cinco años del inicio de la pandemia
Alfonso Montaño, el primer médico que dio positivo en Covid: «Tuve que salir corriendo de mi consulta en los Remedios dejando a mi paciente»
Este médico de familia, que trabaja en el centro de Salud Virgen de África de Sevilla, estuvo 21 días aislado en su casa y necesitó hacerse 7 pruebas PCR para poder salir de su casa
El primer paciente español con Covid: «Tuvieron que decir que yo había viajado a China para que me hicieran la PCR y yo nunca había estado allí»
Inundaciones en Sevilla y el resto de Andalucía, en directo: última hora del desbordamiento del Guadalquivir, carreteras cortadas y estado de los embalses

Contándolo ahora, cinco años después, parece ciencia ficción pero nada más lejos de serlo. Alfonso Montaño, médico de familia del centro de salud Virgen de África, situado en el barrio sevillano de los Remedios, tuvo que salir prácticamente corriendo de su consulta cuando recibió ... una llamada que confirmó que tenía Covid. Corrían los primeros días de marzo de 2020 y apenas se sabía casi nada del SARS-CoV-2, el virus procedente de China que provocaría en los meses siguientes la mayor pandemia de la humanidad desde la mal llamada «gripe española» de 1918.
Todo empezó para el doctor Montaño con un aviso domiciliario recibido a mediados de febrero de uno de sus pacientes, Miguel Ángel Benítez, con síntomas de neumonía. «Tenía fiebre alta y le examiné la garganta y lo hice como era habitual en mí, casi introduciendo mi nariz para poder hacer un examen muy concienzudo y así me debí de contagiar de Covid, por transmisión de su vía faringea a mi vía nasal«, rememora este facultativo cinco años después. Entonces no se sabía nada del coronavirus ni de cómo se transmitía.
Su paciente con neumonía, un empleado de banca onubense afincado en Sevilla, fue diagnosticado diez días después de este primer examen en su domicilio como el primero de España con coronavirus y el doctor Montaño debió de ser el primer médico de Sevilla, si no también de España, que daría positivo en Covid, pocos días más tarde. «Ahora Miguel y yo nos llamamos hermanos del coronavirus», recuerda el médico.
Los dos tuvieron suerte porque ninguno enfermó de gravedad, aunque el primero tuvo que pasar por el hospital Virgen del Rocío de Sevilla y ponerse en manos del doctor José Miguel Cisneros, el director del servicio de Enfermedades Infecciosas. Allí estuvo ocho días hasta que la fiebre desapareció y remitió su neumonía. En cuanto se confirmó el positivo en Covid y se hicieron pruebas a todos los sanitarios que estuvieron en contacto con él, Montaño se tuvo que dar de baja y aislarse en su domicilio para evitar la propagación del virus. «Esto sucedió en plena consulta, en el Virgen de África, porque tuve que salir prácticamente corriendo de ella tras recibir una llamada de mi colega José Manuel León Sotelo, entonces director del Distrito Sanitario Sevilla, confirmando que tenía el virus. Estaba conmigo una estudiante de tercero de Medicina de Familia, que salió también casi corriendo de allí y diciendo: «¡El Covid, vaya por Dios!».
El paciente al que Montaño atendía se quedó en su silla tras explicarle el doctor que tenía que irse porque se había infectado de ese virus tan raro «procedente de la Gran China». Recuerda este profesional sanitario que «la sala de espera del ambulatorio estaba entonces de bote en bote». El trayecto de unos 400 metros que separa el centro de salud de Virgen de África del domicilio el doctor Montaño en la avenida de Blas Infante, fue el último que pudo hacer al aire libre este médico en casi tres semanas. No pudo volver a pisar la calle hasta que la sexta o séptima PCR dio negativo. «Venían a mi casa a hacerme las pruebas dos sanitarios con los EPIs de buzos y el portero de mi finca no daba crédito. »Don Alfonso, ha venido una ambulancia con unos señores que parecen astronautas que preguntan por usted«, recuerda el doctor Montaño con una sonrisa en la cara, aunque no fueran días buenos para él ni para su familia. »Era una fiebre diferente, un poco rara, que se iba y volvía, y el doctor Cisneros me llamaba para preguntarme qué tal me encontraba y para decirme que seguía dando positivo y que debía continuar aislado«.
La primera PCR negativa del doctor Montaño fue una falsa alegría porque se habían confundido de paciente y se comprobó a las pocas horas que esos resultados eran de otro Montaño. Pero finalmente logró echar el virus de su cuerpo. Y hoy, cinco años después, puede contarlo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete