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POESÍA

Antonio Rivero Taravillo: «Una torre de Glasgow le recordaba la Giralda a Cernuda»

Antonio Rivero Taravillo, el biógrafo por excelencia del poeta sevillano, ha aportado nuevos e interesantes datos acerca de la vida de Cernuda

Joaquín Caro Romero: «Cernuda hizo poesía homoerótica sin llegar a ser escandalosa»

Luis Cernuda, el poeta cuyo legado nunca borrará el olvido

El traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo durante su ponencia de ayer en Buenas Letras J. M. Serrano

Alberto Flores

Sevilla

Componer de manera global la figura de un ser humano tan complejo como fue el poeta sevillano Luis Cernuda, no es ni mucho menos una tarea sencilla. En ese empeño ha puesto muchos de sus esfuerzos e investigaciones el escritor, traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo, quién ha sido el encargado de darle continuidad al ciclo dedicado a Cernuda en el 60 aniversario de su muerte que está llevando a cabo la Academia Sevillana de Buenas Letras.

Una iniciativa que daba comienzo el lunes 13 de noviembre con la ponencia protagonizada por Joaquín Caro Romero, y que ahora se ha centrado en los nuevos detalles sobre la vida del poeta que en los últimos años ha descubierto Rivero Taravillo. Este autor es uno de los mejores conocedores de la vida y obra de Cernuda, siendo sus obras biográficas de obligada consulta para todos aquellos que quieran acercarse a la figura del poeta sevillano. Se tratan de 'Luis Cernuda: Años españoles (1902-1938)' y 'Luis Cernuda: Años de exilio (1938-1963)'.

El interés por la apasionante vida de Cernuda no ha descendido ni un ápice para este escritor nacido en Melilla pero muy vinculado a Sevilla, por lo que el título de su conferencia era más que revelador: 'Nuevas noticias sobre Luis Cernuda'. Así, los asistentes al acto pudieron conocer de primera mano algunos datos inéditos relacionados con la vida de Luis Cernuda que el autor ha ido descubriendo a lo largo de los últimos años.

 

Uno de los aspectos más llamativos que Taravillo reveló en su intervención están centrados en los años que Cernuda pasó en la ciudad escocesa de Glasgow, donde permaneció de 1939 a 1943. No es ninguna novedad que Cernuda nunca conectó con esta ciudad gris, donde llovía muy a menudo y tantas cosas añoraba de su Andalucía natal. Antonio Rivero Taravillo explicó en su conferencia que ha tenido la oportunidad de recorrer el Glasgow que vivió Cernuda, «llevando a cabo el camino que hacía desde su casa a la Universidad, en el que tenía que recorrer un parque desde el que se veía una esbelta torre que le tuvo que recordar a la fuerza la Giralda que tanto echaba de menos».

Nostalgia

 

El protagonista de esta segunda jornada dedicada a Cernuda, explicó que la ciudad escocesa «tenía un ambiente que el poeta detestó, así que de la tensión entre la realidad y el deseo sevillano, surge la obra 'Ocnos', la manifestación de la nostalgia».

Fue en el año 1960 cuando el poeta sevillano recaló en Estados Unidos, concretamente en la luminosa ciudad de Los Ángeles. Precisamente este periodo fue otro de los puntos en la biografía del autor en los que se detuvo Antonio Rivero a lo largo de su interesante exposición. Rivero habló de los libros que dejó Cernuda en este exótico lugar en aquellos tiempos, que han sido conservados por la Universidad de Los Ángeles (UCLA). «Sabemos perfectamente que Cernuda leía con frecuencia poesía y textos básicos de literatura, pero gracias al análisis de estos libros sabemos también que en esa etapa leyó mucha literatura policíaca, lo que también se conoce como novela negra o de detectives. Eran novelas que leía simplemente por placer, literatura de evasión». Unos gustos que sirven para aportar nuevas dimensiones al personaje de Cernuda, ya que cómo explicó el conferenciante «una personalidad no tiene porqué ser blanca o negra, tiene muchos matices y contradicciones dentro de su complejidad. Estas novelas le entretenían mucho como lector, y algo parecido le ocurría con el cine, ya que le gustaban las comedias y algunas películas sin mayor ambición».

A lo largo de su intervención, Antonio Rivero fue desvelando más datos que no se conocían hasta el momento sobre la vida de Luis Cernuda, como la confirmación de que la casa de la calle Aire que se ha considerado como el último domicilio en Sevilla es efectivamente la que está marcada con un azulejo conmemorativo.

Además, los asistentes a esta segunda jornada del ciclo cultural también pudieron viajar a la etapa en la Cernuda estuvo en México, conociendo además nuevos detalles de su especial relación con Salvador Aligheri, su amor mexicano. «No era una relación estrictamente de pareja, era algo más profundo, hasta el punto de que Cernuda fue padrino de su segundo hijo, tal y como confirma la partida de bautismo que he localizado».

Rivero también expuso sus pesquisas en relación al que fue uno de los últimos actos en los que participó Cernuda antes de su fallecimiento, en concreto se trataba de una lectura en la ciudad mexicana de Veracruz, en agosto de 1963, sobre el que lamentablemente dijo que «ya sabemos de manera definitiva que es una vía que ya no se puede explorar, porque he confirmado que no quedó constancia escrita de lo que allí Cernuda pudo decir».

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