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Locus amoenus

Carmen Laffón y la rama de Salzburgo

La pintura de Carmen Laffón irradiaba su propia luz, compartía paisajes del alma e invitaba al retiro, la discreción y el recogimiento. Tal como ella misma era: toda modestia, finura y sutilidad

Carmen Laffón, en el CAAC en 2014 Raúl Doblado
Fernando Iwasaki

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Cuando pensé en esta cita semanal con los lectores, decidí que mi página tenía que ser un lugar amable, un espacio risueño y una suerte de refugio para los lectores que quieran despistar las malas noticias o los episodios más bien ingratos de nuestra política ... cotidiana. Por eso quiero dedicar mi «locus amoenus» de hoy a Carmen Laffón , porque en su pintura creaba «loci amoeni» a pájaros. No estoy hablando de su técnica, sino de los espacios creados en sus lienzos y que nos hechizan porque son lugares amenos, deliciosos, bienhechores.

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