Congreso
El 'vaporín' San Esteban, el barco de acero más antiguo de España, se encuentra en Sevilla
Es uno de los atractivos del IV Congreso Iberoamericano de Ingeniería Naval gracias a que Industrias Ferri lo ha atracado en el Club Náutico de la capital hispalense
El Puerto de Sevilla presenta su potencial como destino de cruceros
![El 'vaporín' San Esteban en el Club Náutico](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/10/04/vapor-san-esteban_20231004172208-RTBUTQqwErhzwDL6FqaJX0L-1200x840@abc.jpg)
El 'vaporín' San Esteban, el barco de acero más antiguo de España, se encuentra en Sevilla al ser uno de los atractivos del IV Congreso Iberoamericano de Ingeniería Naval. Está situado en el muelle del Club Náutico, enfrente del Acuario, y lo pueden disfrutar ... durante estos días todos aquellos paseantes que atraviesen la zona. Fue diseñado y construido como buque pesquero en 1902 en los Astilleros 'Phillil&Son' de Kingswear, barrio de la localidad de Darmouth en el condado de Devon, Inglaterra y se le bautizó como 'Venture'.
Durante estos días, se observa en el río Guadalquivir y el director de Industrias Ferri y armador del barco, Patricio Fernández, ha comentado a ABC de Sevilla que «la navegación el pasado domingo por el cauce fue maravilloso ya que comenzamos en Chipiona y subimos el río observando la tierra plana que hay, los arrozales, los pueblos que hay a lo largo del trayecto hasta la ciudad». Anteriormente, estuvo en Puerto Sherry antes de salir de la localidad gaditana.
Asimismo, ha reseñado que «el San Esteban podrá contemplarse durante estos días desde el paseo que hay junto al Acuario de Sevilla para que los sevillanos contemplen este barco de acero realizado a principios del siglo XX y que actualmente pertenece a Industrias Ferri». La historia del 'Vaporín' continuó cinco años más tarde, en 1907, cuando el buque llegó a San Esteban de Pravia, fue rebautizado como 'Vaporín' y adquirido por la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana para ser empleado como remolcador para la Junta de Obras del Puerto.
Desde ese momento, fue el habitante «más fiel», según Fernández, del puerto de San Esteban de Pravia, de donde salía toda la hulla de las cuencas minera. Vivió todo el esplendor carbonero de San Esteban y con la crisis de la actividad portuaria, el 'Vaporín' fue arrastrado en un sinfín de aventuras, pero sigue bregando y luchando por seguir surcando los mares.
Astilleros escoceses para un buque español
Los astilleros donde fue construido el San Esteban se fundaron por el escocés George Phillipen en el año 1858, el cual adquiere el astillero 'Sandquay'. La empresa 'Phillil & Son' continúa su actividad hasta la década de los 90 del siglo XX, habiendo dado vida de la zona de Devon durante más de 140 años. La empresa que construyó este buque se especializaba principalmente en la construcción de remolcadores, buques de pasajes y carga así como algún pesquero, todos de ellos propulsados por motores de vapor.
Una vez finalizada la actividad en el puerto de San Esteban en la década de los 60, el 'Vaporín' fue pasando de mano en mano sucesivamente y fue propiedad de la Junta de Obras del Puerto. Más tarde, lo adquiere la consejería de Fomento y en el mes de abril del año 1998, fue adquirido por la asociación, 'Sociedad Protectora del Remolcador San Esteban'.
Dicha entidad estaba formada por unos quince hombre muy aficionados a los barcos antiguos de época y entre los que se encuentran el propietario de la empresa de Sidras El Gaitero, e ingeniero naval, José Cardín; el médico y navegante Joaquín García Moran, y el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo José Antonio Coto Menéndez. Dicha sociedad lo salvó del desguace al adquirirlo por un importe estimado en 125.000 pesetas.
En mayo de 1998, fue sacado del agua y puesto en varadero para realizar trabajos de restauración en los talleres Lomas, dicho trabajo fue encomendando a carpinteros de rivera locales de San Esteban de Pravia. Cinco años después, volvería al agua totalmente renovado y con una imagen lo más fiel a su estado original de construcción. Luego, estuvo en peregrinación en distintos puertos y en un profundo estado de abandono.
Entre 2021 y 2022, el buque fue nuevamente restaurado a cargo de Talleres Carral, con motivo de su centenario, empresa que hoy forma parte de Industrias Ferri. Durante estos días, se podrá observar en el muelle del Club Náutico mientras que se desarrolla este congreso de ingeniería naval en el que se destaca que «el gran hacedor del mismo, el cual ha traído a siete almirantes jefes de estado mayores de armadas de siete países, amén de la presencia de armadores, astilleros y actores de tecnologías y de construcción naval de diversos países, ha sido la empresa de ingeniería sevillana, Ghénova».
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