entrevista
«Es demencial que se estén señalando juicios en Sevilla para septiembre de 2028. La Justicia lenta no es justa»
Reyes Vila, nueva decana de los jueces sevillanos, dice que «faltan muchísimos jueces» y que «prácticamente todas las plantillas judiciales están infradotadas»
«En Sevilla está creciendo mucho la violencia doméstica de los hijos contra sus padres»
«Los jueces en Sevilla somos como las hermanitas de los pobres, órdenes mendicantes»
«Ni en mi promoción ni ahora hay jueces ricos de cuna. Irene Montero también fue osada al hablar de machismo»
Reyes Vila, titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 11 de Sevilla, es la nueva decana de los jueces sevillanos. Quien ya ocupara ese cargo en Jerez de la Frontera, escribe un nuevo hito al ser la primera mujer que accede a esa responsabilidad ... por votación de sus compañeros. Sevillana de 53 años, lleva en la carrera judicial desde 1998 y fue titular del órgano creado en Sevilla para tramitar las demandas de las cláusulas de suelo hace más de un lustro. En 2018 fue candidata a vocal del Consejo General del Poder Judicial de la Asociación Profesional de la Magistratura por Andalucía Occidental.
-¿Qué le diría a un sevillano despedido de su empresa que denuncia este despido como injusto y le señalan juicio para septiembre de 2028?
-Comprendo perfectamente que esté enfadado y tenga un cabreo monumental. Es algo demencial y la Justicia lenta no es justa, sobre todo cuando afecta a cuestiones del comer de todos los días. Y eso a los jueces nos duele más que a nadie. Pero ese retraso no es imputable al juez sino a una falta de jueces e incluso de órganos judiciales.
-¿Cuántos jueces hacen falta en Sevilla?
-Muchísimos. Donde más faltan, aunque parezca menos llamativo, es en los juzgados de Primera Instancia. Según la útima inspección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), hacen falta 18. Actualmente son 25, si descontamos los juzgados de familia. Actualmente hay 14 Juzgados de lo Social, ya que uno de ellos es medio por la transformación del contencioso, y nos dicen que faltan cinco más. En la jurisdicción penal, también muy castigada, actualmente son 16 y harían falta otros 5 más, es decir, otro tercio más de lo que hay. En la jurisdicción mercantil hay 5 magistrados, contando uno de refuerzo, y serían necesarios 7. Prácticamente todas las plantillas de jueces están infradotadas. Hablamos de problemas estructurales que no se pueden solucionar con refuerzos temporales.
-Abogados sevillanos denuncian que estos problemas estructurales no son los mismos en toda España y que en el norte, especialmente en País Vasco y Navarra, hay muchos jueces de refuerzo y los señalamientos de juicios no tienen nada que ver con los tres años y medio de los juzgados de Sevilla. La Justicia está mejor finaciada allí que aquí.
-No conozco la realidad concreta de los juzgados vascos. Pero la carrera judicial es única en España y las plazas se distribuyen a nivel nacional.
-Pero el Gobierno vasco financia jueces de refuerzo en los sitios donde hacen falta.
-No lo sé. Madrid, Valencia y Sevilla están a un nivel parecido de problemas. Es verdad que en Sevilla hay una elevada litigiosidad.
-¿Se podría hacer algo para reducirla?
-Se está trabajando en la mediación y en la resolución alternativa de conflictos. Es una apuesta buena pero no creo que corto plazo vaya a dar resultado. Los europeos tienen más que nosotros esa cultura de la mediación. Aquí todo el mundo quiere que su asunto lo vea un juez.
-Hace una década se planteó el tema de tasas judiciales en determinados casos.
-Sí. Y creo que las tasas judiciales no era una mala solución. Reguladas evidentemente para que no afectaran a la tutela judicial efectiva, algo que se podría garantizar con la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, cuando se exime a la persona sin recursos de abonar informes de peritos o minutas de abogados. Por ejemplo, en reclamaciones de cantidad. Los servicios públicos a costo cero son muy difíciles de sostener.
Pedro Pacheco, entonces alcalde de Jerez y líder del Partido Andalucista, dijo en la Transición que la Justicia en España era un cachondeo. ¿Hemos avanzado mucho desde entonces?
-La gran litigiosidad que hay en España tiene una explicación positiva, la de la confianza del ciudadano en la Justicia. Confía en que le resolverán su problema en un tribunal. Pero creo que habría que hacer una labor previa porque a veces la mejor solución no es la vía judicial.
-Ha dicho en una reciente entrevista que la Justicia es un desastre, al menos en Sevilla...
-Yo no creo que sea desastrosa pero sí que le faltan muchos medios y muchas herramientas informáticas. Y una actualización del sistema de funcionamiento.
-¿En esas condiciones es posible hacer Justicia?
-Se hace. Por lo menos, lo intentamos. El juez supera esas carencias con su propio esfuerzo personal. A veces nos nutrimos de nuestros propios recursos para sacar adelante el trabajo. Se rompe el ordenador y pongo el mío. No puedo trabajar en el despacho, pues trabajo en casa. A veces se utilizan hasta los permisos de asuntos propios para poder poner sentencias.
-¿Y este esfuerzo no está pasando factura en la salud de los jueces?
-Sí, obviamente. La sobrecarga de trabajo genera un estrés que repercute en el estado físico y anímico de la persona.
-¿Conoce muchos casos de bajas laborales de jueces por estrés?
-Sí.
-¿No se dan ahora más casos que antes?
-Sí. La profesión de juez está sometido a una mayor carga de trabajo. Por no hablar de los jueces que estén llevando un caso mediático. Ahí les dan por todas partes.
-Conozco jueces que están pidiendo la jubilación anticipada, algo antes muy infrecuente.
-Sí, eso lo estamos notando bastante. Incluso lo comentamos muchos compañeros, que se están produciendo muchísimas jubilaciones anticipadas. Antes no había tantas. También es verdad que los años de trabajo pesan y que, cuando eres más joven, tienes más fuerzas.
-Y cada vez más casos y menos jueces...
-La falta de jueces repercute indudablemente en el incremento de las cargas de trabajo. Y eso provoca un estrés y una frustración de trabajar bajo presión. Nuesra profesión no es de números sino de pensar. Mucha carga de trabajo te obliga a ir contrarreloj.
-El juez sevillano Francisco Gutiérrez decía que tenía que poner sentencias como churros. Y que eso no era el trabajo de un juez.
-A los jueces nos genera mucha ansiedad tener que hacer un churro. Y no somos capaces de hacerlo. Los jueces, en general, son muy vocacionales y tienen un gran respeto profesional por su trabajo. Nos gusta lo que hacemos y nos lo creemos.
-¿El traslado de la Ciudad de la Justicia a Palmas Altas está siendo como imaginaba?
-Lo hemos dicho ya muchas veces. El traslado se está haciendo en un periodo muy largo. Se tenía que haber hecho un único traslado, en bloque. Un traslado únicamente. Allí hay en este momento 17 juzgados trasladados de jurisdicciones que mueven muy pocos ciudadanos. Y tiene problemas de movilidad, estructurales y de seguridad y espero que se vayan solucionando para cuando continúen los traslados. Aquello está muy incómodo.
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