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Un algoritmo identifica a los pacientes con cáncer avanzado que sobrevivirán tras ingresar en urgencias

La web 'Promise Score', desarrollada por los hospitales Vall d'Hebron y del Mar de Barcelona, selecciona a los enfermos con mejor pronóstico para dirigir a ellos los tratamientos más agresivos

Enfermas de cáncer reclaman a Sanidad que pague su tratamiento: «¿Cuánto vale nuestra vida?»

Cuidados paliativos a un paciente con cáncer DE SAN BERNARDO
Esther Armora

Esther Armora

Barcelona

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Seleccionar mejor a los pacientes con cáncer metastásico que recalan en los servicios de urgencia de los hospitales para dirigir mejor los tratamientos y optimizarlos. Bajo esta consigna, el Hospital Vall d'Hebron y el Hospital del Mar, ambos en Barcelona, han desarrollado un modelo predictivo, basado en una sencilla aplicación, que ayuda a identificar qué pacientes con cáncer avanzado y tratamiento activo que ingresan en urgencias, principalmente por dolor, fiebre o sensación de ahogo, y que serán hospitalizados, tienen más riesgo de morir en los siguientes 90 días. Gracias a este nuevo instrumento, los oncólogos saben, sin tener que realizar más pruebas complementarias, cuáles de estos pacientes tienen mejor pronóstico para canalizar hacia ellos los tratamientos más agresivos.

Esta nueva herramienta, bautizada como 'Promise Score', por sus siglas en inglés de 'Pronostic Score for Hospitalized Cancer Patients', es una aplicación web, fácil de usar para los profesionales sanitarios que parte de información clínica y del laboratorio, fácilmente disponible en el momento del ingreso. La aplicación recoge los datos y los procesa en base a cinco parámetros para seleccionar a los enfermos en los que una acción terapéutica urgente tiene más efecto.

«El principal objetivo es asistir al equipo médico a dar con los pacientes que tienen más posibilidades de sobrevivir sin tener que hacer más pruebas adicionales y ayudarlo a tomar decisiones», señala en declaraciones a este diario el doctor Oriol Mirallas, autor del estudio, ayudante del Servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d'Hebron e investigador de la Unidad de Investigación en Terapia Molecular UITM-Caixa Research del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

La selección de los pacientes en el momento de la admisión ayuda a orientar su atención, mejorar la calidad de la asistencia y «evitar procedimientos innecesarios en situaciones que no aportaran un beneficio claro del tratamiento, más allá de reducir costes», precisa el investigador. «El modelo que hemos desarrollado tiene un fuerte poder predictivo para los pacientes con un pronóstico favorable, con los que podemos apostar con más convicción para intervenciones terapéuticas agresivas», dice Mirallas, que ha liderado el estudio, publicado en 'The Lancet' junto a Juan Carles, jefe de Sección y responsable de la Unidad de Genitourinario, Sistema Nervioso Central, Sarcoma y Tumores de Origen Desconocido del hospital, y jefe del Grupo del Programa de Tumores Genitourinarios del Sistema Nervioso Central y Sarcoma del VHIO, y el doctor Rodrigo Dienstmann, jefe del Grupo de Oncology Data Science (ODysSey) del VHIO, quien ayudó a desarrollar el modelo y la aplicación.

Mirallas destaca en declaraciones a ABC que es la primera vez que se realiza esta selección en pacientes que requieren hospitalización. «Hasta ahora se seleccionaba a nivel ambulatorio y sin ninguna aplicación», puntualiza.

Gracias a esta nueva herramienta, a los pacientes con un alto riesgo de mortalidad se les puede evitar tratamientos invasivos que no mejorarán su diagnóstico y evitarles sufrimientos innecesarios. «Está demostrado que el apoyo nutricional y unas curas paliativas centradas en la comunidad, mejoran la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes en esta fase evolucionada de la enfermedad», señala Carles.

Estimaciones de supervivencia

Los autores del estudio subrayan la importancia de las estimaciones de supervivencia «a la hora de tomar decisiones en este perfil de pacientes». «Hasta ahora, los profesionales utilizábamos datos clínicos, validados en pacientes ambulatorios, como el estadio del tumor, la respuesta al tratamiento o el nivel funcional del paciente según la escala ECOG -diseñada por la Eastern Cooperative Oncology Group y validada por la OMS- que evalúa la calidad de vida de los pacientes oncológicos, combinándolo con la experiencia clínica para decidir el mejor manejo médico», recuerda Oriol Mirallas. En este sentido, subraya la importancia del nuevo procedimiento. «Con este modelo pronóstico, pasamos a tener un dato objetivo y cuantificable que nos ayudará a saber cuál será la evolución del enfermo cuando ingrese en planta. La nueva herramienta ayudará a proporcionar datos más precisos para mejorar y facilitar la toma de decisiones», precisa el investigador.

La aplicación web (https://promise.vhio.net/) analiza una serie de factores clínicos y de laboratorio disponibles ya para los especialistas en el momento del ingreso. Un alto nivel de LDH (una enzima que demuestra si hay daño en los tejidos, es decir si hay carga tumoral), neutrófilos (indica inflamación) o albúmina (proteína que señala el estado de nutrición del paciente) en la analítica de sangre al ingreso en urgencias se asocia a un peor pronóstico. También se valora el estado funcional con ecografía, los últimos informes TAC para estimar la respuesta al tratamiento y la progresión de la enfermedad, el estadio del tumor y el estado anímico del paciente.

Con estos valores, el 'Promise Score' calcula un algoritmo que ayuda a identificar a aquellos pacientes que tendrían una supervivencia superior a 90 días sin tener que hacer pruebas adicionales. «El porcentaje de supervivencia es un dato objetivo que ayuda al equipo médico a tomar decisiones clínicas, pero la planificación de la estrategia final se hará siempre en consenso con los pacientes y sus familias y el médico tratante», precisa Mirallas.

«Las hospitalizaciones no programadas son frecuentes en pacientes oncológicos y habitualmente están relacionadas con complicaciones derivadas del propio cáncer, por infecciones o por problemas de toxicidad relacionada con el tratamiento», señala Carles.

Este nuevo modelo pronóstico cubre, según los autores, un vacío en el conocimiento y la práctica clínica de pacientes oncológicos hospitalizados. Los estudios disponibles hasta ahora están centrados en pacientes geriátricos o son estudios en un único centro, con pocos pacientes y tratados principalmente con quimioterapia, lo que no muestra el panorama terapéutico actual. «La disponibilidad actual de tratamientos oncológicos personalizados con combinaciones de inmunoterapia y/u otros tratamientos dirigidos, aplicados a miles de pacientes, nos ha obligado a buscar nuevas herramientas para poder valorar el pronóstico y el impacto en esta población para optimizar y adecuar nuestra práctica clínica diaria», señala Sonia Serradell, responsable de la planta de Oncología Médica de Vall d'Hebron.

Para crear esta aplicación, los investigadores han analizado una muestra de 1.009 pacientes , 749 ingresados en el Hospital Vall d'Hebron, y 260 en el Hospital de Sant Pau y el Hospital del Mar -estos últimos configuraron el grupo de validación-. En el momento del ingreso, los pacientes tenían más de 18 años, un tumor sólido avanzado o metastático confirmado -principalmente de pulmón, gastrointestinal o ginecológico, los más prevalentes-, habían recibido tratamiento sistémico anticanceroso al menos seis meses antes de la hospitalización, y estuvieron hospitalizados en urgencias o en planta uno mínimo de 24 horas. Los pacientes del Hospital Vall d'Hebron ingresaron entre marzo de 2020 y febrero de 2022, y los pacientes del grupo de validación externo, entre enero de 2021 y febrero de 2022.

«Un delicado equilibrio»

El tratamiento oncológico es un delicado equilibrio entre alargar la supervivencia y maximizar la calidad de vida. «La hospitalización no siempre aporta beneficios, más aún, puede ser una experiencia estresante para los pacientes y para los cuidadores, y genera más carga financiera en comparación con la atención ambulatoria», precisan los autores de la investigación. «Estamos totalmente comprometidos con el bienestar y el cuidado de nuestros pacientes y ésta será una herramienta que nos ayudará a adaptar los esfuerzos terapéuticos y adecuarlos a cada paciente, consiguiendo el máximo beneficio durante es tiempo», destaca Sonia Serradell. Oriol Mirallas coincide con ella. «Por desgracia, para los pacientes con mal pronóstico los tratamientos más agresivos nos suelen ser una buena opción porque, en muchos casos aceleran la progresión de la enfermedad. Los tratamientos que suelen indicarse para estos casos son sintomáticos. Debe priorizarse siempre el bienestar del enfermo», apunta.

«Nosotros seguiremos trabajando para perfeccionar y validar la 'Promise Score' en otras poblaciones y contextos para poder ayudar al máximo número de enfermos y profesionales», concluye Oriol Mirallas. Esta herramienta, que ahora se desplegará en otros centros para realizar un estudio internacional con más pacientes, fue diseñada por él durante su segundo año de residencia.

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