Las bendiciones gais «sacan a la luz la división en la Iglesia»
El cardenal 'Tucho' Fernández reconoce el malestar y asegura recibir amenazas tras la declaración vaticana
En España, una petición en internet ha recogido ya más de 11.000 firmas para pedir al Pontífice que la retire
'Vendetta' en el Vaticano con un libro de alto contenido sexual
Este sábado el Papa saldrá del Vaticano para encontrarse con los sacerdotes de la ciudad de Roma. El invitado más incómodo al encuentro en la basílica de San Juan de Letrán será la cuestión de las bendiciones informales a parejas homosexuales, decisión que ha ... desencadenado una inusitada cadena de críticas abiertas contra el Pontífice y su principal consejero doctrinal, Víctor Manuel 'Tucho' Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
No está claro si Francisco decidirá afrontar abiertamente la cuestión, aunque si lo hace seguramente llamará a la crítica constructiva que no rompa el diálogo. Mientras que el texto ha recibido el apoyo de conferencias episcopales como la alemana, la belga, la portuguesa o la francesa, los obispos africanos han acordado con el Vaticano una suspensión de su aplicación y el cardenal Sarah ha dicho abiertamente que la considera una herejía.
En Casa Santa Marta consideran que la virulenta oposición al documento es «ideológica», y parece que esperan que el tiempo traiga la calma, diluya los extremismos y permita una reflexión sosegada. Sin embargo, en los últimos días se ha endurecido el tono de quienes contestan la decisión y el Vaticano está buscando vías para controlar el incendio antes de que se vaya de las manos.
«Hoy hay una enorme libertad para decir de todo, también dentro de la Iglesia», responde el cardenal Víctor Manuel Fernández a la agencia EFE, que le pregunta sobre las acusaciones de herejía vertidas por el cardenal Sarah. En su opinión, explica al diario 'La Stampa' de Italia, «no es que la declaración vaticana esté provocando divisiones, sino que las está sacando a la luz».
El purpurado, que está multiplicando las entrevistas, reveló este viernes que ha recibido tres mensajes con la amenaza de que «le destruirán». Ese ataque ya ha comenzado con la filtración del libro «La pasión mística. Espiritualidad y sensualidad», que escribió en 1998 y que él mismo retiró del mercado. En el texto hace paralelismos entre la sexualidad y la oración, con ejemplos de bastante mal gusto. «Ahora no lo escribiría», reconoce. Ha dicho también que el Papa conocía la existencia de ese libro, que ya fue investigado por el Vaticano y que no contiene errores doctrinales.
Sobre 'Fiducia suplicans', asegura a EFE que el documento «no defiende 'lobbies gays' ni manifestaciones de 'orgullo' gay, ni nada de eso. Al contrario, piensa en muchos creyentes que sufren por sentirse fuera de la Iglesia, por no poder recibir ningún gesto de cercanía paterna». Fernández defiende la decisión de publicarla, pues su departamento ha recibido muchas consultas en los últimos meses al respecto, y se corría el riesgo de que la cuestión eclipsara el sínodo sobre la sinodalidad convocado en octubre.
La oportunidad de las bendiciones ocupa las comparecencias públicas de cada cardenal en Roma. Mauro Gambetti, arcipreste de San Pedro, dio el jueves una rueda de prensa sobre la restauración del baldaquino de Bernini de la basílica vaticana, y la única pregunta que recibió fue sobre si ha empezado a ofrecerlas. Aunque la cuestión contradecía las indicaciones del documento, que se refiere a bendiciones espontáneas no litúrgicas, Gambetti explicó que «nos movemos con linealidad en el surco trazado por el Magisterio. No sé si alguien las ha solicitado, pero sí que intentamos atender a cada persona, acompañar a todos».
«Las reacciones al documento sobre las bendiciones muestran que se ha tocado un punto muy sensible«
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado vaticano
En el debate ha tenido que entrar incluso el prudente cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, quien reconoció que «las reacciones al documento sobre las bendiciones muestran que se ha tocado un punto muy sensible, que requerirá un análisis muy profundo». «En la Iglesia siempre ha habido cambios, de hecho, la Iglesia de hoy no es como la de hace 2000 años. La Iglesia está abierta a los signos de los tiempos, atenta a las necesidades que surgen, pero también debe ser fiel al Evangelio, a la tradición, a su patrimonio. Así que, si estos fermentos sirven para caminar siguiendo el Evangelio, para dar respuestas, son bienvenidos», añadió el cardenal a la salida de una conferencia sobre la política exterior de la Santa Sede.
«La cuestión clave es qué significa el bautismo para los cristianos, y si puede negarse la bendición a un bautizado que la solicite, aunque esté aplazando la práctica religiosa a un futuro aún no definido», apunta un experimentado eclesiástico.
Fuentes vaticanas consideran que la variedad de reacciones se explica también por la variedad de situaciones y contextos en los que puede aplicarse la medida. Aclaran que el documento no es preceptivo, no da una indicación general, sino que autoriza estas bendiciones para los casos en los que sea posible impartirlas sin crear escándalo. Algo que por ahora, parece bastante complicado.
Firmas para que sea retirada
Quizás consciente de este ambiente de división, el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal -que ha estado esta semana, junto a otros 30 obispos españoles, de ejercicios espirituales- publicaba en la red social X que «estos días» ha estado meditando el número 834 del Catecismo. El texto señala que «las Iglesias particulares son plenamente católicas gracias a la comunión con una de ellas: la Iglesia de Roma 'que preside en la caridad». «Es precioso. Espero que os ayude», explicaba el cardenal a sus seguidores.
Lo cierto es que el concepto de «comunión» es uno de los más repetidos en ambientes eclesiales españoles en los últimos días, tanto entre los que comparten la idea de bendición introducida por la 'Fiducia supplicans' como los que piden al Papa una aclaración o rectificación. Lo curioso es que ambas partes se acusan mutuamente de romper la comunión con sus decisiones a la par que la invocan como solución.
Estos días estoy meditando el número 834 del Catecismo. Es precioso. Espero que os ayude: «Las Iglesias particulares son plenamente católicas gracias a la comunión con una de ellas: la Iglesia de Roma "que preside en la caridad"» (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Romanos 1,…
— Card. Juan José Omella (@OmellaCardenal) January 11, 2024
La iniciativa más significativa en España es la recogida de firmas, a través de la plataforma Change.org, para pedir al Papa que «por el bien de la Iglesia, anule 'Fiducia supplicans'». Una idea original, que no se ha dado en otros países y que surgió el 31 de diciembre de cinco sacerdotes, cuatro de la diócesis de Toledo y uno de Cádiz-Ceuta, quienes se apoyaban en el canon 212 del Código de Derecho Canónico, que establece el «derecho, y a veces incluso el deber» de los fieles de «manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarlo a los demás fieles».
De esta forma, hicieron público un comunicado en el que desde la «Tradición y el Magisterio secular» explicaban que «bendecir parejas en situación irregular o en convivencia homosexual, aunque sea de forma extralitúrgica, contradice el plan de Dios». Por esa razón, añadían que «en conciencia no podemos aceptar el reconocimiento de este tipo de bendiciones», por lo que pedían al Papa que anulara la declaración.
La iniciativa tuvo un tímido respaldo durante los primeros días, hasta que, paradójicamente, comenzó a tener mayor difusión al airearla varios medios contrarios a sus pretensiones. Los medios señalaron también algunos aspectos de la currículum y declaraciones anteriores de los sacerdotes que aparecían como promotores.
Unos días después, el 5 de enero, los obispos de la diócesis de Toledo hacían pública una carta en la que, sin citar explícitamente la iniciativa, pedían a sus sacerdotes «evitar la dialéctica pública de confrontación» y señalaban que «toda duda o aclaración» sobre el documento se dirigiera «por cauces internos», a la par que pedía un esfuerzo «por comprender el fondo del documento, con la necesaria acogida integral de la doctrina de la Iglesia».
El mensaje fue entendido por los promotores que, al día siguiente, suspendieron la recogida de firmas. En ese momento contaba con 8.444 apoyos. Sin embargo, el 7 de enero, se reabría de nuevo la petición, aunque ahora sin los nombres de los sacerdotes como promotores, y con un laico al frente. La iniciativa sigue activa y ya supera los 11.300 apoyos.
'Fuego amigo'
Sin embargo, lo que no ha cesado es el 'fuego amigo' desde redes sociales y algunos medios de comunicación católicos, que han publicado los nombres de los sacerdotes firmantes y han preguntado a sus respectivos obispos sobre qué pensaban hacer al respecto. También desde algunas diócesis, como Madrid, han hablado con los sacerdotes firmantes, lo que les ha llevado, en principio, a borrar sus nombres de la parte pública. De hecho, los organizadores han añadido un aviso para quien quiera «darse de baja como promotor» ante las «fuertes presiones» que varios sacerdotes han recibido en ese sentido «por parte de sus respectivos vicarios u obispos».
En conversación con ABC, uno de esos sacerdotes firmantes de la iniciativa, que prefiere mantener el anonimato, señalaba que se animó a respaldarla porque el documento vaticano «es contradictorio con el magisterio hasta del mismo Papa». Hace referencia al documento emitido por Doctrina de la Fe en 2021, y ratificado entonces también por Francisco, que explicaba que «la Iglesia no dispone, ni puede disponer, del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo».
«No podemos aceptar dos órdenes contradictorias, me gustaría que el Papa fuera consciente del lío en el que nos mete a los sacerdotes con este documento, y aunque no estoy muy convencido de esta vía, la veo práctica, porque conseguir una audiencia con él no está al alcance de cualquiera», añade el cura.
El sacerdote defiende la buena intención de los curas que promovieron originalmente el documento, ahora en el anonimato. «A algunos de ellos les conozco personalmente y sé que conocen estas realidades de parejas irregulares de primera mano, pues han sido misioneros en América y allí es muy habitual estas situaciones difíciles». Tampoco entiende las medidas y presiones que se están tomando contra los firmantes. «Cuando en 2021 Doctrina de la Fe afirmó justo lo contrario, que no admitía las bendiciones, hubo sacerdotes y obispos que dijeron que ellos lo iban a seguir haciendo y no pasó nada, no se hizo nada contra ellos». «Ahora nos llaman sedevacantistas y herejes y nos amenazan con la suspensión, cuando en ningún momento esto se trata de una desafección al Papa, sino que le estamos ayudando a que no caiga en una contradicción», añade.
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Ante esta situación, el sacerdote no ve una fácil salida al problema. «Sin embargo, ayer veía un vídeo en que proponían que el cardenal 'Tucho' Fernández podría aplicar lo mismo que, según ha contado, hizo con su polémico libro sobre la mística y el orgasmo: después de publicarlo se dio cuenta de que podía ser malinterpretado y generar confusión y decidió retirarlo. Ahí puede estar la solución ahora», concluye.
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