cardenal Omella: «No vamos a entrar en batallas para hacer caer gobiernos»
«El informe Cremades llega un poco tarde», explica el presidente de la Conferencia Episcopal en un desayuno informativo
El Defensor del Pueblo certifica 487 casos de abusos y da por válidos los 1.430 que le comunicó la Iglesia
![El cardenal Omella](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/12/12/omella-Rm1eP1HbbB33CAKoRu7ravJ-1200x840@abc.jpg)
Amnistía, abusos a menores, batallas «para hacer caer gobiernos», Abascal, financiación de la Iglesia, sucesión en la cúpula del Episcopado, seminarios y reunión con el Papa. El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal ha abordado todos los ... temas de la actualidad social, política y eclesial española, pero siempre al más puro «estilo Omella», como él mismo lo bautizó hace un tiempo. Ese que combina el tono conciliador con los chascarrillos y bromas, y ofrece respuestas tan abiertas y calculadas que rozan la ambigüedad mientras obligan a la exégesis.
Así, al ser animado a hacer una valoración de los católicos que rezan el rosario ante la sede del PSOE para protestar contra la amnistía, el cardenal ha respondido con otra pregunta. «¿Las personas que rezan y qué piden? Yo qué sé lo que pide cada persona en su conciencia, allá ellos, no controlamos las personas y los grupos», ha explicado. También ha añadido que «nosotros lo que queremos es siempre trabajar codo a codo por el bien común, si nos dejan, pero lo que no vamos a hacer nosotros son batallas políticas y batallas de hacer caer gobiernos. Nosotros propondremos valores que defender, por los que hay que trabajar y luchar«, ha continuado Omella este martes en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum en el Hotel Intercontinental de Madrid.
En la misma línea, al ser preguntado por las Además, preguntado por las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, quien en una entrevista en Argentina afirmaba que habrá «un momento dado» en que el pueblo español querrá «colgar de los pies» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el cardenal Omella ha tirado de consejo homilético para recordar que «tenemos que aprender a respetarnos y convivir y siempre que hablemos de las personas, estén en un cargo público o privado, siempre con respeto y, si se puede hacer con belleza, mejor.
Sobre la amnistía, Omella ha mostrado la misma calculada ambigüedad con la que los obispos se manifestaron en su pasada asamblea plenaria, cuando hicieron pública una nota sobre la cuestión en la que, paradójicamente, entre las 534 palabras del texto (título incluido) no aparecía 'amnistía'. De hecho, el presidente del Episcopado, que esperaba la pregunta, ha leído frases completas de aquella nota. «Yo creo que ya está dicho todo ahí», ha concluido tras la lectura, aunque ha añadido, ya de su cosecha, que siempre «insisto mucho en el diálogo y los acuerdos, y eso supone que uno gana algo y otro pierde algo, y eso es lo que buscamos». «Se puede cambiar la Constitución, nada es sagrado en estas normas que nos damos», ha concretado, aunque para ello ha pedido ese diálogo.
Un mismo espíritu afable que ha aflorado al hablar de sus relaciones con el Ejecutivo. «El diálogo que yo mantengo con el Gobierno a través del ministro Félix Bolaños, es cordial, hablamos de forma directa y no percibo una animadversión hacia los acuerdos y conciertos», ha comentado Omella. «Eso no quita que no se pueda cambiar alguno de los artículos de los acuerdos Iglesia-Estado desde el diálogo», ha añadido.
Por otra parte, Omella ha abordado la cuestión de los abusos en el seno de la Iglesia, desde todos los ángulos que han aparecido en las diferentes preguntas. Sobre el informe del Defensor del Pueblo, ante la mirada del mismo Ángel Gabilondo, el cardenal ha agradecido el trabajo, aunque ha reconocido que en entornos eclesiales «ha gustado y disgustado», ya que «nada es perfecto». Aún así ha valorado que les haya «permitido ver la foto del sufrimiento de las víctimas, especialmente su silencio».
«Es una profunda tristeza, nos duele que esto haya sucedido y más en el seno de la Iglesia», ha reconocido de nuevo, en referencia a los abusos a menores. Aunque ha añadido «sin que sea una excusa, sino una llamada de atención», que ese «escuchar a las víctimas, que es lo que de verdad importa, ojalá lo hagamos con los demás estamentos de la sociedad, que también ha producido víctimas y necesitan ser escuchadas».
Retraso del informe Cremades
«El informe Cremades llega un poco tarde», ha destacado a preguntas sobre la auditoría que la Iglesia encargó al despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo-. «Habíamos quedado que lo haría en un año», pero al retrasarse en su elaboración, «cuando lo entregue [está previsto a finales de esta semana] tenemos todo un trabajo hecho como el del Defensor del Pueblo».
Por otra parte, ha vuelto a criticar la extrapolación que algunos medios de comunicación realizaron de la encuesta de GAD3 que el Defensor del Pueblo encargó para su informe y que elevaba el número de víctimas de abusos hasta las 440.000 personas. Omella ha recordado que Gabilondo pidió que no se hiciera esa extrapolación y que el responsable de la empresa encargada del sondeo también ha señalado que esa cifra no se corresponde con el trabajo que han realizado. «Es una fake news - ha dicho Omella sobre la extrapolación- y hace daño, no sé con qué intencionalidad».
Así, ha pedido esperar al informe Cremades para conocer el alcance real de los abusos, aunque con «todo lo que ha hecho El País, el Defensor del Pueblo o la propia Iglesia tendremos más o menos una cifra». Omella no ha aclarado si la referencia a El País se refería a la extrapolación que realizó el medio, uno de los primeros en ofrecer la cifra de 440.000 víctimas, o las de la base de datos que han elaborado en la que reducen esa cantidad a 2.514. Una cifra más acorde con los 487 casos certificados en un primer momento por el Defensor del Pueblo (aunque, como desveló ABC, al menos uno de ellos era falso) y los 1.430 que la Iglesia católica le habría comunicado a Gabilondo.
Tampoco ha faltado una pregunta sobre la reciente visita de todos los obispos españoles al Papa Francisco. El cardenal Omella ha insistido en que la reunión fue exclusivamente para hablar sobre el futuro de los seminarios y hasta ha recordado su gesto, «por Jesusito», con el que trató entonces de convencer a los periodistas. «Nos lo tenemos que tomar en serio», afirmó sobre el plan sobre el futuro de los seminarios españoles presentado por el Dicasterio para el Clero. Se trata de un «plan de reconversión de tres años» en el que «probablemente muchos tengan que reagruparse» porque «queremos seminarios grandes y no pequeños». Omella ha reconocido la resistencia de algunos obispos a este proceso, pero «somos disciplinados y si el Papa nos dice que hay que ir por ahí, iremos», ha sentenciado.
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Sobre su sucesor al frente de la Conferencia Episcopal, que será elegido en la Asamblea Plenaria del próximo marzo, ha eludido pronunciarse frente a los dos nombres que se le han planteado, el del arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, y el del arzobispo de Valladolid, Luis Argüello. «El que entra Papa en un cónclave, sale cardenal», ha recordado Omella, que ha alabado el proceso de elección que, con la votación de sondeo, facilita las «murmuraciones» sobre el mejor candidato. «Al final, salga quien salga, es el presidente y seremos buena gente con él», ha comentado con una sonrisa.
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