salud
Los expertos no creen que el virus del Nilo alcance en Andalucía los niveles de 2020, en el que murieron siete personas
Advierten, sin embargo, que la incidencia de la enfermedad será muy superior a la registrada de 2021, 2022 y 2023, especialmente en Sevilla, la provincia más afectada
La Puebla del Río se queda sola por el miedo al virus del Nilo: «Con tanto ecologismo nos dejarán morir»
La nueva consejera de Salud tuvo que afrontar el brote de virus del Nilo de 2020 desde los centros de salud del Aljarafe
![Un operario fumiga en La Puebla del Río, una de las localidades sevillanas más afectadas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/08/03/virus-nilo-fumigador3-R9xIa4wALZ3eQvidKoCIl6K-1200x840@diario_abc.jpg)
El virus del Nilo Occidental (VNO) se cobró en 2020 siete víctimas mortales (cuatro en Sevilla y tres en Cádiz) en lo que se considera el mayor brote de esta enfermedad registrado nunca en Andalucía, con 77 personas diagnosticadas en centros de salud y ... hospitales. Aunque durante el mes de julio se produjeron dos muertes, la de una mujer de 71 años en Dos Hermanas y la de otra de 84 en La Puebla del Río, además de una docena de ingresos en varios hospitales (los primeros casos de 2024 se declararon en mayo con un niño de 5 años de Lebrija y otro de 17 en Dos Hermanas, ambos hospitalizados durante casi dos semanas), los expertos no creen que se alcance el nivel de hace cuatro años ni esa incidencia hospitalaria.
El jefe de Enfermedades Infecciosas del Virgen del Rocío de Sevilla, José Miguel Cisneros, estima que lo más probable es que este brote se sitúe entre el nivel de los tres años precedentes y el de 2020. «Aunque es seguro que el virus habrá infectado a miles de personas, especialmente en Sevilla, no es previsible que alcance la dimensión de hace cuatro años. Lo que pasó en Andalucía y en Sevilla en el verano de 2020 fue muy excepcional, puesto que se dieron más de sesenta casos de meningoencefalitis, lo cual sugiere que se contagiaron decenas de miles de personas, de las que cuales una parte lo cursaría con síntomas leves«. asegura el doctor Cisneros. Y añade: «La enfermedad se ha hecho endémica en España y, por tanto, no hay que bajar la guardia. Y hay que saber que este virus no afecta sólo a personas mayores o con patologías previas sino también a persona sanas de cualquier edad«,
Entre los años 2010 y 2020 se detectó el linaje 1 del virus de la fiebre del Nilo Occidental en aves y en diversas explotaciones equinas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Cataluña. En octubre de 2017, se encontró el linaje 2 del virus en un azor común con la sintomatología clínica en la provincia de Lérida. Esta fue la primera detección de este linaje en España, que tuvo varios casos en Europa central desde 2004 y posteriormente en Italia. España se conoce la circulación del VNO desde hace dos décadas pero no es hasta 2020, cuando se detectó un aumento de incidencia sin precedentes que hizo saltar todas las alarmas. En 2021 se declararon 11 focos en équidos, 9 en Andalucía y 2 en Cataluña, así como un total de 7 focos en aves silvestres en Cataluña, mientras que en 2022 se notificaron 17 focos en animales, 8 en équidos y 9 en aves silvestres. En años anteriores se dieron casos en Sevilla, Vejer de la Frontera, Tarifa y Cádiz y un caso humano importado de Marruecos, entre otros.
Un repunte
La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud sabía que este año no iba a ser tan plácido en VNO desde el punto de vista sanitario como los tres anteriores a causa de las abundantes lluvias de la primavera, que favorecieron la circulación del virus a través del mosquito «culex perexiguus«. Por ese motivo, adelantó al mes de marzo las primeras reuniones con las Diputaciones Provinciales de Cádiz, Huelva y Sevilla. El objetivo era tomar medidas de prevención que evitaran la proliferación del vector de transmisión, esto es, el mosquito, y, por tanto, de la enfermedad.
Las Diputaciones de Cádiz y Huelva tomaron nota de la advertencia y adelantaron a mayo las fumigaciones, mientras que la de Sevilla hizo caso omiso de la advertencia y no adoptó ninguna medida hasta el mes de julio, tras enredarse en una inútil cadena de reproches con la Administración autonómica, de distinto signo político. Finalmente, con varios meses de retraso, hizo lo mismo que las de Cádiz y Huelva, donde apenas ha habido casos, mientras que el grueso de la incidencia hospitalaria en Andalucía del VNO se registraba en la provincia de Sevilla con trece municipios afectados.
La Consejería de Salud, que adoptó inicialmente un tono bajo en la disputa, acabó acusando a la Diputación de «llegar cuatro años tarde» a la lucha contra el virus. La Junta de Andalucía recordó que, en 2020, en plena crisis por el brote de VNO, fue la Administración autonómica la que tuvo que intervenir ante la «inacción» de la Diputación. Este año la institución provincial sí intervino y aportó un millón de euros a los municipios afectados, aunque con retraso.
El 24 de agosto de 2023 el virus del Nilo se llevó la vida de una mujer de 84 años con patologías previas, residente en Arroyomolinos de León (Huelva) e infectó a un varón de 75 años de la localidad sevillana de La Puebla de los Infantes, que fue dado de alta tras un ingreso hospitalario.
El mosquito culex, en sus diferentes variedades, está presente desde hace muchos años en las marismas sevillanas y en pueblos como Coria y La Puebla del Río suele proliferar en primavera y verano. Este año se han unido otras localidades como Palomares del Río, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación, Isla Mayor, Aznalcázar, Almensilla, Los Palacios y Villafranca y Las Cabezas de San Juan.
Pionera
La Junta de Andalucía ha sido una administración pionera en España en la elaboración de planes para prevenir su transmisión y combatir la población de este tipo de mosquitos y aprobó en mayo el I Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con incidencia en Salud (PEVA), con el que pretendía reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por garrapatas, mosquitos, pulgas o piojos, potenciando y coordinando las actuaciones de vigilancia y control. Estas enfermedades transmitidas por vectores (malaria, exantemática mediterránea, dengue, fiebre del Nilo Occidental o leishmaniosis, entre otras), cuya incidencia está creciendo a causa del cambio climático, suponen actualmente el 17% de las enfermedades transmisibles a nivel mundial y causan más de 700.000 muertes al año en el mundo. El año pasado se declararon en Andalucía 47 casos de dengue y 101 de malaria (entre las categorías de casos importados, confirmados y probables), 76 autóctonos de leishmaniasis y 2 de fiebre del Nilo Occidental, que causaron tres muertes, una por leishmaniasis (varón de 81 años), una por paludismo (mujer de 68 años) y una por FNO (mujer de 84 años). Todos contaban con patologías previas.
Jorge Galván, director general la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), explica que «la pulverización contra el VNO se hace de varias maneras, a mano, con drones o a través de helicópteros» y que »lo idóneo es empezar estos tratamientos en cuanto se detectan las primeras larvas«. Justo lo que no se hizo ese año en Sevilla.
Este virus está asociado tradicionalmente a zonas de paso de aves migratorias, de las que España, en general, y Andalucía en particular, es pródiga. La climatología cambiante favorece también la transmisión del virus. «Todo se está adelantando por el cambio climático y la procesionaria del pino, que suele bajar a principios de la primavera para pupar en el suelo, este año la hemos empezado a tratar en enero. Nunca habíamos pensado que esto ocurriría y ha ocurrido. Es una locura«, reconocía este experto a ABC el pasado mes de mayo.
El mosquito es el animal más letal del planeta, el que más muertes causa. Transmite la malaria, el dengue, el virus del Nilo Occidental, chikungunya, fiebre amarilla y Zika, entre otras. Ya hay casos confirmados de mosquitos Aedes, transmisores de dengue, en Ibiza. En el mundo hay alrededor de 3.500 especies de mosquitos. De todas ellas, unas pocas son responsables de la transmisión de patógenos y parásitos a humanos y animales. Aún así, las predicciones indican que más de la mitad de la población humana está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los mosquitos.
Algunos de los mosquitos que transmiten estas enfermedades en Europa son especies invasoras, es decir, que no son originarias del lugar pero se han adaptado y prosperado en los entornos urbanos y suburbanos de todo el mundo. La época de actividad del mosquito común suele iniciarse en abril y puede alargarse hasta noviembre en latitudes templadas. A diferencia de otras especies, el mosquito común supera el invierno con huevos de resistencia y, cuando bajan las temperaturas, las hembras buscan refugio en espacios oscuros, frescos y húmedos, encontrándolo en garajes, almacenes, pozos, alcantarillado y grutas.
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