Hazte premium Hazte premium

Once de cada cien litros de agua se pierden por las fugas en las tuberías en Sevilla

El decreto de sequía, vigente desde octubre, prohíbe llenar las piscinas con agua potable

La peor sequía de Sevilla en los últimos 30 años

Una fuga de agua en una tubería ABC
Martín Laínez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La sequía que padece la provincia alcanza ya su quinto año consecutivo y, según el consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop, «vamos camino del sexto». Su afirmación viene al hilo del nivel de los pantanos, que cada día que pasa sin llover va perdiendo volumen embalsado. Pero no sólo la falta de precipitaciones es la causante, sino que a ello hay que añadir las altas temperaturas de la provincia, especialmente en los meses de verano, que favorece una mayor evaporación del agua, a lo que hay que añadir las fugas de agua que se producen y que restan caudal.

Según los datos facilitados por Palop a ABC, el porcentaje de agua que se pierde en los seis embalses que gestiona Emasesa es del 11%, lo que significa que de cada cien litros embalsados, once se escapan debido a unas malas conducciones o tuberías, que en algunos barrios de la ciudad tienen una antigüedad media de 40 años, mientras que en la zona del Centro la edad se dispara a los casi 80 años.

Este 11% de fuga de la red de abastecimiento supone, no obstante, doce puntos menos que la media del país, lo que sitúa esta media sevillana en niveles semejantes a los que posee las grandes urbes españolas, como Madrid o Barcelona.

Hay que recordar que para que la Unión Europea diera luz verde a la construcción del embalse de Melonares, el de mayor volumen de Emasesa, era condición indispensable cumplir una serie de requisitos. Entre ellos estaba que Emasesa fuera capaz de reducir las fugas al 14,3%, algo que logró con creces gracias a las inversiones que se fueron acometiendo en esos años. Las pérdidas de agua en 2008 era del 13,5%, pasando al 11% actual.

La red de Sevilla capital tiene cerca de 4.000 kilómetros de tuberías, de los que unos 3.800 transportan agua potable. Sólo la red de abastecimiento del casco antiguo tiene una longitud de 180 kilómetros para conducir el agua potable.

Prohibiciones

Esta fuerte inversión en proteger el agua para que no sea malgastada se refrenda en el decreto de sequía aprobado el pasado mes de octubre, una vez que los pantanos de Emasesa bajara ya del 50% de su capacidad. Este decreto no contempla, de momento, cortes del suministro pero sí varias prohibiciones para los 1,4 millones de habitantes a los que suministra el agua.

Además, se prohíbe el uso de agua potable de la red para riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público y privado; riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público y privado; llenado de piscinas y estanques y fuentes, privadas o públicas que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado.

También está prohibido el uso del agua en fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre; el lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación