entrevista
Pilar, pediatra de Alcalá desde hace 46 años: «El afán de muchos padres por transportar a su bebé en brazos puede acabar mal»
Pilar Camacho lleva mucho tiempo trabajando en la prevención de accidentes domésticos y defiende el orden para evitarlo: «Si todo está en su sitio y las cosas peligrosas fuera del alcance de los niños, se evitarían»
«Algunas madres admiten que nos traen a los niños para quedarse tranquilas pero nosotros no somos la ITV»
«Ahora es difícil encontrar pediatras y los traemos de Venezuela, Perú, Honduras y Ecuador»
![Pilar Camacho Conde tiene 74 años, está en plena forma y no piensa de momento en jubilarse](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/09/29/pilar-camacho-pediatra-RxuyQRAyl6wcYWRPrw2h6QO-1200x840@diario_abc.jpg)
Pilar Camacho Conde empezó a trabajar como pediatra a finales de los años setenta del pasado siglo y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira la acaba de reconocer como «alcalareña ilustre» por su dedicación asistencial en esa localidad sevillana durante más de 45 años. ... Ella se muestra orgullosa y agradecida por este reconocimiento y dice que es cuestión de «perseverancia». Está muy comprometida en la prevención de accidentes infantiles, de la que es una destacada activista, y atiende a los hijos -incluso nietos- de aquellos niños con los que empezó a trabajar hace medio siglo.
-Es una luchadora incansable por los derechos de los niños y ha participado en programas de divulgación de buenas prácticas para padres y educadores. También ha escrito manuales sobre cómo prevenir accidentes infantiles e intoxicaciones. ¿Muchos accidentes domésticos podría evitarse?
-Sí, la prevención me preocupa mucho. Hay cosas que no pueden evitarse, enfermedades como el cáncer, etcétera. Pero hay otras que sí, si cumplimos el calendario vacunal. Y luego están los accidentes domésticos, que es tremendo. No puede ser que todos los años sigan muriendo niños por ahogamiento y que la mayoría de ellos, más del 90 por ciento, sean en piscinas familiares. Eso significa distracción porque cuando un niño muere en un accidente de este tipo es normalmente porque un adulto se ha distraído. Esto podría evitarse. A los padres les digo que lo que evita accidentes es el orden y muchos me miran sorprendidos. Si dejamos un vaso en un sitio que no es el suyo, el niño lo va a coger y lo más probable es que se le caiga, lo rompa y se corte. Si hubiera estado en su sitio, esto no ocurriría. Los niños son un peligro viviente, tienen mucha fuerza y poco conocimiento, y por ese motivo todo tiene que estar en orden para que ese peligro potencial no se convierta en un accidente grave.
-¿Cuáles son los accidentes infantiles más frecuentes?
-El ahogamiento y los accidentes de tráfico son los más frecuentes. También quemaduras y las crisis de sofocación por cuerpos extraños y atragantamiento. Cuando hay un niño pequeño en casa, no puede haber nada a su alcance que le quepa en la boca, ni juguetes ni comida ni nada. ES peligroso.
-¿Recuerda algún caso reciente de este tipo?
-Son muy frecuentes, no hay más que leer los periódicos. En Utrera un niño murió por un atragantamiento con un alimento. Es algo trágico para los padres porque no hay nada peor que perder un hijo.
-¿Daría algún consejo que no sea muy conocido por la población con hijos en edad infantil?
-Hay algo que veo en muchos padres y que puede acabar mal o resultar peligroso. Los pediatras vemos con mucha frecuencia bebés con traumatismo craneal porque el padre o la madre lo llevaba en brazos y se ha torcido un tobillo, o ha tropezado, y en la caída lo ha aplastado con su cuerpo sin querer. Los padres ponen toda su buena voluntad y lo hacen todo con esmero, pero todos nos hemos tropezado alguna vez. Es algo que no se puede evitar, por eso lo mejor es que los bebés vayan en su sillita. Son cosas simples en las que a veces no caemos. Pero estos accidentes pasan y hay que estar alertas para poder evitarlos. Muchas veces en la consulta entra el padre empujando el carro vacío y la mamá con el bebé en brazos. Y siempre que ocurre eso, les digo: «¡Uy, ya nos vamos a enfadar!».
-¿Y cómo reaccionan esos padres cuando les dice que no deben llevar a los niños en brazos?
-Bien, porque ellos sólo quieren lo mejor para sus hijos. Lo que pasa es que a veces no caen en estas cosas.
-Como instructora de Reanimación Cardio Pulmonar Avanzada Pediátrica y Neonatal, lleva 38 años dirigiendo cursos de RCP y Soporte Vital en Pediatría para sanitarios, policías, bomberos, padres y profesores de toda Andalucía. ¿Cómo estamos en prevención sanitaria?
-En este tema estamos bien, pero también hay que mejorar. Es muy importante para el profesional, sea sanitario o no, saber qué hacer. Y sobre todo qué no hacer. Tenemos bastante material docente y hacemos cursos con frecuencia.
-Me han dicho Pepe Pérez Bernal (su marido) que usted se relaja cosiendo y haciendo crucigramas y sudokus.
-Sí, me gusta mucho coser. Hago trajecitos de flamenca para mi nieta. Es la única niña de mis seis nietos. También hago arreglos de ropa a mis compañeros. Me gusta mucho.
-En la noche del 5 de enero de 2009 cambió su varita mágica de curar niños por la escoba de una bruja en la carroza de Blancanieves, en la Cabalgata de los Reyes Magos de Alcalá. ¿Cómo recuerda ese día?
-Me hizo una gran ilusión. Cuando me pidió Isidoro Villalba, un gran pintor y fundador de esta cabalgata, que saliera en la carroza de Blancanieves, me quedé un poco perpleja porque estaba un poco mayor para hacer de Blancanieves. Pero era para hacer de bruja. ¡Menos mal! Y me pareció perfecto. Iba disfrazada y no me conoció nadie. Me lo pasé muy bien. El día que me dieron la medalla de alcaraleña ilustre en el Ayuntamiento, vino a felicitarme y le dije: «¡Isidoro, espero que no haya sido la última vez para mi en la cabalgata!». Y me dijo que ya estaba pensando en algo.
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