Antonio Narbona: «De las hablas andaluzas sólo se discute cuando hay polémica o cuando se usan como bandera»
El catedrático presenta en la Feria del Libro de Tomares 'Hablar (en) Andaluz', una recopilación de sus artículos publicados en ABC
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El catedrático en Lengua Española de la Universidad de Sevilla y académico Antonio Narbona ha presentado este miércoles en la jornada inaugural de la Feria del Libro de Tomares su libro 'Hablar (en) Andaluz', editado por la Universidad de Sevilla en su colección 'Ciencia al alcance'. El volumen recoge las tribunas que el lingüista ha ido publicando en los últimos años en las páginas de ABC de Sevilla y con las que, según él mismo ha indicado, trata de derribar los estereotipos, tópicos y creencias que envuelven a la forma que tienen los andaluces de hablar el español o castellano. «Voy a usar un término, mejor tres, para describir mi propósito, inalcanzable aunque no por ello voy a desistir, con estos artículos y este libro: clarificar, aclarar o esclarecer estos tópicos», ha dicho ante una concurrida sesión que ha precedido al pregón inaugural de la feria a cargo de Paloma Sánchez-Garnica.
En la mesa, Narbona se ha hecho acompañar por tres amigos: Álvaro Ybarra, periodista y ex director de ABC; Araceli López Serena, catedrática de la US y directora de la EUS; y Rogelio Reyes Cano, catedrático emérito de la Universidad de Sevilla y, como Narbona, académico de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, además de prologuista de la publicación. Los tres se han encargado de glosar la figura del autor y de destacar el carácter didáctico de esta obra que no está destinada a lingüistas, sino a todo aquel que quiera interesarse por el habla andaluza. En ella, el lector descubrirá «pequeños ensayos al estilo de los de los eruditos del siglo XVIII, como las 'Cartas marruecas' de Cadalso, para desengañar al vulgo», ha subrayado Reyes Cano. «Escritos con un estilo periodístico y calidad literaria que no están reñidos con el carácter científico y el rigor académico», ha apuntado Ybarra.
«De las hablas andaluzas sólo se discute cuando hay polémica o cuando se utiliza como una bandera», ha criticado Narbona haciendo alusión a la idea general de este libro, dividido por temáticas pero perfectamente compactado. La última, por decirlo de alguna forma, discusión, viene del personaje televisivo Montoya, famoso por su participación en los programas 'La isla de las tentaciones' y 'Supervivientes, y al que la comunicadora Ana Rosa Quintana ha pedido subtitulen. Narbona, ha aclarado, tampoco ha entendido la citada frase incomprensible para la presentadora. Un momento que el auditorio ha correspondido con risas, al igual que cuando ha contado cuando un alcalde de un pueblo «cercano a Sevilla» le convocó en un acto para que «dijera poco menos que el andaluz era una especie de árabe».
El catedrático se ha echado la culpa, a los lingüistas, de no haber sabido luchar contra las falsas creencias en torno al andaluz, y ha apuntado que hay miles de estudios que duermen en las bibliotecas universitarias que servirían para erradicar la «ignorancia» de quienes utilizan nuestra forma de hablar como un instrumento político.
En este sentido, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de «sublimar Andalucía» al margen de los usos lingüísticos. «¿Es posible un retrato de Andalucía sin hacer la menor referencia a cómo hablamos el castellano?», se ha preguntado, respondiendo que si bien Juan Valera y Torrente Ballester decían que los andaluces son los que mejor hablan el español, también, acto seguido, acotaban «quitando la pronunciación».
No sólo la fonética de las hablas andaluzas no la hacen mejor, sino que incluso hay estructuras gramaticales «que no son bien vistas ni por los hablantes andaluces», ha sumado el experto. «Entre las salidas para cubrir la ignorancia suelen decir que no hablan español, sino andaluz. ¿Pero cómo no van a hablar español? Hablan español o castellano, que es lo mismo, pero a su modo, que no es mejor ni peor», ha continuado.
En este sentido, Rogelio Reyes Cano ha abundado que se ha pasado del «complejo» a la «actitud contraria». Un equivocado «orgullo andaluz» pues, según defiende, «no creo que tengamos que estar orgullosos por hablar una u otra variante». Así, ha recalcado, «el problema de la lengua se ha convertido en una obsesión identitaria», lo que ha hecho caer en «despropósitos» como la «inmersión lingüística» o el «ridículo de la traducción simultánea en nuestro Parlamento Nacional».
Por su parte, Álvaro Ybarra ha sacado a colación la disputa reciente entre el autor de este libro y el exlíder del PA Alejandro Rojas Marcos a cuenta del nuevo protocolo de la Junta que protegerá y fomentará el uso del habla andaluza y que fue firmado hace escasos meses por el político andalucista y el presidente Juanma Moreno. «Como hablar es una actividad universal todos nos sentimos con derecho a opinar de los usos idiomáticos propios y ajenos», ha destacado el ex director de ABC de Sevilla que, analizando los textos del catedrático ha podido apreciar «cómo algunos supuestos eruditos quieren convertir en piedras preciosas piedras falsas». «No existe ningún estudio que demuestre un complejo de inferioridad por nuestra habla, como tampoco lo hay que diga que el andaluz es el mejor castellano hablado, no es ni mejor ni peor», ha sentenciado.
El periodista ha apuntado que las publicaciones de Narbona nos advierten de que en los estudios de las hablas andaluzas la fonética está «sobrevalorada» y ha recordado esa propuesta, una «mamarrachada», de transcribir el andaluz y que se materializó en 'Er Prinzipito', elaborado por el profesor asociado de la Universidad Pablo de Olavide Juan Porras hace ya algunos años.
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