El calvario de los jóvenes para volver a casa en Navidad: «Llamas a Sanidad y te leen el BOE»
Las fiestas navideñas se presentan para los jóvenes residentes en el extranjero como un lujo económico que puede acabar con una sanción económica de hasta 3.000 euros
Directo: Coronavirus en España

PCR negativa en ristre para poder volver a casa estas Navidades por vía aérea y si resides en un país considerado «de riesgo» por el Ministerio de Sanidad. La norma entró en vigor en los aeropuertos de nuestro país el pasado 23 de noviembre ... y está complicando el retorno de miles de españoles que viven en el extranjero en las Navidades del Covid-19, ya de por sí anómalas. De entre todos los grupos de edad a los que esta medida está afectando hay uno especialmente molesto: los jóvenes que trabajan o estudian fuera de España.
Si bien todos coinciden en que la norma es «necesaria y lógica» , muchos de ellos se quejan del eslalon administrativo que hay que librar para lograr este salvoconducto sanitario y la falta de amparo y tutela por parte del Gobierno de España. El desembolso que supone para los bolsillos jóvenes costearse una prueba cuyo precio oscila entre los sesenta y los doscientos euros tampoco supone ninguna comodidad para llegar a la cena de Nochebuena.
Reino Unido es uno de los países en la lista «negra» de Sanidad, que en los próximos días se modificará. El primer ministro, Boris Johnson, anunció el mes pasado que permitiría a los estudiantes universitarios residentes en Inglaterra volver a sus casas por Navidad. Lo podrían hacer desde el día tres de diciembre –terminado el confinamiento– y hasta el día nueve. Belén, madrileña de 23 años en Mánchester, compró los billetes de vuelta a Madrid para el día cuatro y ahí empezó su calvario.
Ante la nueva medida adoptada por Sanidad con el fin de controlar el «coladero» de infectados de Covid-19 en los aeropuertos ; Belén y otros compañeros españoles con los que estudia comenzaron a «moverse» para no tener problemas en su regreso.
La Sanidad Pública de Reino Unido (NHS) tramita la realización de PCR gratuitas en caso de que que el ciudadano presente síntomas de coronavirus. Sin embargo, el ministerio que dirige Salvador Illa no acepta esta prueba como válida para poder entrar en nuestro país. Este fue el primer «bache» con el que se encontraron Belén y el resto de sus compañeros españoles desplazados. «Preguntamos a Ryanair –compañía con la que viajábamos– y no sabían nada. Llamamos al Consulado, de ahí nos remitieron a la Embajada. Silencio. Nos recomendaron ponernos en contacto con el Ministerio de Sanidad, con el de Exteriores y sino, con el de Turismo. ¿Qué ayuda recibimos? Nos leyeron el BOE» .
La amenzada de una posible sanción económica
Según cuenta Belén, en todo este laberinto burocrático para poder pasar las fiestas con su familia se ha sentido «totalmente desamparada» y con la amenaza permanente de «jugarse una sanción económica» que puede ascender a los 3.000 euros al aterrizar en suelo español.

Esta joven tampoco pudo acceder a una prueba a través de una clínica privada al no tener seguro médico británico ni estar empadronada allí. La universidad de Preston en la que estudia le ofrecía la posibilidad de hacerse un test de antígenos, pero Sanidad solo admite como válida la PCR. Ella y sus compañeros terminaron preguntando en las parafarmacias inglesas, pero están colapsadas desde hace semanas. Así que su último recurso fue comprar por internet un PCR por 139 libras y hacerse la prueba en casa. «A saber qué pasa con el test», comenta dubitativa esta madrileña que se pregunta si «sabrá meterse el bastoncillo» y si los resultados «llegarán a tiempo para poder volar». Belén conoce el caso de varios jóvenes estudiando en países como Italia o Alemania que lo tienen mucho más fácil y reivindica que «sería necesario que existiesen facilidades, incluso una subvención. Nadie nos ayuda».
David lleva más de dos años viviendo en Múnich y él lo ha tenido algo más fácil que Belén para conseguir una cita y hacerse una PCR. Este joven, que se está sacando un doctorado en Inteligencia Artificial, cogerá un avión para volver a España el próximo 21 de diciembre y «ha tenido la suerte», según él mismo relata, de que el gobierno alemán le haya dado la posibilidad de hacerse una PCR gratuita para poder viajar. David fue previsor y sacó los billetes con antelación, aunque al pedir la cita previa «le impusieron la hora y no pudo elegir», comenta.
Su camino ha sido más sencillo que el de Belén. Sin embargo, se enfrenta como ella y tantos otros jóvenes a la incertidumbre de que los resultados no lleguen a tiempo y le multen al llegar a España. Sanidad, por su parte, recomienda leer el BOE.
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